La Comgeceu comienza la limpieza de los restos del monte de la Tortuga

El 5 de octubre del pasado año quedará marcado en la historia de Ceuta como una de las mayores tragedias medioambientales sufridas por la ciudad. A las 11 de la mañana de ese fatídico día, unas maniobras militares provocaron accidentalmente un fuego que arrasó 35 hectáreas del monte de la Tortuga.

La Ciudad activó el Plan de Incendios Forestales, en nivel de alerta 2, debido a la gravedad del fuego que, en algunos momentos, llegó a estar totalmente fuera de control. La sequedad del ambiente y el fuerte viento no fueron de ayuda y las llamas se propagaron en dos direcciones: hacia el Pantano y al polvorín del Renegado. Las pequeñas chispas de fuego que eran trasladadas a través de las corrientes de aire caliente generadas por el mismo incendio, también facilitaban la aparición de nuevos focos que dificultaron aún más las tareas de extinción.
Seis meses después de la tragedia, el Ministerio de Defensa ha iniciado las tareas de mejora de las condiciones del monte, que se acometen desde el pasado día 2 y hasta el 13 de mayo.
“Como ya anunció el comandante general en su alocución en la pasada Pascua Militar, a iniciativa de la Comandancia General, de manera conjunta con la Ciudad, a través de la Consejería de Medio Ambiente, y la UME, como dirección técnica, unas acciones encaminadas a la mejora de las condiciones en las parcelas militares, dada la llegada de la época estival”, explicaba el teniente coronel de la Comgeceu, José Joaquín Milans del Bosch.
Desde el pasado día 2 y hasta el próximo 13 de mayo, un total de 150 militares de cada una de las unidades de la Comandancia General participa en las tareas de desbroce en horario intensivo. Esta semana, en apoyo de la Unidad Militar de Emergencias, serán los efectivos del Tercio Duque de Alba 2º de la Legión los que acometerán la primera parte de los trabajos, en los que también intervendrán el RAMIX 30, el Regimiento de Caballería ‘Montesa 3’, el Batallón de Cuartel General y la unidad de máquinas del Regimiento de Ingenieros (RING 7). “En esta primera fase se está realizando la limpieza del monte y retirada de residuos vegetales dentro del polvorín del Renegado y también en el perímetro exterior”, asevera Milans del Bosch.
En el desarrollo de las tareas se emplearán tratamientos no selectivos, sino que todos ellos corresponden a la selvicultura preventiva cuyo objetivo es la eliminación de combustible indeseable en el monte: árboles muertos, troncos y ramas caídas. El teniente Celma, jefe de la sección del Tercio Duque de Alba 2º de la Legión, encargada de apoyar a la Comgeceu, explica las tareas que acometen los efectivos militares en esta primera semana. “Nos encargamos de retirar la maleza quemada, los troncos y lo que decida la UME que tenemos que quitar para las tareas de acondicionamiento del polvorín. Para ello aportamos mano de obra y el conocimiento del personal que puede manejar cierto material como motosierras y desbrozadoras”.

Una empresa contratada con fondos de Defensa acometerá una segunda fase de limpieza

A principios de semana daban comienzo los trabajos de limpieza en la zona arrasada por el incendio, una primera fase que da el pistoletazo de salida a actuaciones futuras, aunque en terreno no militar.  “En un segunda fase, y con créditos del Ministerio de Defensa, se tiene prevista la contratación de una empresa civil que, bajo la dirección de los técnicos de Medio Ambiente de la Ciudad, realizarán la limpieza del monte exterior al perímetro del polvorín”, apuntaba Milans del Bosch.
En cualquier de las dos fases, las intervenciones serán de baja intensidad y selectivas, beneficiosas para el monte y no producirán ningún impacto sobre el paisaje. “Se tiene muy presente evitar cualquier impacto sobre el paisaje y dando prioridad al respeto al medio natural, a su vegetación y a su fauna”, insiste el teniente coronel.

Los restos se trasladan a una empresa especializada

Los militares que intervienen en el desbroce en esta primera semana, efectivos del Tercio II de la Legión, junto a la UME, se encargan de retirar residuos vegetales o combustible indeseable para posibles incendios. Su traslado se realiza en camiones del RING-7 y el punto final es la planta de recogida de Makerel, donde la empresa ha cedido un espacio para recopilar los restos vegetales susceptibles, algunos de ellos, de ser pasto de las llamas, en caso de provocarse un fuego en el monte.
En estas tareas de retirada de residuos vegetales, cuenta con el asesoramiento de personal de Obimasa, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, quienes determinan qué especies no pueden ser podadas. Es el caso de las denominadas ‘especies agresivas’, en excesiva competencia con la arboleda con la que comparten terreno y que no permiten el crecimiento de nada bajo su arbolado. El eucalipto tiene bajo valor ecológico y pueden proliferar tras un incendio, ocupando el monte como jaras y brezos. Es por ello que los expertos en la materia recomiendan no podar los eucaliptos, al ser la única especie que se recuperará por sí sola.
Recordar que la propia Ciudad Autónoma, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha estado también en contacto todos estos meses con la misma Comandancia General a la hora de preparar esta actividad, una vez que lo han permitido las condiciones meteorológicas.
La zona afectada por el fuego se extendió a lo largo de 35 hectáreas. Durante los últimos diez años se estuvo repoblando, después de que hace más de 20, un importante incendio arrasara el área. Serán necesarias más de dos décadas para que el Monte de la Tortuga y sus alrededores vuelvan a mostrar la misma imagen que  mostraba antes del 5 de octubre de 2015.
El grave incendio acabó con una importante masa forestal de alcornoques, pinos, madroños, labiérnagos, pinos y matorral noble.

Visto bueno al convenio para que Andalucía preste ayuda aérea en los incendios forestales

El Consejo de Gobierno ha dado el visto bueno a la firma del convenio con la Junta de Andalucía para apoyo técnico en la extinción de incendios forestales en nuestra ciudad. Negociaciones que han venido manteniéndose en los últimos meses entre el consejero de Presidencia, Gobernación y Empleo de la Ciudad Autónoma, Jacob Hachuel y el consejero de Medio Ambiente del Ejecutivo andaluz.
Han sido los servicios técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía la que ha redactado el texto del acuerdo y ya tiene el visto bueno de los servicios jurídicos de la Ciudad Autónoma. Ahora para la rúbrica oficial se buscará la fecha adecuada para que el titular del departamento autonómico andaluz se desplace en nuestra ciudad.
El propio texto del convenio figura como auxilio muto entre las dos comunidades en caso de incendios forestales, pero será nuestra ciudad la gran beneficiada porque si se produce algún fuego y se solicita el auxilio de Andalucía, tanto los hidroaviones como los helicópteros estarán dispuestos para desplazarse a Ceuta. Hasta ahora, era el Ministerio de Agricultura era el que prestaba este apoyo aéreo en el caso de incendio forestal, pero el gran problema es la tardanza, ya que la base del departamento ministerial está en Torrejón de Ardoz, mientras que los andaluces tardarían muchos menos.
El acuerdo será a coste cero para las arcas de la Ciudad Autónoma, porque si en alguna ocasión se necesita la venida de algún aparato de la Junta, será el propio Gobierno andaluz el que asumirá ese coste. Destacar, por otro lado, que también figura la posibilidad de cursos de formación destinados a los miembros del Servicios de Extinción de Incendios y Salvamento de la Ciudad Autónoma de Ceuta.

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