Con el teléfono “atestado” de llamadas de empresarios hosteleros “indignados, cabreados, con ganas de tirar la toalla y de plantarse en la calle”, el presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix, criticó ayer con dureza la política de “improvisación permanente” con la que a su juicio está gestionando el Gobierno local el asunto de las terrazas.
“Hace poco tiempo se podía pedir una terraza con sencillez, crear empleo e intentar funcionar, pero de la noche a la mañana, por motivos ajenos a la actividad y a la clientela, se empezó a cambiar una y otra vez la normativa para obligar a los afectados a gastar dinero en técnicos con una inversión hecha, a asumir un tremendo desgaste personal y a seguir en la inseguridad total”, recordó Bulaix, quien alertó de que “a dos días para que termine el plazo el 90% de las terrazas de Ceuta siguen sin haberse podido regularizar”. “Por si fuera poco”, añadió, “nos enfrentamos a denuncias que en muchos casos son irreales, renunciamos a tener mobiliario con publicidad de patrocinadores para estar exentos de la tasa de ocupación de la vía pública y al final acabamos pareciendo delincuentes a los que nos van a meter 360 euros por metro cuadrado en las calles de categoría A”. Según Bulaix “lo único positivo de todo esto es que está fortaleciendo la unidad del colectivo de hosteleros, que es uno de los pocos sectores que sobrevive en Ceuta creando empleo y riqueza y a veces pasando penurias”.
El presidente de la Cámara aseguró “echar de menos” que la Consejería de Turismo “se posicione en este asunto”. “Ellos crearon una exención de esa tasa para dar una mejor imagen de la ciudad y ahora, con la inversión realizada, vuelven a cambiar las reglas de juego”, reiteró Bulaix, que hoy se reunirá con todos los afectados por la modificación “para consensuar una movilización común”.