La Delegación del Gobierno acogió ayer una reunión entre técnicos y fuerzas de seguridad para intentar concretar las zonas que servirían para embolsar vehículos, evitando así los colapsos que se forman en todo el entorno fronterizo. Una medida que meses atrás la propia Delegación dio como imposible, argumentando la falta de efectivos en la Guardia Civil. Ahora, debido a la presión existente, esta alternativa se torna en obligada porque no hay otra alternativa.
No ha trascendido aún el resultado de este encuentro, simplemente se ha comunicado que “se están barajando alternativas”, explicó una fuente presente a este medio.
La situación empeora cada vez más. Entran cientos de vehículos a Ceuta; coches patera a los que no se les puede impedir el paso porque acceden con sus papeles en regla y están en buenas condiciones, así que no existen argumentos legales para prohibir el acceso a nuestra ciudad. Esas restricciones tendrían cabida al otro lado, pero la comunicación a pie de frontera con las autoridades marroquíes es prácticamente nula.
Mientras se ponen alternativas encima de la mesa, los episodios de tensión se producen en el entorno fronterizo. Así por ejemplo sucedió ayer, cuando componentes de los GRS como de la UIP tuvieron que apoyar a los agentes del Instituto Armado que se encontraban en la zona del puente internacional, ante el temor de que terminaran siendo linchados. De no ser por la intervención de ambos grupos se habrían producido atentados contra estos agentes.
Tras los encuentros en Madrid, no se han dado los pasos necesarios para apoyar la crisis habida en Ceuta que está siendo afrontada solo con las administraciones.