Arrancaron sin hacer mucho ruido con una pequeña sede en Zaragoza, en 1988. Tiempos en los que, por ejemplo, Mario Conde acababa de instalarse en la cumbre del sistema financiero español. Años en los que el euro era una quimera y el Banco Central Europeo ni siquiera un proyecto. Ahora, dos décadas y media después, Adicae se ha erigido en azote de las entidades financieras, persiguiendo y denunciando todo aquello que huela a abuso o intento de engaño a millones de clientes. Manuel Pardos la capitanea y casos como el de Fórum Filatélico, las cláusulas suelo de las hipotecas o el escándalo de las participaciones preferentes le han colocado en primera línea de la actualidad.
–En sólo 48 horas hemos visto entrar y salir de prisión a Miguel Blesa, uno de los grandes todopoderosos del sector financiero en las últimas décadas. ¿Ha sentido más sorpresa o más satisfacción?
–Nos hemos alegrado de este paso, que en realidad es simbólico puesto que ingresó en prisión por unas actuaciones concretas como fueron sus inversiones en Florida y el crédito dudoso a su amigo Díaz Ferrán. Son acciones paralelas, aunque sean dentro de su actuación como presidente de Caja Madrid, pero hay un proceso a Bankia en la Audiencia Nacional en el que se está reclamando la imputación y procesamiento del señor Blesa por su verdadera trayectoria en la entidad, que la llevó a la situación de quiebra en la que se encuentra. Es ese proceso principal es en el que desearíamos que sea donde se le juzgue de todo, pero nos alegramos de que por estas actuaciones concretas haya ingresado en prisión el primer banquero en tantos años.
–En parte el juez les da la razón después de varios años denunciando la gestión de la entidad.
–Como el caso del señor Blesa hay otras muchas entidades, pero en su caso llama más la atención porque Caja Madrid era la cuarta entidad de España y llenó a sus clientes de cientos de miles de participaciones preferentes y de deuda subordinada, algo que se ha convertido en un calvario para muchos. Esa actuación de Caja Madrid, como estaba extendida por toda España, afectó a miles de clientes, incluida Ceuta. Fue una capitalización fraudulenta que tiene a cientos de miles de familias aún atrapadas, lo mismo que en el caso de las hipotecas, donde Caja Madrid creó un agujero que le han llevado a la quiebra: las otorgaba sin ninguna responsabilidad, daba la apariencia de gran entidad precisamente por esos activos colocados a particulares. Caja Madrid fue también campeona de las cláusulas suelo, abusivas, que han detraído durante años una importante cantidad de dinero a cientos de miles de sus clientes y que todavía no se ha logrado resolver. Ahí están las verdaderas responsabilidad del señor Blesa, junto a las que le han llevado a prisión.
–¿Veremos a más altos directivos desfilando por los juzgados y por los centros penitenciarios?
–Como decía antes, el ingreso de Blesa en prisión es un acto simbólico, pero hay otros 76 altos dirigentes de Bankia, Nueva Galicia, Caixa Catalunya, la CAM, Caja Navarra... Cajas quebradas con sus directivos imputados... Pero en España el funcionamiento de la Justicia es un escándalo, porque pueden estar varios años imputados mientras se diluye su responsabilidad. Por eso tiene tanta importancia este juez que ha metido en prisión directamente a Blesa. Tienen que ir mucho más deprisa. En el caso del propio Blesa, Adicae está pidiendo la imputación de varios de sus consejos de administración, pero también que se llame a los altos dirigentes que hicieron posible todas esas barbaridades. No puede hundir una caja un señor solo, por mucho poder que tenga. Hay altos dirigentes a los que no se ha llamado y todo eso debe constituir una causa general a las cajas de ahorros quebradas, porque esa mitad del sistema financiero español no les pertenecía, era un patrimonio popular y el desastre al que han llevado para los usuarios y las propias entidades no puede quedar impune, sin reclamación de responsabilidades.
–Pero para organizaciones como Adicae es un gran paso...
–Sí, pero la resolución tiene que ser rápida y enérgica como en el caso de Blesa, porque si no no habrá justicia y además permitirá todo tipo de manipulaciones que acaban quedándose en agua de borrajas, sin filtro. Hay un peligro enorme de manipulación cuando se dilatan los procedimientos, contrariamente a otros sistemas judiciales como el de EEUU. Allí se mandó a Madoff en meses a la cárcel y le quitaron todos sus bienes, igual que a los dirigentes de Lehman Brothers. Eso es justicia; lo contrario no lo es y permite todo tipo de manipulación.
–¿Estamos ante un caso aislado o perderán los banqueros a partir de ahora esa condición de intocables de la que parecían disfrutar?
