La Ciudad defiende el precio pagado por los chalecos antibalas

El Gobierno autonómico defiende todo el procedimiento que ha llevado durante los últimos meses para la compra de chalecos antibalas destinados a la Policía Local y los precios a los que han sido adquiridas las noventa unidades.

La Ciudad Autónoma inició el pasado 1 de diciembre de 2014 el expediente para la compra de 75 chalecos antibalas con el fin de mejorar las condiciones de seguridad de los agentes de la Policía Local. Durante diciembre y enero continuó la tramitación administrativa del expediente y el día 30 de este último mes la licitación se publicó en el BOCCE. El lunes siguiente el superintendente de la Policía Local emitió un informe para suspender el concurso y el 3 de febrero la consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo remitió un escrito en este sentido a Contratación. El expediente fue anulado definitivamente el día 9 de febrero. En el momento en el que se produjo la anulación del concurso ninguna empresa había presentado su oferta. No obstante, esta resolución no se anunció en la página web de Contratación hasta el día 19 y fue en ese intervalo cuando acudieron a la licitación varias empresas, y más concretamente el día en el que terminaba el plazo para la presentación de las ofertas del concurso convocado, y que, como se ha señalado, ya estaba anulado. Suspensión del concurso Al haberse suspendido el concurso, el Gobierno desconoce el contenido de las ofertas que se realizaron, por lo que no puede ni confirmar ni desmentir esa supuesta oferta de 300 euros a la que alude la coalición Caballas. No obstante, lo que sí conoce la Administración es el precio de las ofertas que se efectuaron en un concurso similar resuelto en noviembre de 2011 para la compra de 72 chalecos. Esa licitación fue ganada por la empresa Texyon, que fue la que efectuó la menor oferta: 595 euros por unidad para un suministro de carácter ordinario. A este concurso se presentó una empresa de Ceuta que realizó, obviamente, una oferta superior, y que se volvió a presentar a esta última licitación. En cualquier caso, según el comunicado emitido ayer por tarde por el Gobierno “llamaría la atención la cuantía de esa supuesta oferta teniendo en cuenta las características del suministro, debido al nivel de protección del chaleco (válido para armas cortas y Magnum, equivalente a los niveles III-A, SK 2 y HG 2 de las normativas NIJ, German Standard y PSBD, respectivamente), el plazo de garantía (10 años) y, sobre todo, al hecho de que el chaleco debe estar hecho a medida de cada agente. También sería de extrañar a juzgar por las contrataciones que están efectuando otras administraciones como la del Ayuntamiento de Madrid, que en julio de 2014 inició una operación de compra entre eses año y los dos siguientes de 1.150 chalecos antibalas de uso externo y 150 de uso interno por valor de 888.140 euros, lo que arrojaría una media por unidad de 683,18 euros”. En relación a los motivos por los que la Administración paralizó el concurso, la decisión se basa fundamentalmente en el objetivo de acortar los plazos de suministro –para aumentar no solo los medios pasivos de protección del agente, sino su propia sensación de seguridad–, y teniendo en cuenta que a raíz del atentado de París del pasado 7 de enero el Ministerio del Interior elevó la alerta antiterrorista al nivel 3 y que el 24 de ese mismo mes el Cuerpo Nacional de Policía detuvo en Ceuta a cuatro yihadistas. De hecho, la Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo ha recibido por escrito desde la Policía Local alguna solicitud a título individual demandando un chaleco antibalas; lo que va en consonancia con las demandas planteadas en los últimos meses por sindicatos y organizaciones con representación en los cuerpos de seguridad y con decisiones de otras administraciones como el Ayuntamiento de Madrid, que recientemente ha decidido acelerar la entrega de 600 chalecos de los 1.300 del contrato mencionado anteriormente. Con el uso del procedimiento de emergencia la Administración consigue acortar el momento del suministro en un plazo que rondaría los tres meses (si no hubiera una baja temeraria), además de haber elevado en 15 unidades el contrato de suministro con el fin de dotar a un mayor número de agentes de este elemento de protección. El uso del procedimiento de emergencia para la compra de este material ha sido utilizado por otras administraciones, empezando por el Gobierno de España, con acuerdos del Consejo de Ministros, y terminando por casos recientes como el Ayuntamiento de Valencia, que el pasado 7 de febrero aprobó este procedimiento para la adquisición de 100 chalecos y 500 pistolas para su Policía Local. Para la contratación por emergencia de este suministro, la Ciudad ha tomado como referencia el concurso de 2011, tanto en lo que se refiere al precio de la unidad, como al suministrador. Es, por tanto, la empresa que realizó la oferta económica más baja hace tres años a la que ha contratado la Ciudad en esta ocasión. Por último, el Gobierno lamenta que la protección y la seguridad de los agentes de la Policía Local no se escape de la contienda electoral y sea utilizado para intentar obtener un rédito político y “este Gobierno no dudará nunca en anteponer la primera cuestión a la segunda, y esto es lo único que le ha movido a la hora de anular el concurso e iniciar el procedimiento de contratación por emergencia”, finaliza el comunidado del Ejecutivo.

Lamento por la “utilización electoral”

El Gobierno lamenta que la protección y la seguridad de los agentes de la Policía Local no se escape de la contienda electoral y sea utilizado para intentar obtener un rédito político. Además mencionan que “el Gobierno no dudará nunca en anteponer la primera cuestión a la segunda, y esto es lo único que le ha movido a la hora de anular el concurso e iniciar el procedimiento de contratación por emergencia”. El propio presidente Vivas había manifestado por la mañana en el programa ‘La Voz del Faro’ de Cope Ceuta que desde el primer momento el ejecutivo que preside había compartido desde el principio “la inquietud que tenían y los agentes y por ellos seguimos las directrices que nos marcaron los técnicos entendidos en la materia”. Además hizo un simil en relación con los distintos precios de los chalecos, “es igual que los vehículos, todos tienen un volante, cuatro ruedas y un motor, pero no es lo mismo un Skoda que un Audi de alta gama”.