La Ciudad propone sancionar a Ingesa con 12.000 euros por el ruido del Hospital

• El Instituto ha presentado un escrito de alegaciones que la Consejería de Medio Ambiente estudia en estos momentos

• El nivel del sonido de los motores supone un riesgo grave para la salud o la seguridad de las personas

La Ciudad Autónoma ha propuesto multar al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) con 12.000 euros por la contaminación acústica que generan las máquinas enfriadoras encargadas del sistema de climatización del Hospital Universitario de Ceuta. Un ruido que provoca, desde hace años, considerables molestias a los vecinos de la promoción de viviendas más próxima a ese flanco del complejo hospitalario, las conocidas como 170 VPO, en la calle doctora Soraya.

En respuesta a la propuesta de sanción, el organismo público titular del clínico de Loma Colmenar ha presentado un escrito de alegaciones que la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad estudia en estos momentos y en el que solicita el sobreseimiento del expediente.

La resolución sancionadora formulada por el instructor es provisional de modo que, después de que el área competente valore los argumento de defensa que esgrime Ingesa, corresponderá a la Consejería de Medio Ambiente resolver el fallo definitivo que ratificará esa penalización de 12.000 euros o bien acabará archivándola. En caso de confirmarse la multa, el titular del Hospital Universitario sería considerado responsable de la comisión de esta infracción.

Este expediente castiga la presunta comisión de un incumplimiento muy grave de la Ordenanza Reguladora del Ruido, Vibraciones y Contaminación Acústica por parte de Ingesa. Una infracción que se sanciona con importes que van de un mínimo de 12.001 a un máximo de 300.000 euros, con independencia de las medidas complementarias que se puedan adoptar como son, entre otras, la revocación de la licencia municipal o la clausura definitiva o temporal del establecimiento en cuestión.

Ingesa ha expresado a la Ciudad en numerosas ocasiones su desacuerdo con los hechos imputados. El organismo responsable de la sanidad pública asistencial incidió en que no hay medidas correctoras por parte de la Ciudad en las viviendas. Unas alegaciones en las que también apuntó a que, en su día, no se construyeron las viviendas con los parámetros adecuados en la zona acústica donde ya estaba en funcionamiento el Hospital pese a que ambas edificaciones figuraban previamente en el planteamiento urbanístico de Loma Colmenar.

La institución sanitaria reiteró que ya está actuando en los términos que anunció, lo cual se traduce en la finalización de la primera de las cuatro fases correctoras y el comienzo de las obras de la segunda. Una medida que implica la sustitución de las rejillas de ventilación en la sala de máquinas.

Ya en julio de este año, la Delegación del Gobierno, como principal representación de la Administración General del Estado en Ceuta, difundió una serie de “aclaraciones” en relación a la contaminación acústica que emiten los cuatro motores del Hospital Universitario. El Gobierno de la Plaza de los Reyes recordó que el Hospital se inauguró y puso en funcionamiento  “antes de la construcción” de las viviendas ahora  afectadas. “Ingesa advirtió por escrito, antes del inicio de las obras de contrucción de las viviendas, de la conveniencia de retranquearlas para evitar afecciones acústicas sobre las mismas provenientes de la maquinaria del Hospital, sin que dicha advertencia fuese tomada en consideración”, aseguró en un comunicado de prensa.

Una vez “construidas y entregadas” las viviendas, y ante las reclamaciones de los habitantes de las mismas, la Ciudad inició un expediente contra Ingesa por contaminación acústica. Fue el momento en el que Ingesa desveló el diseño de un plan en cuatro fases para “ir reduciendo paulatinamente” la afección sonora. La Delegación del Gobierno avaló las soluciones emprendidas por Ingesa, institución que aseguró que continuará desarrollando las diferentes fases de su plan de cuatro fases, “hasta que los niveles de ruido estén por debajo de los permitidos por la normativa medioambiental”.

Las mediciones superan durante todo el día los límites establecidos en la ordenanza

De la evaluación de los resultados de las mediciones acústicas, se desprende que el ruido que producen los grupos de máquinas enfriadoras que alimentan el sistema de climatización del Hospital Universitario supera los límites establecidos para las distintas franjas horarias recogidas en la Ordenanza Reguladora del Ruido, Vibraciones y Contaminación Acústica. La transgresión en más de 7 decibelios (dBA) por las noches y por encima de los 10 de mañana y tarde se interpreta como una situación de riesgo grave para la salud o la seguridad de las personas, de acuerdo con la ordenanza. A pesar de la insonorización implementada a la maquinaria del Hospital, los vecinos continúan padeciendo sus efectos, como ellos mismos denunciaron de forma pública y los partidos políticos en la oposición se encargaron de trasladar al Pleno de la Asamblea. Desde la instalación de las pantallas acústicas que rodean los motores del Hospital, “ese ruido se ha concentrado ahí, sube hacia arriba y a partir de la tercera planta a los vecinos les vibran hasta las paredes”, se han quejado en multitud de ocasiones los vecinos de las 170 VPO. Aún está pendiente de finalización la segunda fase –de cuatro– del proyecto de aislamiento que, según Ingesa, acabará con esas molestias.