La enorme afluencia de personas que pretendía entrar esta mañana a Ceuta ha saturado el lado marroquí de la frontera, provocando largas esperas de al menos una hora.
Las autoridades vecinas han decidido restringir el acceso en torno a las diez de la mañana para dar prioridad a los trabajadores transfronterizos con contrato, españoles, residentes y turistas.
El volumen ingente de porteadores ha vuelto a estar detrás de estas retenciones. Una concurrencia que no ha restado fluidez al Biutz, por donde han realizado hasta tres rotaciones.
Por su parte, el delegado del Gobierno acudió ayer a la frontera del Tarajal por los atascos en el tráfico rodado que por la tarde llegaron hasta Juan XXIII.
Nicolás Fernández Cucurull mantuvo allí contacto con las autoridades del entorno fronterizo para tratar de agilizar la circulación.