La Cámara de Comercio ha solicitado una reunión a la Delegación del Gobierno para abordar la problemática de los comerciantes del polígono del Tarajal que en las últimas semanas han denunciado las cortapisas impuestas en la salida de la mercancía que adquieren las porteadoras. Esta es la primera y única petición que se ha recibido en la plaza de los Reyes para tratar un asunto que ha enfrentado, de nuevo, las acciones de fuerzas de seguridad y las peticiones de los comerciantes de la zona.
Sin que todavía se haya producido dicho encuentro, el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, lo tiene claro. Cualquier debate que se suscite no incidirá ni provocará cambios en las medidas de seguridad que se están aplicando en la frontera para evitar que, por ejemplo, el Tarajal se convierta en un segundo Biutz.
Chacón manifestó ayer a los periodistas que sobre el Tarajal hay dos cuestiones claves: la seguridad y los intereses de los comerciantes; y una no puede suplir a la otra ni a la inversa. Chacón es partidario de crear un espacio de diálogo que mejore ambos aspectos, pero nunca de avalar un tipo de actuación que menoscabe la seguridad de las porteadoras que intentan, a la desesperada y aprovechando los cambios aduaneros, pasar bultos por la tarde.
Chacón recordó que el encuentro solicitado por la Cámara de Comercio debe realizarse con presencia de la Ciudad Autónoma y de los miembros de las fuerzas de seguridad; es decir, con quienes tienen voz y voto en estos asuntos. También insistió en que, sobre el Tarajal, no existe “motivo de alarma” alguno e insistió en la existencia de un protocolo y de reuniones entre las distintas partes que se llevan a cabo de forma constante para analizar nuevas situaciones o distintas problemáticas. “La frontera es un espacio vivo y complejo, es una máquina que hay que ajustar cada día, pero los protocolos sirven y están actuando”, despachó el delegado.
Desde el pasado diciembre se ha experimentado un repunte en las entradas de porteadores que emplean el tránsito en vehículos, los llamados ‘coches de combate’. Los cambios habidos en el cuerpo aduanero han provocado las ralentizaciones en la salida de bultos por el Biutz lo que, indirectamente, ha generado una fluidez comercial mayor por el Tarajal. Lo que la Delegación no quiere es que ese tráfico continúe ni que se generen nuevas vías comerciales que se puedan traducir en inseguridades para las propias porteadoras en su intento de salida de mercancía adquirida en las naves.