La Ciudad, tras dos intentos fallidos, pide autorización judicial de entrada porque la obra puede dañar la estructura del edificio.
La Ciudad Autónoma se enfrenta al que puede ser el caso más largo y farragoso relativo a la demolición de un ático ilegal en el marco de la disciplina urbanística. El Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) publicó la semana pasada que, a finales de noviembre, nadie abrió la puerta de la vivienda que alberga una obra realizada sin licencia en un inmueble de calle Velarde cuando la empresa contratada a tal efecto se personó en el domicilio.
Tras dos intentos infructuosos de acceder a la casa, el decreto recogido por la administración autonómica advierte de que se solicita la oportuna autorización judicial. El único fin es tirar la construcción ejecutada ilegalmente porque puede entrañar un riesgo para la estructura del edificio. Una actuación de conformidad con la sentencia que ponía punto y final al procedimiento, pero que se le ha enquistado al Ejecutivo local desde 2009.
La medida tiene por objetivo el cumplimiento de lo dictado por el Juzgado Contencioso-Administrativo nº 1 que estimó el recurso interpuesto por la comunidad de propietarios del edificio contra la inactividad de la Ciudad Autónoma, que condenó a la misma a que procediera a llevar a cabo la ejecución subsidiaria acordada. El expediente finaliza cuando hay una sentencia firme que, en el caso de calle Velarde, fue dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Esta fórmula de demolición consiste en que la Ciudad asuma los trabajos como suplente aunque será el infractor quien, en última instancia, hará frente al coste de la actuación. No obstante, siempre se ofrece primero a los propietarios la opción de que sean ellos quienes la realicen.
Cuando la denuncia se formaliza, la Consejería de Fomento inicia la identificación del responsable de las obras y el titular de la vivienda para, a continuación, solicitar la correspondiente nota simple en el Registro de la Propiedad y pasar al juzgado.
Aunque los casos más llamativos de incumplimiento de la disciplina urbanística pueden ser los conocidos de forma popular como áticos ilegales, el grueso de los expedientes tratan sobre viviendas irregulares que se extienden por toda la ciudad aunque, sobre todo, están localizadas en zonas de la periferia como El Príncipe o el Recinto, entre otras.
Demolidas entre ocho y diez edificaciones durante este año
En el transcurso de 2014, la Ciudad Autónoma estima que se procedió a la demolición de ocho a diez edificaciones que se conocen de forma popular como áticos ilegales y contemplan de cerramientos a distintas construcciones. En la mayoría de estos derribos, puntualizó el Ejecutivo local, fueron los propios dueños de la vivienda quienes ejecutaron los trabajos y la mediación de la administración autonómica fue necesaria en casos aislados. Las mismas fuentes oficiales detallaron que algunas de ellas no requirieron de grandes trabajos ya que se trataba de estructuras desmontables y similares. Sin embargo, existen otras de mayor envergadura que exigen de las labores de una empresa que incluya en su oferta de servicios las demoliciones porque pueden tratarse de edificaciones de mampostería. Uno de estos casos de mayor magnitud es el ático ilegal ubicado en calle Velarde y que está dando más de un quebradero de cabeza a la Ciudad Autónoma.