“La autonomía ha traído beneficios, pero Ceuta no debió dejar de ser andaluza”

El Instituto de Estudios Ceutíes organizó ayer en el Hotel La Muralla una sesión del Aula de Mayores de la Universidad de Granada en Ceuta.

En primer lugar, intervino el economista Antonio Carrillo Alcalá, secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Ceutí de nacimiento, Carrillo impartió la conferencia ‘Ceuta vista desde Andalucía’.
–Para un ceutí andaluz como usted esta conferencia es una cuestión personal.
–Para mí es una cuestión de carácter personal. Nací en Ceuta, pero llevo fuera prácticamente desde los cuatro años. Ello me ha permitido conocer la realidad ceutí desde Marruecos y Andalucía. Mi planteamiento es que en la época del Protectorado la ciudad importante era Tetuán, pero tras la independencia de Marruecos Ceuta coge una dimensión importante y un gran protagonismos.
–¿Cómo ven a Ceuta desde el resto de España?
–Hay muchos tópicos sobre Ceuta por su situación geográfica en África, pero la gente cambia su opinión en cuanto la conocen. Hace años, la gente venía a hacer el servicio militar y en cuanto llegaban a  la ciudad cambiaban su criterio. Los militares y funcionarios lloraban cuando los destinaban a Ceuta, pero cuando tenían que dejar la ciudad volvían a llorar porque no querían marcharse.
–¿Y cómo se nos ve en relación a la ciudad de Melilla?
–En la visión de mucha gente Ceuta ha estado excesivamente vinculada a Melilla, y no es algo negativo pero las dos realidades son diferentes. Siempre se dice ‘Ceuta y Melilla’, pero lo cierto es que Melilla está a más de 600 kilómetros por una carretera que estaba impracticable.
–El grueso de su intervención se ha centrado en la relación entre la ciudad y Andalucía.
–El aspecto de Ceuta como ciudad vinculada a Andalucía es muy importante. Ceuta y Andalucía nunca debieron dejar de estar unidas. Con independencia de que la autonomía le ha podido reportar beneficios a la ciudad de Ceuta, siempre he pensado que no debió nunca de dejar de ser andaluza. Hay muchísimas vinculaciones: la Diócesis de Cádiz y Ceuta, la Universidad de Granada, el poder judicial en Cádiz, la Confederación de Empresarios de Ceuta forma parte de la de Andalucía, ... En la charla he explicado estas cuestiones desde la perspectiva de que Ceuta no debió haber dejado de ser Andalucía.
–También ha comentado que los ceutíes que viven en la Península y ocupan puestos de responsabilidad tendrían que actuar de forma concertada para transmitir la realidad de la ciudad.
–Ceuta debe tener un grupo estable de personas que estamos en distintos lugares de la Península con proyecciones profesionales variadas y, o bien hemos nacido en Ceuta, o bien tienen una relación muy estrecha con la ciudad. Estoy hablando, por ejemplo, de los catedráticos Olivencia o Manuel Ramírez; los políticos Manuel Chaves, Javier Arenas o Antonio Sanz; o mi propio caso en el mundo empresarial. Nosotros podemos servir como voceros de la realidad ceutí que a veces no aparece fielmente reflejada.
–¿A qué se refiere exactamente?
–A veces se transmite una visión tergiversada. La convivencia entre las diferentes culturas en esta ciudad es absolutamente normal. Algunos traducen las relaciones en la ciudad como un conflicto de intereses entre religiones y no es así. Las cuatro religiones conviven en Ceuta. Existen conflictos, pero nacen por razones de carácter económico, pobreza, desempleo, estatus social, pero no por cuestiones religiosas. Es cierto que hay droga y delincuencia, pero ¿qué ciudad no sufre estos problemas? Ceuta es una ciudad como cualquier otra de Andalucía y el resto de España. Esto hay que transmitirlo en los aspectos empresariales, culturales, deportivos, políticos, etc. Cuando la gente llega a la ciudad se lleva una agradable sorpresa.

Fernández Naveiro repasa la realidad ceutí desde la notaría

La segunda intervención de la tarde corrió a cargo del notario de Ceuta Antonio Fernández Naveiro, quien transmitió en su clase los conocimientos de la realidad socio-económica de Ceuta que adquiere día a día desde su trabajo en el despacho notarial, atalaya privilegiada para tomar el pulso a la ciudad.
Fernández Naveiro habló hizo un repaso sobre multitud de cuestiones relacionadas con el Ordenamiento jurídico-administrativo y el derecho civil.
Según el notario, el Estado de las Autonomías sufre una inflación legislativa con más de 100.000 normas en vigor. Ante ello, afirma que no existe la debida coordinación y a veces resulta complicado, incluso para los propios juristas, conocer la ley a aplicar en cada caso, pues las mismas cuestiones están reguladas con legislación contradictoria según el territorio del que se trate.
En este sentido, comentó el desconocimiento de la población acerca de que una residencia prolongada durante diez años puede derivar en un cambio de vecindad civil, lo que puede provocar que, por ejemplo, que una persona sometida a la legislación civil catalana pase, sin saberlo, al régimen común  o viceversa. Este asunto es  especialmente importante en una ciudad como Ceuta que acoge a muchas personas con cambios de domicilio frecuentes (militares o efectivos policiales).
Un aspecto de gran interés tratado fue la interacción en suelo ceutí de los Ordenamientos español y marroquí. El notario citó a estos efectos que muchas relaciones matrimoniales o sucesorias de residentes ceutíes con nacionalidad marroquí se rigen por la legislación del país vecino. Más preocupante, el notario aseguró que ocupantes de viviendas irregulares están inscribiendo sus ‘propiedades’ en los registros de Castillejos o Tetuán, ante la imposibilidad de crear un asiento registral en los libros españoles.
Respecto a la edificación, Fernández Caveiro advirtió que las construcciones en Ceuta pueden tener problemas por la consideración del territorio como zona de interés militar.
Por supuesto, la crisis no podía faltar en la clase del notario, quien comentó que la situación económica está causando la vuelta de figuras jurídicas que se creían superadas en el mercado inmobiliario como la permuta.
Otra crisis, esta vez la de la institución familiar, resucita la figura antigua de las capitulaciones matrimoniales aunque da paso a formas novedosas, como las diferentes tipos de parejas de hecho. Y que nadie se olvide del Fuero de Baylío, “es anacrónico, pero muy nuestro”, certificó el notario.