El gambiano Fode Konde se enfrentaba a 7 años de prisión, señalado como el patrón de una patera cargada con 15 compatriotas
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dictado sentencia absolutoria para Fode Konde, un joven gambiano detenido el 11 de julio de este año por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, al señalarlo como el patrón de la patera en la que fueron introducidos otros 15 compatriotas. El Ministerio Fiscal pedía una condena de 7 años de prisión al entender no solo que había incurrido en un delito contra los derechos de los ciudadanos, sino que, además, había puesto en peligro la vida de sus compañeros de travesía. El acusado negó los hechos cada vez que se le preguntó, en una sesión judicial en la que el tribunal de la Sección VI tuvo que requerir la intervención, vía telefónica, de un traductor de la lengua materna del joven.
La clave que ha motivado esta sentencia absolutoria no es otra que la no acreditación de que el acusado se hubiera lucrado con este pase, es decir, que hubiera tomado la dirección de la embarcación para introducir a sus 15 compañeros a cambio de dinero. Tras la reforma del artículo 318 bis del Código Penal (por la Ley Orgánica 1/2015), tiene que existir ese ánimo de lucro, debiendo acreditarse que el acusado obtenga con su actuación un beneficio económico.
En el caso juzgado, no se ha podido acreditar este extremo a pesar de las declaraciones escuchadas en Sala, en donde volvió a producirse el debate tan repetido en otros casos similares: ¿era Fode Konde un cooperador necesario de las pequeñas redes que trabajan entre una y otra frontera para facilitar el pase de inmigrantes, o una víctima más de la inmigración?
Su abogado, Salvador Renato Pulido, se encargó de hacer ver la segunda de las caras, insistiendo en la ausencia de pruebas para dibujar a su patrocinado como un elemento más de las organizaciones que se nutren del tráfico de personas.
El acusado mantuvo que partió de Marruecos junto a varios compatriotas que conoció en el bosque y que fue un marroquí el que les animó a subirse a una embarcación con capacidad para 4 personas que terminó siendo ocupada por 16. Emprendiendo travesía hacia Ceuta, ese joven se arrojó al mar dejándolos a la deriva. Fode Konde dijo que había tomado las riendas de la embarcación porque se lo habían pedido sus compañeros y porque debía ser la única persona que no tenía miedo a dirigir un rumbo que pudo haber terminado fatal.
La Sección VI de la Audiencia ha absuelto ya a varios subsaharianos acusados de ser patrones de embarcaciones.