El hallazgo de una serpiente debajo de la cama de la enfermera dentro de la Base del 061, la cual se encuentra en el
Hospital Universitario, y otra que se colaba por la puerta, ha desenterrado una de las carencias que presenta el Servicio de Emergencias de
Ingesa: la privación de una Base definitiva que condena a su plantilla a vivir en un permanente estado eventual desde el año 2000. La actuación urbanística en
Loma Colmenar, donde se enmarca el centro hospitalario, es reciente y aún hoy es fácil toparse con la fauna habitual de la zona, como pueden ser las serpientes o las arañas. La actual Base del 061 está expuesta a ese entorno rural y los trabajadores acostumbran a ahuyentar animales.
Desde su creación, este servicio del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Ceuta (Ingesa) arrastra esta deficiencia a la que no puso remedio el acuerdo entre la administración y las organizaciones sindicales presentes en la mesa sectorial de 2007 sobre mejores retributivas y organizativas del personal del 061 y los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Una de las mejoras que contenía ese paquete de medidas era la asignación de una Base. Pero, a día de hoy, este asunto sigue atascado al igual que la presunta discriminación en la movilidad de los facultativos de la que el Defensor del Pueblo ya tiene constancia por la denuncia del Sindicato Médico de Ceuta.
La exministra de Sanidad proyectó su implantación definitiva en Otero para 2019
La plantilla del Servicio de Emergencias ha dormido, comido y convivido durante las escasas horas del día en las que no están atendiendo avisos en los despachos del Centro Coordinador de Urgencias (CCU), en el SUAP, directamente en el suelo y cuando el Hospital de Cruz Roja estaba abierto, también allí. En 2011, la Dirección Territorial –de signo socialista– decidió mudar el 061 de Otero al Hospital Universitario de Loma Colmenar.
La salida a esta situación que se perpetúa desde hace 18 años parecía estar más cerca hasta la moción de censura que ha aupado al
PSOE al Gobierno de la nación. La exministra de Sanidad, Dolors Montserrat, anunció sus planes para dotarle de una Base en su visita de 2017: la reforma del edificio de la Mutua de Otero se acometería “con el objetivo de trasladar en el primer semestre de 2019 el SUAP y el 061”. De momento, y con un cambio de gobierno de por medio, se desconoce cuál será el desenlace.
A finales de 2011, en ese deambular de un centro sanitario a otro, la Base se implantó en el espacio destinado a la morgue o depósito de cadáveres del Hospital Universitario, donde sufren la falta de calefacción que sospechan puede atraer a alimañas. El comedor es la sala de autopsias, los lugares en los que descansan son los habitáculos que albergaban los restos mortales... Con independencia de la aversión particular que pueda sentir cada persona, las instalaciones no estaban concebidas para albergar la Base del 061. El Ministerio de Justicia está interesado en que el Instituto Anatómico Forense se aloje en el lugar que hoy ocupa el 061, para lo cual, sería necesario desplazar primero el Servicio de Emergencias a otro lugar. Un movimiento que por el momento parece improbable a tenor de la incertidumbre en torno a las obras de la Mutua de Otero. Por estas dependencias del Hospital Universitario ya han pasado técnicos que han realizado un estudio con planos de las mismas.
Alerta sobre las muertes injustificadas de serpientes
SEO-Ceuta y Septem Nostra critican que se maten a las serpientes, refiriéndose más concretamente a la especie ‘culebra de herradura’ que “se trata de una especie de serpiente inofensiva para el hombre. No son venenosas ni muerden, al menos que se las manipule de manera indebida. En todo caso su mordedura, insistimos, no entraña ningún peligro”, haciendo especial hincapié en que en Ceuta “no hay especies de serpientes venenosas”.
Ambas asociaciones han explicado en reiteradas ocasiones que si bien “existe un prejuicio general contra las serpientes” y su aparición en determinadas zonas urbanas cercanas a vaguadas, solares abandonados o zonas naturales es considerada “un síntoma inequívoco de abandono, suciedad y salvajismo mal entendido”, esta “falsa vinculación” entre abandono y presencia de serpientes es “aprovechada por los partidos políticos de la oposición para cargar contra el gobierno de la Ciudad por la falta de cuidado y mantenimiento de determinadas barriadas de Ceuta”.