Lo que señala la Fiscalía General choca directamente con la realidad registrada en Ceuta. Es imposible conseguir que esos menores sean retornados de esta manera a Marruecos. Lo que pretendía el delegado era que esos mayores de 16 años (que suponen prácticamente entre el 70 y 80% de los acogidos) fueran considerados emancipados y podían ser tratados como mayores de edad. Esta medida no se la sacó González Pérez de la manga sino que era permitida por la antigua instrucción de la Fiscalía General del Estado. Lo que ahora no ha permitido el órgano judicial es que se reactive esa instrucción previa. Lo que aconseja Torres Dulce es inviable en Ceuta.
Para poder repatriar a un menor es de obligado cumplimiento conocer la situación de sus padres en Marruecos y asegurarse que devolviendo al menor a su hogar su situación no va a empeorar.
Las autoridades marroquíes no contestan a los requerimientos enviados desde Ceuta, una ciudad de la que no reconocen siquiera su españolidad. De hacerlo, es de perogrullo que esos MENA retornados no van a estar en mejores condiciones en su hogar marroquí que en Ceuta.
¿Qué armas le quedan al delegado? Más bien pocas. Cabría la posibilidad, también estudiada, de devolver a los MENA a las autoridades y entidades que se encarguen de proteger a los menores. Lo malo es que dichas autoridades no existen.
Han sido muchos meses los que han esperado desde la Delegación del Gobierno tener el encuentro que finalmente mantuvo ayer González Pérez con el fiscal general Eduardo Torres Dulce, trayéndose de regreso a Ceuta una recomendación de la que resulta inviable su aplicación. Tal y como ayer informó la Delegación del Gobierno, al encuentro asistieron también los fiscales de Menores y Extranjería.
El encuentro ha durado unas dos horas en las que el delegado del Gobierno expuso “la situación de estos menores en la ciudad, repasando el estado actual de la legislación en esta materia y las dificultades y trabas con las que se enfrenta la ciudad dada la presión existente, abogando por buscar fórmulas de colaboración con las autoridades marroquíes para tratar de abordar algunos casos concretos, siempre desde el respeto a la normativa vigente”, señala la administración central en un comunicado. Apunta además que González Pérez ha remarcado que la situación tanto de Ceuta como de Melilla, ambas frontera sur de la Unión Europea, “no es comparable a la del resto de las comunidades autónomas del país, por lo que esta especificidad debe ser analizada de manera especial, ya que los problemas que aquí se plantean en esta materia difieren de los del resto de Estado”, señala.
Para la Fiscalía General del Estado no cabe especificidad alguna, considerando que es imposible la aplicación de las medidas que se adoptaban en 2004 por sentencia.
Con la negativa como respuesta, el delegado ha propuesto “la conveniencia” de organizar unas jornadas de ámbito nacional sobre menores, foro en el que se analicen con detalle todos los aspectos que se pueden suscitar entorno a esta cuestión, matices que serían abordados por juristas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y demás estamentos que intervienen en este proceso de acogida. Este tipo de jornadas, no obstante, ya se han llevado a cabo en la ciudad bajo la organización de la institución municipal.
Las claves
Encuentro
Una cita anunciada en enero del pasado año
Uno de los primeros compromisos del delegado fue el de querer reunirse con el fiscal general del Estado para conseguir una salida de los MENA mayores de 16 años y lograr su retorno.
Resultado
El no por respuesta tras varias suspensiones
La Fiscalía General ha contestado que no puede volver a aplicarse una instrucción que fue desechada hace 9 años, así que propone la búsqueda de nuevas fórmulas.
El problema
Marruecos no reconoce la españolidad de Ceuta
Marruecos no va a admitir requerimiento alguno cursado por las autoridades españolas procedentes de Ceuta puesto que no reconoce la valía de las mismas.
La presión
Los MENA que más casos representan
Los menores marroquíes que están rozando la edad de 16 años o ya la tienen son los mayoritarios en el centro de acogida. Así que conseguir ese retorno era para la Delegación un salvavidas.