La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, encargada de analizar el recurso presentado contra la sentencia absolutoria dictada por los disparos contra el joven Ismael Hamed, ha acordado que se escuche el testimonio del Vasco al considerarlo pertinente.
La testifical de Mohamed Ahmed Sel Lam fue rechazada por el magistrado del juzgado de lo Penal número 2 durante la celebración del macrojuicio seguido para esclarecer quién estuvo detrás de los disparos que, en 1997, recibió el joven Ismael y por los que estaba acusado, entre otros, Tafa Sodia. Ahora, en un auto dictado por la Sección VI, se considera que sí se tenía que haber escuchado al Vasco a pesar de que nunca antes había declarado en los juzgados o en la comisaría al respecto. Esta decisión se fundamenta en que se trata de un testigo presencial de los hechos, por lo que no se puede denegar su testifical como hizo el magistrado del número 2. Ahora, tras el auto dictado por la Audiencia Provincial, al que ha tenido acceso este medio, se tendrá que celebrar una nueva sesión judicial, con presencia de la víctima y los acusados, para escuchar única y exclusivamente el testimonio del Vasco. Además el tribunal dará lo que se denomina ‘la última palabra’ a los acusados, es decir, que estos podrán manifestarse después de que se escuche lo manifestado por Mohamed Ahmed. Éste ha recalcado que fue testigo presencial del tiroteo al Ismael y que reconoce a quienes lo llevaron a cabo. La Audiencia entiende que es una prueba que debe admitirse por lo que el Vasco tendrá oportunidad de aclarar lo que, dice, vio. En este caso se dejará al margen, porque no puede ser enjuiciado, el enfrentamiento que mantiene Vasco contra ‘Tafa Sodia’, protagonista de varias de sus denuncias en los tribunales.
En el juicio celebrado por el atentado contra este joven, se sentaron en el banquillo de los acusados cinco personas que en su día fueron relacionados con otras causas, como Mustafa A., conocido como ‘Tafa Sodia’, Said A., conocido como ‘Toss’, Abdeselam C., conocido como ‘Manteca’, Mustafa M., al que llamaron ‘Tapiño’, y Rachid M. Gran parte de ellos fueron relacionados en su momento con una supuesta banda criminal que presuntamente estaba encabezada por el primero de los mencionados. El Ministerio Fiscal solicitaba en su escrito de acusación 5 años de prisión para cada uno de ellos, así como el pago de 10.000 euros en concepto de indemnización solidaria para la víctima del tiroteo. Por su parte, la acusación particular pidió además de lo solicitado por el Ministerio Público la imposición de 2 años más de cárcel por un presunto delito de amenazas y unas indemnizaciones de 18.000 euros para los familiares de la víctima y de 40.000 euros para el propio denunciante.
Todos ellos quedaron absueltos, siendo la Acusación Particular la que presentó el recurso ante la Audiencia, que trabaja ya en su análisis.
Falta de pruebas y falsos testigos
La falta de pruebas así como la poca credibilidad de los testigos fueron claves en el dictamen de esta sentencia absolutoria, que dejó sin cerrar uno de los episodios violentos que marcó la delincuencia de finales de los años 90. Al juicio por los disparos a Ismael se le consideró la antesala del caso ‘Kimbi’, teniendo como factores comunes la ausencia de testigos presenciales, la ristra de otros falsos, la existencia de armas de por medio y el marcado carácter delictivo de los dos atentados. En ambas historias, además, los acusados quedaron absueltos. Sólo existe una gran diferencia, en el caso de marras Ismael vive y en el recurso interpuesto se ha admitido una prueba que puede causar un giro.