El Faro publica hoy el testimonio gráfico del mal uso que algunos bañistas dan a las redes antimedusas colocadas por la Consejería de Medio Ambiente para evitar que estos organismos, que tantos perjuicios causan a los usuarios de las playas, lleguen hasta la orilla. Este verano se está criticando, quizás en exceso, tanto a la Ciudad como a la empresa que colocó las mallas. Con independencia de que esta estructura no es infalible, por el levante o por el fondo rocoso de la bahía sur, lo que ha quedado claro es que el mero hecho de que haya usuarios que se cuelgan de ella y que incluso la hunden propicia la entrada de bancos de medusas a la zona acotada de baño, por no decir de aquellos que con balsas hinchables las atraviesan, quitándole una efectividad que luego es ciertamente criticada.
Precisamente por ello Medio Ambiente no se plantea sancionar a la empresa por el hecho de que se hayan detectado miles de aguasvivas en las playas de la bahía sur. Y es que una imagen vale mucho más que mil palabras. Y hoy así lo demostramos.