El consejero de Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, avanzó ayer a El Faro la intención del Gobierno ceutí de proceder de inmediato a la limpieza de oficio del entorno de la plaza Nicaragua, descampado situado entre la barriada de San José y el Arroyo Paneque y en el que hay una obra privada que lleva casi dos años paralizada.
Para ello, está previsto que esta misma semana, según explicó el consejero, se desplacen hasta la zona técnicos de Obimace y de la Gerencia de Urbanismo, a fin de corroborar las quejas vecinales, que están focalizadas en la basura y los escombros que se arrojan habitualmente, la mayoría de las ocasiones desde furgonetas, así como a la no existencia de un vallado perimetral que delimite la obra.
Recuerda García Castañeda que no es la primera vez que acuden hasta plaza Nicaragua, “ya que hemos limpiado en varias ocasiones”, matiza.
En esta ocasión, las brigadas de Obimace retirarán los escombros y restos de materiales de construcción que se han ido acumulando, así como la basura, mientras que desde la Consejería se contactará con el propietario del descampado al que se le repercutirá el coste de estos trabajos.
Los vecinos de los bloques de viviendas que están situados junto a la plaza han denunciado públicamente en reiteradas ocasiones la situación de insalubridad en la que se encuentra este inmenso solar, sobre el que se inició la construcción de unos garajes que han quedado sólo en estructura. Los vecinos critican que el lugar no dispone del preceptivo vallado perimetral y será precisamente éste uno de los aspectos que revisarán los técnicos municipales. Hasta la zona es fácil acceder desde las callejuelas traseras al antiguo Comercial Galo sin que se advierta en ningún momento que se trata de una zona en construcción.
“No es normal que haya un vertedero aquí”
“No es normal que se genere un vertedero en medio de uno de los barrios más grandes de nuestra ciudad y menos normal es que no se haga nada para evitarlo”, lamenta María José, vecina de la zona, que denuncia que observa desde su ventana como cada día llegan furgonetas “que se vacían a la hora de la comida sin ningún pudor, como si llegasen a una chatarrería donde esperan la mercancía”.
La obra desespera al vecindario, harto de roedores, insectos, aguas estancadas y todo lo que conlleva una obra cuando lleva años paralizada.
“Lo que se iba a conocer como la plaza Nicaragua es lo que ven en las fotos, una obra parada llena de basura, coches, furgonetas y un vertedero ilegal que contamina nuestros alrededores”, critica.
Lo que denuncian los vecinos, en imágenes
Solar abierto
Los vecinos llevan años quejándose del estado del solar en el que se iba a construir la plaza Nicaragüa, especialmente por el hecho de que cualquiera puede, con total impunidad, llegar y arrojar todo tipo de desechos y escombros en mitad del descampado sin que nadie se lo impida. Las imágenes, enviadas a la redacción por vecinos de la zona, muestran precisamente la llegada de uno de los furgones el pasado domingo, cómo abre el portón trasero y arroja basura en el suelo.
Alcantarillas al aire
Otra de las quejas de los vecinos es que, durante el movimiento de tierra de la obra se rebajó de nivel el terreno que quedaba junto a los bloques de viviendas, lo que ha dejado exento, como se puede comprobar en la imagen de la derecha (arriba) el alcantarillado y la red de saneamiento. Esto, dicen los vecinos, trae problemas de malos olores, humedades y filtraciones en los aparcamientos de los bloques.