A primera hora de la mañana se reanudó la búsqueda del subsahariano desaparecido en el naufragio ocurrido el pasado martes en la bahía sur. Tanto la Salvamar Atria con sede en Ceuta como las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil ‘peinaron’ la zona en la que, se presume, pudo producirse la caída al mar del joven que ocupaba una de las plazas de la embarcación que terminó por hundirse.
La búsqueda terminó cuando ya no había más luz sin éxito alguno. Se rastreó toda la zona de Almadraba-frontera, pero también la zona comprendida entre Santa Catalina y San Amaro, presuponiendo el movimiento de las corrientes y la posibilidad de que estas arrastraran el cuerpo del joven hacia otros puntos más alejados del lugar en el que se encontró a los supervivientes.
Lo complicado de la labor es que tampoco se tiene bien definida la ruta seguida por los inmigrantes y el punto exacto en donde se produjo la caída de todos ellos al mar. Tal y como narraron los propios supervivientes, en la embarcación viajaban doce personas.
Por su parte, la Policía Judicial de la Guardia Civil ha tomado las pruebas de ADN del fallecido para archivar el caso en su base con vistas a una posible identificación en un futuro, siguiendo los mismos procedimientos que se llevan a cabo con otros fallecidos sin papeles.