–No hay nada mejor que un ejemplo como éste de Blesa, más que mil palabras, aunque, insisto, sea sobre actuaciones concretas y colaterales. Pero en realidad están señalando el camino que debe seguir la Justicia y que están reclamando las víctimas de las hipotecas abusivas, los clientes con cláusulas suelo que en estos momentos de crisis están en grave dificultad, los que sufren los apretones de cinturón poco razonables. Tanto los clientes como las propias entidades están sufriendo estas actuaciones de sus dirigentes, y por tanto tiene que ser un primer paso. Adicae, en los procedimientos penales en los que está y en las demandas civiles por las preferentes y cláusulas suelo, pondrá este tipo de actuaciones como ejemplo de las actuaciones que exigen las víctimas y el conjunto de la ciudadanía.
–¿Los afectados por la venta de participaciones preferentes recuperarán algún día su dinero o quedarán atrapados en un laberinto judicial de años?
–Hay casi 4 millones de familias implicadas y con unas cantidades que alcanzan los 40.000 millones de euros, curiosamente la cantidad que ha dado Europa para el rescate del sector bancario. Las entidades habían cogido el dinero de sus mejores ahorradores y ni siquiera les fue suficiente. Primero fueron los clientes y los ahorradores quienes las rescataron y luego han sido rescatadas por Europa. Y nadie puede decir todavía que se hayan salvado. La oscuridad del sistema financiero y del Banco de España podrían traernos alguna sorpresa más.
–¿Más sobresaltos en el sistema financiero?
–Queda el problema más sangrante, el de las entidades nacionalizadas. Como en el caso de Bankia, en el que el famoso memorándum europeo estableció que para dar dinero a la banca española había que imponer a los usuarios unas quitas, unos canjes completamente injustos y que mantienen a los usuarios en un corralito, con un peligro de quita de hasta el 70 por ciento según los productos, y en cualquier caso encadenados a condiciones y productos basura, con enormes riesgos.
–En el caso de las participaciones preferentes, a la voracidad de la banca se le ha sumado, en muchos casos, una dudosa actuación que roza la mala fe...
–Sí. Por ejemplo el señor Blesa alardeaba de que Caja Madrid era una de las máximas autoridades de España, y otras decían lo mismo. ¿Pero qué hacían? Pues captar fraudulentamente el ahorro o conceder hipotecas de forma irresponsable. Y cuando estalla la burbuja y los afectados quieren recuperar sus ahorros se destapa el pastel y se ve que eran entidades llenas de agujeros que abusaban de sus clientes para disimular la corrupción interna.
–Otro de los argumentos que rebelan a Adicae contra las entidades bancarias son las cláusulas suelo impuestas en los contratos hipotecarios. ¿Acabarán desapareciendo o se aferrarán bancos y cajas a las condiciones firmadas en su día por los clientes?
–Hay centenares de demandas individuales y estamos ganando algunas de grupo. Hay otra macrodemanda de más de 20.000 familias, otras que agrupan a 300. Lo mejor para los afectados es que sean colectivas. Van muy lentas todas, pero el avance es significativo. Hace poco se ha dictado la sentencia europea con motivo de las ejecuciones hipotecarias en España. Aunque no se refería a la cláusula suelo específicamente, ha sentado la doctrina de recordar al Gobierno español que tiene que cumplir las directrices europeas contra ellas. A continuación el Supremo, a partir de una sentencia dictada en Sevilla, ha querido dar una doctrina favorable a los ciudadanos, pero con decisión salomónica. Dice que son abusivas, que hay que eliminarlas, pero que el cliente no tiene derecho a que le resarzan del fraude de años. Son miles de euros para muchos ciudadanos. Esas dos sentencias creemos que, aunque tengan muchas insuficiencias, redondean la legislación española y lo que deberían de hacer las entidades es resolverlo con los grupos representativos como Adicae o las plataformas de afectados, resolverlo sin juicios. Levantar esas cláusulas por su propia honorabilidad. Vamos a luchar con eso movilizándonos, colocando a la gente delante de las entidades y dentro de ellas para que el Parlamento español resuelva ya esa injusticia.
–¿Las modificaciones de la Ley Hipotecaria servirán para algo? ¿Frenarán en la práctica, por ejemplo, los desahucios?
–La nueva ley, lamentablemente, va a ser un fracaso, como lo han sido los dos decretos antidesahucios, que eran inviables. La ley convalida esos decretos, pero no ha resuelto nada, ni siquiera el problema de los desahucios. Pero es que los problemas van mucho más allá. Ha habido una confusión generalizada. La dación en pago o el drama tan tremendo de los desahucios, que a la gente la echaban de su casa a rastras, es un tema sangrante y ha acaparado todo el discurso, y eso ha permitido al Gobierno no entrar a fondo en todo el tema hipotecario. Todos los juristas coinciden en que ha sido una chapuza jurídica insostenible, y se verá en pocos meses. Adicae, que ha estado diez años presentado propuestas a los grupos parlamentarios, a los gobiernos, poniendo sobre la mesa proyectos de verdad de modernización del mercado hipotecario español, va a seguir con ello porque creemos que se verá muy pronto que la ley no resuelve el cambio necesario tras la explosión de la burbuja hipotecaria más allá del drama social, que por supuesto hay que frenar porque es una cuestión de dignidad nacional, con espectáculos dramáticos de expulsión de familias. Hay 8 millones de hipotecas que se pagan con muchos problemas en España, apurando a las familias en un momento de crisis económica y financiera como la que padecemos. Nos están apretando el cinturón hasta el ahogo.
