La adjudicataria dará servicio en el Centro de Realojo Temporal y en el de Punta Blanca durante dos años
El coste de la alimentación durante los próximos dos años de los menores acogidos en el Centro de Realojo Temporal para Colectivos Vulnerables y en el Centro de Internamiento de Menores Infractores de Punta Blanca tendrá un coste igual o inferior a 1.332.542 euros. Ése es el importe máximo de las ofertas que pueden presentar hasta el próximo 10 de octubre las empresas interesadas en optar a ese contrato.
La adjudicataria deberá ofrecer cinco servicios diarios formados por, además del desayuno, comida y cena, un tentempié para los recreos escolares y la merienda. Además la Administración local exige una serie de garantías. En primer lugar, la empresa que se haga cargo del servicio debe asegurar el suministro de comida “durante todos los días del año”. De hecho, tiene que especificar “claramente en la oferta la garantía de servicio en supuestos imprevistos como averías en sus instalaciones, huelgas...” Además la confección de los menús debe “garantizar una alimentación sana y equilibrada, así como todas la derivaciones terapéuticas que sean necesarias”. Tiene que elabora fichas técnicas de los platos donde se especifique la materia prima, su cantidad y las formas de cocción. El manipulado y cocinado de los alimentos se debe realizar en las instalaciones del adjudicatario, “que necesariamente estarán ubicadas en Ceuta”.
La empresa también debe hacerse cargo del transporte “debidamente acondicionado” de las comidas y de su distribución a cada uno de los centros “en recipientes isotérmicos debidamente homologados”. Además, como cualquier otra empresa del sector de la alimentación, tendrá que cumplir con las normas de higiene y encargarse del traslado y correcto almacenamiento de los residuos.
Menús en fechas señaladas Las distintas festividades deben tener su reflejo en el servicio que ofrezca la adjudicataria en esos días señalados. Así, están previstos menús especiales en Año Nuevo (comida), Epifanía del Señor (comida), Nochebuena (cena), Navidad (comida), Nochevieja (cena), Fiesta del Sacrificio, Eid al-Adha (desayuno, comida y cena) y Fiesta del Fin del Ramadán, Aid Al Fitr (desayuno, comida y cena).
La empresa también debe tener en cuenta los cumpleaños de los niños, que se celebrarán junto a otros eventos con una merienda especial el último viernes de cada mes. En todo caso, tanto en el servicio diario de comidas como en los servicios especiales, el personal propio de la empresa adjudicataria será el encargado de servir las comidas, que también deberá aportar vasos y cubiertos en plástico desechable, además del servicio de aceite, vinagre y sal en dosis individuales.
Sin mención a la carne de cerdo “La comida deberá de prepararse, guisarse y condimentarse de forma adecuada, ajustándose a la dieta prescrita para cada usuario”, se indica en el Pliego de Condiciones Técnicas. También señala que debe servirse a más de 65ºC, que es necesario limitar el exceso de sopas y de frituras y que hay que dar preferencia a productos naturales. Y advierte de que los menús están destinados a “todo tipo de menores, enfermos, con discapacidad, y con diversos problemas de salud”. No hay ninguna referencia expresa a la carne de cerdo ni a sus derivados. Cuando se señalan las posibilidades de elaboración del segundo plato de la comida, en el Pliego se indica la posibilidad de utilizar carne de ternera, pollo, pescado, huevos... Sin embargo, en ningún momento se menciona la carne de cerdo, ni para autorizar su uso ni para prohibirlo. Sí se señala que los menús deben ofrecer una aportación energética suficiente, un equilibrio adecuado entre nutrientes, la necesaria cantidad de vitaminas y sales minerales y posibilitar la frecuencia y variedad en el consumo de los alimentos fundamentales. De hecho, un nutricionista tiene que encargarse de su elaboración.
Los menús presentarán “variaciones primavera-verano y otoño-invierno”. También está previsto realizar menús específicos por prescripción facultativa o decisión de la dirección de cada centro sin que ello afecte al precio ofertados por la adjudicataria, con independencia del porcentaje de estos menú. Su finalidad es que los menores puedan consumir dietas blandas, diabéticas, astrigentes, sin sal, hipocalóricas, líquidas u “otro tipo de dieta que sea necesaria”. En cualquier caso, la empresa debe enviar a cada centro con una semana de antelación los menús previstos para los siguientes quince días.
Por otro lado, la adjudicataria tiene la obligación de aportar, “previo al inicio del contrato, certificación negativa del Registro Central de Delincuentes Sexuales de todas aquellas personas que durante el ejercicio del contrato tengan relación con los usuarios del mismo”.