La ciudad de la crisis eterna

Nuestro presidente ha estado en Madrid en un foro político parlamentario para invocar nuestro hecho diferencial y poder retener de manera permanente la inversión de la UE a través de los fondos FEDER y otros para el establecimiento de empresas. Sin embargo, aprovechó la ocasión también para volver a solicitar apoyo económico al estado para superar una situación de crisis económica que se agrava por momentos. En lo que respecta a los fondos europeos nos parece inteligente seguir pidiendo ciertos fondos que nos permitan acometer obras importantes y que beneficien a todos, en lo que se refiere a los fondos para la creación de pequeñas empresas la cuestión no es nada baladí pero creemos que se necesitaría un mayor control de los precios de los alquileres para que esta inversión tenga alguna utilidad. Actualmente muchas de estas inversiones terminan en los bolsillos de usureros del alquiler que con la excusa del mercado saquean a los emprendedores impidiéndoles prosperar.
Con respecto al otro discurso, debemos indicar que el incremento de los presupuestos que clama nuestro presidente no servirá para superar la situación de crisis estructural que aqueja a Ceuta y, por lo tanto, tampoco se orienta en la dirección de buscar otras nuevas fuentes de inversión. Lo que más nos gustó de su discurso fue la exposición sobre la dificultad de compartir ciertas políticas de gestión en infraestructuras a diferencia con otras comunidades autónomas. Las políticas y las inversiones para Ceuta han de ser particulares y no se pueden compartir con otros.
En general, nosotros podríamos estar de acuerdo en incrementar aquellas partidas presupuestarias necesitadas de atención por parte del estado. Entre ellas las dedicadas a temas medioambientales, que actualmente es insuficiente y refleja una errónea asunción de competencias sin el aporte económico correspondiente. Lo mismo podríamos indicar sobre los Bienes de Interés Cultural, que el estado ignora completamente. El estado muestra sus carencias de inversión en nuestra ciudad en según que temas, así, por ejemplo, el servicio de costas está ausente y sin dotación operativa. Teniendo en cuenta que las costas son prioritarias para Ceuta deberían exigirle lo que venimos reclamando desde esta tribuna de opinión durante muchos años sin éxito alguno. Sólo se acuerdan de las costas cuando las desea fastidiar con obras y “regeneraciones” nefastas de ciertos enclaves costeros emblemáticos de Ceuta. Pero no nos engañemos, nuestro presidente se ha presentado en Madrid para que le inyecten los fondos necesarios y que esto se convierta en una obligación legal. Seguro que la presentación fue buena y también que tendrá razones administrativas y políticas suficientes para solicitar los incrementos económicos, pero también estamos seguros que nos encontramos ante una operación del gobierno de la ciudad para poder hacer frente al inmenso gasto en el capítulo primero y mantener el entramado mega-burocrático en el que se ha convertido nuestra ciudad. Para ello necesita un auxilio económico desmesurado, lo cual no solucionará el problema del exceso de personal, ni el de la falta de productividad, ni mucho menos el del reparto más equitativo de los recursos públicos, como tampoco provocará el cambio de paradigma económico, social y ambiental que necesita nuestra ciudad. Además, de esta manera cada vez somos más y más dependientes del estado para todo y este impondrá sus condiciones. Con esta legislatura fue el nuevo centro penitenciario y en el futuro será cualquier ocurrencia que se desee imponer desde Madrid. De esta manera estamos condenados a ser los eternos pedigüeños a la vez que deudores en la ciudad de la crisis eterna. Si por lo menos hubiera ido acompañado con una llamada de atención que reconozca que la capacidad de carga de nuestro sistema está sobrepasada y que solicitamos una tutela estatal para hacer frente a los graves retos que esta elevada población está provocando en Ceuta. Pero no, las soluciones que siempre van nuestros políticos a buscar a Madrid son de índole económica y nosotros pensamos que estas ya no son ni buenas ni convenientes para Ceuta. Cuanto más se tutele económicamente a nuestra ciudad menor será nuestra capacidad de solucionar los problemas de productividad y controlar los enormes gastos que contraemos con las inapropiadas inversiones que realizamos. Como indicábamos en el artículo anterior, la economía local no puede soportar el lastre demográfico que tenemos y, para ello, el estado debe ayudarnos a absorber ciudadanos que tendrán que repartirse por el resto de la geografía española. También se podrían desarrollar campañas de control demográfico, explicando las dificultades de mantener una población demasiado elevada en tan escaso territorio. La excesiva población está ahogando la calidad de vida de nuestros ciudadanos, que utilizan el vehículo privado prácticamente para todo. La ciudad, como en otras ocasiones hemos venido denunciando, está atestada de vehículos privados que recorren las calzadas y ocupan también las aceras y llegan a taponar las salidas de las viviendas con la mayor impunidad. ¿Qué se está haciendo para reducir el uso del vehículo privado en las calles de nuestra ciudad?. Está bien claro que todavía no se está poniendo en práctica ninguna medida que pueda ir corrigiendo esta gravísima situación.
Ceuta es una ciudad insostenible, un agujero negro que absorbe todo lo que está a su alcance y conforme continúe creciendo su población, el diámetro de su agujero se acrecentará. Los lobbies de poder económico y los monopolistas de los recursos están satisfechos con esta situación de grandes ventas y consumos, pero saben que ya no hay mercado que se autorregule y equilibre por sí mismo sin que concurran situaciones muy dramáticas como las que ya se están viviendo en nuestro país con la pérdida de empleos, vivienda y acceso a casi todo de lo que antaño muchas personas habían disfrutado con normalidad.
De la misma manera, no podemos continuar dilapidando fondos públicos sin ton ni son, y muy ciegos deben estar en Madrid si dejan pasar el escándalo de la Manzana del Revellín. El estado debería pedir explicaciones a la Ciudad Autónoma de tamaña inversión, cuyo precio sobrepasa posiblemente los 60 millones de euros. Esto será un imponente lastre que retrasará el avance de la sostenibilidad y tendrá hipotecada a la ciudad por un buen número de años.
Por último, diremos que en la agenda 21 hay muchas medidas sociales que benefician a todos. La mujer, los jóvenes y los mayores están también representados en las propuestas. El empleo alternativo está por desarrollar en nuestra ciudad, que no termina de aprovechar sus potencialidades innatas.
Tenemos ante nosotros una gran alternativa de mejorar nuestra ciudad contando con la participación ciudadana. El plan de acción elaborado recientemente presenta unas medidas hechas a la medida de la ciudad ya que ha contado con la participación de numerosos colectivos de ciudadanos que conocen bien su parcela de conocimiento. La lucha que cada colectivo afronta los ha hecho madurar sus propuestas y ellos, mejor que nadie, conocen lo que le conviene a su ciudad y, sobre todo, lo que es realizable desde un punto de vista lógico y coherente con la realidad ceutí y española, a coste económico moderado. Están además tan desencantados de sus gobernantes que ya no esperan grandes cosas de ellos y solo desean que les dejen trabajar desde sus colectivos ciudadanos para mejorar poco a poco su ciudad antes de que todo se pierda inexorablemente.