Un informe elaborado por Sanidad indica que más de la mitad de los registros se originó en establecimientos de restauración
El servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Ciudad ha concluido la redacción de un informe que recoge los datos de brotes declarados en el periodo comprendido entre 2001 y 2010. En una década, la Consejería de Sanidad y Consumo ha registrado 37 brotes de transmisión alimentaria, lo que arroja un promedio de cerca de cuatro incidencias anuales. Los ciudadanos afectados por los brotes originados por la ingestión de alimentos o agua alcanzaron la cifra de 468, lo que arrojó una media de cerca de 50 ceutíes afectados de carácter anual.
Entre las conclusiones del informe cabría mencionar que más de la mitad de los brotes transmitidos por alimentos tiene su origen en establecimientos de restauración colectiva. En concreto, el porcentaje arrojó que casi seis de cada diez casos (58,8%), estuvo causado por el contenido en una comida de un bar, restaurante o similares; una cifra que no resulta lejana del valor nacional (54,7%).
“Estas investigaciones resultan fundamentales en el ámbito de la salud pública de la ciudad”, declaró Hakim Abdeselam, consejero de Sanidad y Consumo, al referirse a los resultados del informe. “El estudio pormenorizado del modo de transmisión, por ejemplo, puede servir para determinar diferencias sensibles que ayudan en el diagnóstico y en herramientas para una futura prevención”.
En cuanto a futuras estrategias en materia de salud pública, los valores del servicio de Epidemiología revelan “prácticas incorrectas de manipulación” como factores contribuyentes en “la mayoría de los brotes”. Es en este punto la que más debilidad presenta en la cadena de producción y consuno. De ahí que se antoje “prioritaria la labor de formación, mantenimiento de los conocimientos y su reforzamiento”, concluye el texto. Sobre este particular, Abdeselam manifestó el objetivo del mantenimiento de las jornadas sobre epidemiología, ciclo informativo con el que se intenta informar a la ciudadanía y a los diversos sectores implicados en la cadena alimentaria –incluidos los establecimientos de restauración–.
El informe de Sanidad incluye los pormenores de dos años en los que el número de brotes o ciudadanos afectados fue extraordinariamente elevado. Como aparece en la Figura 1, el año 2008 registró hasta 12 brotes alimentarios, de los que cuatro se debieron a pequeños casos familiares de hepatitis A, siendo los ochos restantes causados por otros agentes. En cuanto al número de afectados (Figura 2), el año con mayor incidencia se desarrolló en 2004 (193 víctimas). Aquel año, ocho banquetes de un mismo restaurante arrojaron una cantidad de 184 afectados, dato que disparó notablemente el registro. El segundo recuento en intensidad se ocasionó un año antes, en 2003, con 53 casos registrados en un establecimiento militar.
La salmonella o el nombre de una bacteria maldita
Aunque es la salmonella la bacteria más conocida como causante de síntomas gastrointestinales, fue el ‘Staphycolococcus Aureus’ el microorganismo responsable de la mayoría de los brotes de origen alimentario en Ceuta (hasta 10). Naturalmente, la salmonella consta entre los organismos más estudiados entre los alimentos implicados epidemiológicamente. En estos brotes, seis de cada diez veces fue localizado en huevos y ovoproductos mientras que tres de cada diez veces se analizó en restos de carne de ternera o de pollo.
Las prácticas correctas de los manipuladores
“A la vista de los resultados”, refleja el informe de Sanidad, “resulta fundamental reforzar las correctas prácticas en los manipuladores de alimentos”. Entre ellos, en la investigación epidemiológica consta que hasta en cinco ocasiones se trató de “manipuladores circunstanciales”. A continuación, en un número de tres ocasiones la causa del brote estuvo causada a una “refrigreración adecuada”, a una“insuficiente limpieza”, a la “conservación inadecuada de los alimentos” y a “inadecuadas condiciones del local”.