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El colegio Ramón y Cajal ha celebrado su primera semana de hábitos saludables. Con ella se ha querido concienciar y fomentar la práctica de acciones para llevar una vida sana. Las actividades finalizaron ayer con una carrera de velocidad y un desayuno
El patio del colegio Ramón y Cajal se convirtió ayer en una pista olímpica en la que se disputaron sucesivas carreras de velocidad que dieron el triunfo a muchos alumnos. Era el colofón a una semana repleta de actividades de concienciación para llevar una vida sana y equilibrada. Un programa que forma parte de la primera edición de hábitos saludables organizada por el centro.
Explicaba a FAROTV, Antonio Bravo, director del centro que estas jornadas vienen motivadas por unas actitudes y hábitos observados en los niños y jóvenes de la zona sobre los que quiere fomentar y concienciar en una vida sana. “Teniendo en cuenta las características del centro educativo donde impartimos docencia sobresale la necesidad de llevar a cabo un plan de actividades de higiene y salud que ayude al alumnado a concienciarse en temas relacionados con la alimentación, actividad física y la higiene corporal. Ello es debido, quizás, a la ubicación del colegio en una zona donde se encuentra una población, en algunos casos, un poco desfavorecida, a lo que se le suma la proximidad del centro a barriadas limítrofes y fronterizas de la ciudad, donde se pueden contemplar ciertas carencias económicas y sociales”, declaraba.
Por todo ello y partiendo de la problemática actual, latente y presente en las escuelas, el trabajo realizado durante la semana ha ido destinado a resolver o salvaguardar ciertas carencias en torno a graves problemas actuales como pueden ser, entre ellos, la falta o pérdida en los alumnos de ciertos valores y hábitos relacionados con la salud, tales como obesidad, exceso de comidas rápidas, malnutrición, falta de actividad física y sedentarismo, y muchos problemas más de los cuales, tanto docentes como instituciones son conscientes, pero que quizá descuiden al entender que solo atiende a los padres y familiares de los alumnos, delegando en ellos la misión de educarlos en los aspectos referentes a la salud. Pero desde el centro objetan que no es así. “No olvidemos que nuestra función es preparar a los alumnos para una vida futura, formándolos y educándolos de forma integral y no basándonos únicamente en contenidos teóricos y propios de cada área”, apuntaba Bravo.
Por ello, durante toda la semana los estudiantes trabajaron en las aulas temas relativos a la actividad física, la alimentación saludable o la higiene en el deporte. Con este plan de trabajo se han buscado consolidar hábitos de salud e higiene fuera y dentro de la escuela, reconocer los efectos del ejercicio físico sobre el cuerpo y la salud así como reconocer y prevenir ciertos hábitos derivados de la práctica deportiva y la higiene corporal.
Todo ello se ha conseguido a través de charlas teóricas y prácticas, recursos audiovisuales y competiciones deportivas que celebraron ayer su jornada de clausura. Y con aire competitivo y sobre todo deportivo, comenzaron los estudiantes de los cursos más bajos a calentar para el gran evento de la semana, que tuvo recompensas para todos, un desayuno saludable.