La espiral del Polígono del Tarajal

Con acusaciones de chantaje como telón de fondo, ayer el polígono del Tarajal abría sus naves para recibir uno de los días de mayor presión de porteadores. No lo dicen los comerciantes, lo dice la propia Policía, que confirmaba que el 26 de diciembre iba a pasar como una de las jornadas con mayor volumen de entradas por la frontera en dirección al polígono. Curiosamente la frontera no se cerró. Desde primera hora de la mañana fueron entrando porteadores, trabajadores transfronterizos y demás transeúntes sin generar problema alguno y sin que se diera orden de echar el cierre al paso del Tarajal. Del desconcierto vivido el pasado sábado, con una ciudad sumida en el bloqueo por la adopción de medidas cuando menos incongruentes, se pasó a una jornada en la que se permitió todo tipo de tráfico. Y seguimos, bastantes jornadas después, sin recibir una respuesta oficial de lo que está pasando en la frontera. Una explicación como Dios manda, como la que se da para informar de un incendio de vehículos cuando se sabe que en pocas horas serán detenidos los presuntos autores porque ya están más que identificados. ¿Se acuerdan? Sí, tienen que acordarse, porque es la única vez que el delegado del Gobierno ha comparecido en rueda de prensa para informar de los avances policiales habidos después de la quema de coches.
Aquello fue en Parques de Ceuta, era el maquillaje oficial perfecto para vender las prontas detenciones que estaban más que preparadas. Después han seguido quemando coches, incluso de la Policía Nacional. Pero no ha habido rueda de prensa, ni de éste ni de los cuatro que lo han precedido. Por las movidas del Biutz tampoco comparecen, y nos fuerzan a asistir a un baile de valoraciones, a un juego de correveidiles, sin que exista una comparecencia oficial en la que se digan las verdades que todos debemos escuchar.
Ya somos grandes para que nos cuenten eso de los chantajes o para que un jefe policial nos diga eso de que los comerciantes son muy malos y meten los bultos entre las colas de mujeres cansadas de esperar. O para que nos digan que el polígono nunca debía haberse construido ahí, a pie de frontera. Somos grandes para cuentos chinos. Los chantajes se denuncian… ahí, en el despacho del Fiscal. A los comerciantes malos se les denuncia y al debate sobre la construcción o no del polígono… ya pueden ir haciendo cola a las puertas del despacho de don Juan Vivas, que nos podría explicar por qué se construyó el polígono y cuánto dinero ha reportado a las arcas municipales. Igual si nos contaran las riquezas generadas a costa de mantener el negocio protagonizado por miles de mujeres cargadas de forma inhumana… podríamos poner sobre la mesa el debate del Tarajal, su construcción y demás historias.
Pero hoy de lo que se trata es de hablar de la forma de gestión que se está aplicando en la frontera. De por qué la Policía a veces cierra, a veces abre. De por qué hoy impiden que mujeres con bolsas de la compra salgan hacia Marruecos y en cambio mañana lo permiten. De por qué el sábado se nos dice oficialmente que existe un acuerdo por el que los sábados no pasan porteadores y ayer la misma Delegación del Gobierno cambia de versiones y no nos cuenta nada de ese acuerdo y echa la culpa de todo a Marruecos. Hoy toca hablar de por qué hay días en los que no se permite la entrada de marroquíes con pasaporte, de por qué otros días ese mismo marroquí enseña la misma documentación y sí le dejan pasar. De por qué se les mancha los documentos a las porteadoras para que no vuelvan a entrar como una especie de castigo de niños chicos, de por qué la Ciudad descubre ahora Marruecos y se gasta millones de todos los ceutíes para hacer campañas buscando a un cliente al que luego se le maltrata en la frontera. ¿Somos idiotas?
Y yo no voy a caer en el error de acusar a la Policía. Esos agentes cumplen órdenes y si abren o cierran la frontera es porque alguien dice que hay que hacerlo. Y si ponen problemas en el polígono es porque existe una orden que deben cumplir. El policía se parte la cara mientras el político nos muestra la incapacidad más absoluta para gestionar el tránsito fronterizo. ¿Pues no eran las relaciones con Marruecos tan buenas?, ¿pues no era la coordinación mejor que nunca?
Nada se ha avanzado para encontrar la solución a la espiral que supone el polígono del Tarajal. Una creación errónea, pero de la que se han beneficiado y mucho las arcas municipales sin que nunca se haya querido hacer una obra en condiciones.
Una creación que es una auténtica vergüenza,  una creación en la que reinó el caos absoluto hasta que murieron dos mujeres y ¿entonces?, ¿sabe que se inventó la querida Delegación del Gobierno en manos de aquel personaje Chacón?: colocar unas vallas de mierda para formar un carril en el que se siguen agolpando las mujeres… ese es el famoso protocolo que se sacaron de la manga después de que más de un peso pesado manchara los calzones por la vergüenza de haberse producido lo que tantas veces se advirtió.
Sobre el polígono del Tarajal sigue existiendo la misma incertidumbre, la misma descoordinación, la misma falta de sinceridad de todas las partes implicadas. Nada hemos conseguido, más allá de la risa colectiva que supone no ser claros ante la situación que se produce.
¿Es solución en una Ceuta que se precia de no ser una república bananera que se monten retenciones y bloqueos como los que se están sucediendo?, ¿es lógico lo que ocurrió el pasado sábado?, ¿es este el desarrollo que pretendemos buscar?
De momento las autoridades se han ceñido a reducir todo esto a una simple película de buenos y malos. Así nos va, hasta la próxima.