El Embalse del Renegado está siendo motivo de indignación por parte de varios ciudadanos que lo frecuentan. Paseantes y deportistas que acuden al lugar, a disfrutar de la naturaleza o a realizar sus entrenamientos, solicitan que se ponga remedio a la aglomeración de basuras que se está produciendo, tanto en las propias aguas como en el camino que rodea al propio embalse. Ya en la misma entrada que da acceso a la presa, en las inmediaciones del Club los Delfines, se pueden encontrar desperdicios y restos que ensucian y degradan el medio ambiente. Lo primero que se puede encontrar junto a la valla de entrada son cajetillas de tabaco, botellas de plástico y recipientes de papel de plata. Estos últimos residuos parecen ser fruto de quienes, presumiblemente de buena fe, alimentan a los animales del entorno, principalmente gatos. Olvidan los recipientes en el mismo lugar, sin preocuparse de recogerlos al día siguiente o en el mismo momento, tras saciar a los animales. En este caso, la entrada indica cual es el nivel de limpieza del recorrido.
El resto de la pista interior del pantano continúa la misma tónica que su entrada. Hay lugares más sucios y más limpios, pero los encuentros con algún resto son constantes. Con la laguna a la izquierda, las bolsas de basura se aparecen al caminante por su derecha, enredadas en las ramas de los arbustos, semienterradas por las piedras, mezcladas con otras bolsas. Éste es el estado en el que se encuentra a día de hoy el paseo, que alcanza su culmen en el rincón del merendero. Ahí es donde más se nota la falta de cuidados por parte de los servicios de limpieza, ya que pese a haber una papelera a tan sólo dos pasos de los bancos y mesas, ésta se encuentra totalmente a rebosar. De hecho, está rebosada y no parece que se haya vaciado en mucho tiempo. Junto a las mesas también se pueden encontrar más bolsas, botes de hojalata y botellas de plástico y cristal, dispersados por los aledaños del mobiliario público. Entre los desperdicios que se pueden encontrar desde latas descoloridas, que llevan tiempo allí, a pañuelos de papel todavía sin degradar.
El déficit de limpieza resulta, también, especialmente notorio echando un vistazo a los desagües. Éstos se encuentran total y parcialmente obstruidos por basura, generalmente similar a la que se puede encontrar en el resto del entorno, con la salvedad de uno en el que también se puede encontrar un bidón de agua y una caja vacía, en apariencia de material militar. Los conductos no sólo están tapados por basura, la obstrucción también viene dada en la mayoría de los casos por hojas y ramajes caídos de los árboles de la zona. Estos tapones en las vías de desagüe podrían suponer un problema en el comienzo de las lluvias, ya que dificilmente podrá correr el agua entre los canales, en ocasiones apenas visibles, tapados por la hojarasca.
Éste es otro de los múltiples casos de los que se está quejando la ciudadanía ultimamente. Por redes sociales y en conversaciones a pie de calle, el nivel de basura de algunas zonas de la ciudad es un tema del que se está hablando más que en pasados meses.