Estos episodios se salen de la ristra de quemas que se están produciendo en la ciudad en los últimos años y que obedecen a un amplio abanico de circunstancias. En el caso de marras la familia señala un único origen: han jurado venganza contra ellos por ser familia de ‘Pajarito’ y no van a parar hasta que ocurra una desgracia.
Malika confiesa que sus hijos tienen miedo, que han recibido amenazas directas, que siempre ve a las mismas personas siguiendo los pasos de sus hijos allá a donde van, marcando el territorio. Hasta al más pequeño de todos ellos, de tan solo 13 años, le han señalado como si fuera un posible objetivo desde un vehículo. “A mí me han quemado el coche por ser la madre de ‘Pajarito”, lamenta Malika. “¿Ahora qué nos queda?, ¿que nos maten a alguno de nosotros?”, denuncia.
Dice haber puesto en conocimiento de la Policía todos estos hechos, pero sin pruebas en la mano la respuesta que recibe es que tiene que buscarlas. ¿Cómo?, ¿saliendo a la calle fotografiando a quienes les acosan para que les disparen? Lanza una advertencia basada en el temor que tiene toda la unidad familiar, harta ya de pedir ayuda: “Si nos pasa algo a cualquiera de nosotros, la Policía ya sabe quiénes son porque lo hemos dicho”, asevera. Hace unos días el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, pedía colaboración a los vecinos para hacer descender la criminalidad y los episodios violentos. Por parte de la familia de ‘Pajarito’ esa colaboración ha existido desde el primer momento en que han acudido a la Jefatura Superior a dar los nombres y apellidos de las personas que les están siguiendo, que les acosan, que paran sus vehículos a su lado para señalarles, marcándoles.
Con el caso de la muerte de Karim en secreto de sumario, la familia de ‘Pajarito’, preso desde el día de los hechos, confía en que se sepa la verdad nada más que se ordene su levantamiento. Defienden la inocencia de Mustafa Lahasen y recuerdan que nada más producirse los mortales disparos todos los vecinos decían que los autores eran encapuchados para, horas después, empezar a dar nombres de manera directa, señalando así al joven, al llamado ‘Grana’ y ‘Abdelmunin’ como los presuntos implicados. “Son testigos pagados”, denuncia Malika, que insiste en señalar que el día en que mataron a Karim su hijo estaba en otro barrio.
La familia de ‘Pajarito’ fundamenta ese temor a que suceda alguna tragedia desde el momento en que recuerdan el asesinato de Tarek Mezquini, que era cuñado de ‘Pajarito’ al estar casado con una hija de Malika. “Tenemos una amenaza directa sobre todos nosotros, ahora ha pasado esto, queremos que se sepa que mañana pueden matar a cualquier de nosotros”, añade.
Amenazas dentro de prisión y denuncias que apuntan hacia un mismo grupo
En la mañana de ayer la familia de ‘Pajarito’ procedía a presentar denuncia de los hechos en la Jefatura Superior. Denuncia a la que ha tenido acceso ‘El Faro’ y en la que se señala directamente al grupo que, a juicio de esta familia, estaría presuntamente relacionado con los acosos que están sufriendo desde hace casi un año. La madre de ‘Pajarito’ ha denunciado en la Policía sentirse acosada por varios individuos que, en esta cascada de presiones, estarían “presuntamente inducidos por Tafa Sodia”. Estando en prisión, la familia denuncia que presuntamente induciría a cometer estos hechos, tal y como consta en la denuncia que obra en poder de la Policía. Para motivar la aparición en escena de Tafa, la familia de ‘Pajarito’ recuerda que estando en la prisión de Los Rosales coincidió un día con su hijo y “le amenazó”, hecho que también han dejado constar en otra denuncia. La declaración de Malika será remitida por la Policía al juez para que estime oportuno o no la investigación de los hechos. El entorno de Tafa Sodia, señalado en ésta y en otras denuncias dispares, lo ha negado.