Para la Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Expiración, María Santísima del Amor y San Juan Evangelista esta Semana Santa se configura de un modo muy especial. Y lo es porque cuando a partir de las ocho de la tarde, el titular de la Cofradía salga por las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora de África será la última vez que el paso procesione sobre ruedas. Es la decisión que adoptó la junta de gobierno y que afronta con una ilusión que se viene reflejando desde hace algunos meses, en los que sus máximos responsables han construido la futura parihuela sobre la que procesionará la imagen del titular el próximo año, eso sí, a hombros de costaleros.
Entre las novedades que presenta la cofradía este año resaltan las trabajaderas movibles del paso de Nuestra Señora María Santísima del Amor, confeccionadas por los propios cofrades en la ciudad.
Junto a este estreno, caben destacar los trabajos de restauración de la talla de San Juan Evangelista efectuados por el artista local Gabriel León. Se da la circunstancia de que esta talla, autoría del también ceutí Bonifacio Torvizco, se esculpió para acompañar a la Virgen de las Penas, de ahí su similitud en cuanto a la proporción y gesto con la Virgen de los Dolores de San Francisco.
El paso de palio irá acompañado por la Banda de Música San Juan Bautista de Nigüela de Granada, y este sí, llevado a hombros por costaleros y acompañado por los penitentes con túnica morada en el Cristo y burdeos en la Virgen, y con antifaz, capa, cíngulo y botonaduras.
La Cofradía entrará en carrera oficial a las 22.05 horas, estando prevista su salida a las 22.45. Su recogida a las 23.45 horas.
Esta año, los cofrades también están de enhorabuena en cuanto la sagrada imagen del Crucificado ha sido el titular que presidió el pasado Viernes de Dolores el Vía Crucis del Consejo de Hermandades y Cofradías.
La Cofradía de la Expiración nace en el seno de la Real Hermandad del Santo Entierro, de la que se independiza en 1928, aunque rigiéndose por los mismos estatutos y, en un principio, patrocinada por el gremio de los carpinteros.
Sus primeras reglas datan de 1929 aunque con la llegada de la Guerra Civil se pierde toda la documentación, conservándose únicamente un acta fechada en 1939 en la que se hace constar la reorganización de la hermandad, contando entonces como únicos bienes la imagen del Crucificado y el paso, muy sencillo, que fue donado por la familia Pacheco.
En 1944 se reorganiza en profundidad, y pasa a ser patrocinado por los Servicios de Intendencia. Los agustinos ceden a la hermandad la Dolorosa venerada en la iglesia de San Francisco, imponiéndosele la nueva advocación de María Santísima de las Penas. Dos años después, al fundarse la hermandad de San Francisco, la imagen fue reclamada.