–Como defensor de los derechos de los usuarios bancarios, la ya famosa frase “han preferido salvar a las entidades financieras antes que a las personas” le rechinará mucho más...
–Claro. Es que ha sido justo eso. Han optado por los bancos en lugar de por la gente que lo pasa mal. Han salvado a bancos en vez de a personas ahogadas por la crisis.
–Y las ayudas a la banca tampoco parece que se estén traduciendo en una reactivación del crédito, que sigue estrangulando a una economía en coma...
–Efectivamente. Por un lado las empresas deberían tener esa puerta abierta para que se decidieran a crear riqueza y mejorar la situación económica. Y por otro lado están las familias, que tras esta crisis tienen que entrar en un nuevo concepto de consumo, un consumo responsable. El consumismo de toda la etapa anterior ha conducido a esta etapa de víctimas, de todo tipo, y a una insatisfacción. Creemos que en la siguiente fase no debe volverse al crédito irresponsable. Los usuarios bancarios deben usar el crédito para vivir bien, no para estar encadenados a pagos durante 30 años. Es necesario un cambio concreto de esta perspectiva: los usuarios deben escarmentar de estas cláusulas abusivas.
–Comisiones desorbitadas, cláusulas que atan de por vida.. Parece que se cumple el tópico de que “la banca siempre gana”...
– (Risas). Sí. Fíjese que se está diciendo que si se cambia la legislación hipotecaria, por ejemplo, el crédito hipotecario será más caro... ¡Pero si no se ha cambiado nada todavía y los diferenciales ya son más altos! Dos o tres puntos, es escandaloso... El Euríbor está en el 0,58 por ciento y para compensar esa caída han elevado el diferencial hasta tres puntos... Eso es abusar... No debemos ni podemos aceptar ese crédito hipotecario abusivo que te encadena. El consumidor tiene que aprender a vivir en un nuevo modelo que no le encadene .
–También tendremos que hacer autocrítica y reconocer que hemos pecado de ingenuos, que nunca hemos leído la letra pequeña de lo que firmábamos...
–Sí, la cultura financiera ha avanzado con nuevas leyes y otros decretos, en el sentido de que los notarios, registradores, entidades, contratos, tendrán que tener algunas condiciones más claras, más especiales, incluso utilizar otro color de tinta... Pero eso se lo han saltado en el ahorro, por ejemplo, con las preferentes, donde han violado leyes europeas. No confiamos demasiado en esas medidas dejadas en mano de la banca, de notarios, de registradores... Algunos cumplirán con la ética, pero otros... Ya nos han engañado antes. En las preferentes hacían firmar documentos en serie, una hoja detrás de otra en las que ponía que quien firmaba lo habían leído y lo conocía todo, cuando no era así. Esas medidas deberían ser mucho más claras.
–¿En qué situación se encuentran los inversores de Fórum Filatélico y Afinsa? ¿Hay luz para ellos?
–Estamos en el fatídico séptimo aniversario. Fue un fraude más que clama al cielo, siete años sin juicios. Es un cachondeo la lentitud de la Justicia. Los defraudadores en la calle, los responsables de la CNMV y del Banco de España cobrando sus sueldazos y sin responsabilidad alguna... Los afectados de Afinsa y Fórum serían los más legitimados para hacer escraches a los políticos después de estos siete años de calvario...
–¿No es una paradoja que las cajas de ahorros, que en teoría debían estar guiadas por una vocación social, hayan caído víctimas de la especulación inmobiliaria?
–Sí. De la especulación inmobiliaria, la corrupción, el lujo y el derroche de esas instituciones. Por meterse en créditos e historias como las inversiones de Bancaja en Valencia, los aeropuertos de Castilla-La Mancha... Una mala administración y una politización nefasta. Estaban para hacer obra social en sus territorios, que no tenía nada que ver con esos negocios y proyectos de politiquillos de tres al cuarto que no saben administrar... Un conjunto, en definitiva, muy doloroso para todos. Cualquiera podía ver que eso no iba a ninguna parte, menos ellos al parecer.
“La banca no nos da miedo. Tenemos muchas armas y las usamos todas”
–Desde fuera se intuye que enfrentarse a un gigante como el sector financiero debe infundir mucho respeto. ¿No es una lucha desproporcionada?
–No les tenemos miedo. Adicae está constituida como una gran organización en España y en el resto de Europa. Somos muy activos. No les tenemos miedo porque tenemos armas y palancas. Estamos organizando a los consumidores, que es muy importante, ya que sin organización no somos nada. Mediante procedimientos extrajudiciales, con frentes judiciales, moviendo a instituciones de todo tipo de arriba a abajo, colaborando con ellos pero exigiendo que tomen todas las medidas de protección y presión en la calle. Movemos todas la palancas posibles para lograr resolver los problemas que afectan a los usuarios bancarios. No hay miedo, hay muchas armas y las estamos usando todas.