“Ello”, argumentó, “causa desigualdades entre los alumnos cuyas familias sí tienen recursos para recibir ese apoyo y los que, debido a su situación económica, cada vez más extendida debido a la crisis, no”.
Según los últimos estudios, más horas de estudio en casa y de clases particulares no son, sin embargo, garantía de mejor rendimiento académico. Los alumnos españoles dedican un tercio más de tiempo a los deberes que la media de los de la OCDE pero obtuvieron resultados inferiores al promedio en la última Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA 2012).
“Existen importantes diferencias en cuanto al tiempo dedicado a las tareas y al estudio en casa, si bien es cierto que no existe una relación significativa entre estos indicadores y los resultados”, según advierte el análisis del último boletín del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).
Así, entre los participantes en PISA con mejor rendimiento, hay casos en los que los alumnos emplean más de diez horas semanales en los deberes (como Shangai o Singapur), pero también otros donde no se alcanzan ni siquiera las tres horas (Finlandia).
Los padres dedican una hora semanal al estudio con los hijos tanto en España como en la OCDE, según PISA, y los alumnos españoles tienen más tiempo de trabajo con tutores (1,3 horas) que el resto (0,65 horas). Si se tiene en cuenta la carga lectiva de cada materia, es similar en España (3,5 horas semanales) y la OCDE (3,63) en Matemáticas.
No obstante, no existe un patrón claro entre los resultados en las pruebas matemáticas y el tiempo dedicado a las clases en la escuela, lo que “parece dar a entender que la calidad de las clases puede ser un factor más relevante que el número de horas”.
La Junta Docente se reunirá con los directores de centros el martes
La Junta de Personal Docente No Universitario de la ciudad autónoma prevé reunirse este martes en el Parador La Muralla con todos los directores de los Colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP) y con sus homólogos de los Institutos de Enseñanza Secundaria (IES) para efectuar un diagnóstico en común de la marcha del presente año académico cuando se acerca a su ecuador, según explicaron ayer fuentes del órgano de representación de maestros y profesores a este periódico.
La asamblea llegará apenas diez días después del último encuentro entre la Permanente de la Junta Docente, en la que tienen representación FETE-UGT, FECCOO, ANPE y CSI.F, con el director provincial del Ministerio de Educación en Ceuta, Cecilio Gómez.
El tema principal sobre la mesa fue entonces la aparentemente excesiva carga de trabajo burocrático y administrativo que se está dejando en manos de los maestros mientras, simultáneamente, desde hace un año se ha incrementado a 25 horas semanales su nivel mínimo de trabajo docente en clase.
Según detalló ayer el máximo responsable de FETE-UGT en Ceuta, Francisco Lobato, los sindicatos quieren “escuchar a los directores directamente” y “trasladarles en primera persona las impresiones que nos transmitió la Administración en nuestra última reunión”.
“Antes de adoptar cualquier decisión”, argumentó el ugetista, “es oportuno saber hasta qué punto está perjudicando ese volumen de trabajo administrativo al desempeño docente de los maestros y, más allá, poner en común la situación de todos los centros, tanto los de Infantil y Primaria como los de Secundaria, con su problemática y necesidades”.
La Junta Docente, a la que Gómez explicó que buena parte de esas tareas vienen directamente impuestas desde los Servicios Centrales del Ministerio, no descarta la convocatoria de “movilizaciones” contra lo que considera un “auténtico atropello”: que los maestros deban hacer en sus 7,5 horas no presenciales en el centro, reservadas para la preparación de la docencia, labores “burocráticas o administrativas”.
En la reunión también se tratará la repercusión de la negativa rotunda del Ministerio de Hacienda a permitir la cobertura de las plazas de Personal de Administración y Servicios (PAS) en los centros educativos de la ciudad autónoma, donde algunos se están viendo obligados a cubrir con una sola persona las competencias atribuidas a estos trabajadores.