La familia del último tiroteado denuncia una negligencia médica

Karim A.A., víctima de los disparos efectuados por dos individuos encapuchados que se dieron a la fuga el pasado miércoles, continúa ingresado en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz y su estado es de extrema gravedad. Tras ser sometido a una complicada operación, los médicos esperan conocer cómo va evolucionando de las heridas

sufridas ya que existe el temor a que haya que amputarle la pierna si  la víctima no experimenta mejoría alguna. Presenta la tibia rota, los nervios y tendones destrozados y los próximos días son considerados claves.
Desplazada al Puerta del Mar desde que se produjera este nuevo episodio con uso de arma de fuego, la esposa de Karim A.A., Hafida, ha denunciado la deficitaria atención sanitaria prestada en Ceuta que ha llevado a que hoy, su marido se encuentre en una situación que, según le han comunicado los médicos del Puerta del Mar, no hubiera sido de tal gravedad de haberse producido una evacuación rápida. Pero no fue así. A quien tiene el protagonismo, nunca querido, de ser la última víctima de los pistoleros, le evacuaron pasadas más de 16 horas de los hechos.
La cadena de fallos en la atención sanitaria que denuncia la familia del afectado se inicia desde el primer momento de los disparos ya que la ambulancia tardó 25 minutos en llegar hasta el lugar en donde estaba la víctima sangrando abundantemente. “Mi hijo llamó nada más producirse los tiros y la ambulancia tardó 25 en minutos en llegar desde que se avisó al 112. Incluso yo, que me encontraba en un cumpleaños, llegué antes. Dio tiempo a que mi hijo llegara a casa, me llamara, yo cogiera el coche y lo condujera hasta Loma Margarita... cuando llegué estaba ahí mi marido, completamente encharcado de sangre y todavía no había venido la ambulancia”, denuncia Hafida a El Faro.
A la tardanza en la asistencia inicial se suma la que vendría después en el Hospital Universitario. “Allí me dijeron que mi marido se encontraba estable, que le habían dado tres tiros limpios pero estaba bien. Les insistí en que mi marido no sentía la pierna pero me respondieron que eso era algo normal por los disparos recibidos”, explica. En ningún momento, denuncia, se le informó que no hubiera cirujano vascular en el Hospital, “solo me decían que mi marido estaba estable, que se encontraba bien y que todo era normal”, añade. “Nunca se me informó de que estuviera grave a pesar de insistir en que no sentía la pierna”.
Tras conseguir que Karim fuera evacuado y después de una complicada intervención en el Puerta del Mar, el equipo médico del hospital gaditano le ha comunicado que la evacuación se tendría que haber producido antes de superarse las seis horas tras sufrir las heridas para conseguir una recuperación del tejido vascular, periodo que, prácticamente, se triplicó ya que tardó más de 16 horas en materializarse el traslado.
Además de la tardanza, Hafida explica que a su marido se le pretendía evacuar en ambulancia. “Tuve que insistir durante más de una hora para que me aceptaran la evacuación en helicóptero estando como estaba mi marido. Yo veía que algo grave había en la pierna a pesar de que todos me decían que no era nada, que no tenía nada... y lo tenían en Observación, ni lo subieron a la UCI ni nada”, denuncia. “Todo esto solo ha hecho perjudicar a mi marido ya que aquí” -en referencia a Cádiz- “me han dicho que no hubiera pasado todo esto de haber venido antes de las seis horas”, denuncia.

“No sabemos de dónde viene esto ni quién ha sido”

“No tenemos ni idea de dónde viene todo esto. No sabemos quién ha sido”, lamenta Hafida. Días después del suceso, ni la propia víctima ni su entorno directo aciertan a intuir quién o quiénes podían tener interés alguno en practicar este atentado. La Policía Nacional investiga y dispone de la grabación obtenida de las cámaras del Centro Neocatecumenal, pero no se sabe si su contenido ayudará a seguir una línea de investigación que lleve a conocer la identidad de las dos personas que, ocultando sus rostros, dispararon a Karim A.A. aprovechando que había salido de dicho centro y se encontraba en su vehículo dispuesto a abandonar el lugar. La pareja de pistoleros escapó en moto del lugar y hasta el momento no se ha informado de manera oficial de que haya detenidos.
Antes de llegar a Loma Margarita, la víctima había estado con su hijo en un entrenamiento de fútbol. El ataque se produjo, tal y como publicó este medio, después de que hubiera dejado a su hijo en la vivienda ubicada en ‘La Atalaya’ y cuando acudía de camino al centro religioso para atender un problema vecinal. Los dos individuos que le tiroteaban esperaron el momento preciso para encontrarle solo y atacar.