La Acusación pide una condena y la Defensa critica la falta de pruebas

El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio seguido durante esta semana para esclarecer el origen de los disparos recibidos por el hermano de ‘Tafa Sodia’. Lo hizo después de escuchar las últimas palabras de los procesados.

Un momento que fue aprovechado por el sobrino del ‘Vasco’, Mohamed Laarbi, para declararse inocente y advertir a la Sala que, si sale libre y le matan, habrá sido “la banda del ‘Tafa Sodia”. Mohamed Laarbi arropó a toda su familia diciendo que todos ellos son las víctimas de lo que ha pasado en estos últimos años en Ceuta. “Mi tío es un carnicero, no el jefe de una banda. Mi familia es la que ha sufrido, la que ha tenido que abandonar sus casas en el Príncipe... ¿y ahora les dicen que son una banda?”, se preguntó dolido. De igual manera también se defendió Esteban V., el otro de los imputados que se encuentra en libertad. Se declaró inocente y defendió a la familia del ‘Vasco’, de la que, dijo “es una familia de trabajadores” en detrimento de la “banda del ‘Tafa Sodia’, una banda de criminales” a la que acusó de traficar con “drogas, pistolas” y causar “muertes”.
Estas fueron las últimas palabras de ambos acusados antes de que el magistrado Fernando Tesón ordenara el desalojo de la Sala. Ahora toca el momento de las deliberaciones en torno a un caso complejo. El tribunal había escuchado previamente los informes de las distintas partes, que no han variado en demasía sus calificaciones.
La representante del Ministerio Fiscal, Alicia Ferrol, mantuvo su petición de cárcel para el procesado Mohamed Laarbi, solicitando una pena de 9 años de prisión al considerar que ha quedado probada su relación con un homicidio en grado de tentativa. Así mismo solicitó para el sobrino del ‘Vasco’ la pena añadida de dos años por un delito de amenazas contra la ex novia de la víctima, Isma M.M., al considerar probado que le apuntó con su pistola en la cabeza. A esto añadió otra falta de lesiones por haber empujado al padre de la joven. En concepto de indemnización solicitó el pago de 280.000 euros en base a las secuelas sufridas por Abdelkader A.A.
¿Y cómo llegó a estas conclusiones la representante del Ministerio Fiscal? Ferrol lo expuso claramente. Consideró que se está ante un homicidio en grado de tentativa y no ante un delito de lesiones porque Mohamed Laarbi tenía el ánimo de causar daño a su víctima, de matarle. Para ello hizo uso de un arma y efectuó un notable número de disparos, llegando a vaciar un cargador y dirigiendo 14 de los disparos contra las piernas del hermano de ‘Tafa Sodia’ al grito de “esto es por mi tío Mohamed, muérete cabrón”. “Queda acreditado que su idea era matarlo”, señaló, yendo, con su acción, más allá de lo que podría ser considerado una advertencia. El hecho de que el acusado abandonara el lugar de forma tranquila es entendida por el Fiscal como un claro ejemplo del “desprecio a la vida” de la víctima. Para este Acusación “no hay dudas” de que Mohamed Laarbi es el “autor de los disparos” valorando como testimonios muy creíbles los aportados por la ex novia, Isma M.M., y su madre, Menana. A juicio de la Fiscalía existe además el agravante de la superioridad, pero no da pie a la existencia de una alevosía ya que “no se imposibilitó de forma absoluta” que la víctima escapara. Para el Ministerio Fiscal, en cambio, no cabe imputación alguna para el acusado Esteban V. al poner en entredicho la credibilidad del único testigo que lo sitúa correctamente en el lugar de los hechos, el apodado ‘churrero’.
Los dos abogados de la Acusación Particular fueron en la misma línea de petición condenatoria, pero elevaron el grado en la responsabilidad de los dos imputados. Tanto para Mohamed Laarbi como para Esteban V. piden 15 años de prisión al considerarlos autores de un delito de asesinato intentado. En el caso del sobrino del ‘Vasco’, añaden la petición de 4 años de prisión más por los dos delitos de amenazas que, entienden, se han dado, tanto contra la ex novia de la víctima como contra su padre. Consideran además que una vez cumplida la pena, si son condenados, se les debe aplicar la prohibición de residir en Ceuta (8 años en el caso de Mohamed Laarbi y 5 en el de Esteban V.). Para este último, en un caso alternativo de que la Sala no lo condenara por asesinato intentado, solicita una condena por encubrimiento.
¿Y cuáles son los fundamentos que llevaron a los letrados a sostener esta acusación? Defienden a capa y espada la credibilidad de los testigos que han aportado, aunque lamentaron que no hubieran venido más por el temor a posibles represalias. Para los letrados, en el juicio celebrado ha quedado suficientemente acreditado que hubo un intento de asesinato, encontrándose las bases que sustentan la existencia de este delito: alevosía y ensañamiento. Consideran, a diferencia de la percepción mantenida por la Fiscalía, que al hermano de ‘Tafa Sodia’, Abdelkader A.A., no le dio tiempo a defenderse ante el ataque del pistolero. “El ánimo era acabar con su vida”, sentenció, eliminándose “la posibilidad de una defensa” y ensañándose al efectuar hasta 14 disparos, que fueron los que impactaron en sus piernas. Consideran que ese plan pudo llevarse a buen puerto gracias a la cooperación de Esteban V., al que definieron como “cooperador necesario”, que permitió que huyera del Príncipe en un vehículo.
Expuestos los informes y calificaciones de la Acusación, llegó el momento de las letradas de la Defensa, cuya percepción de los hechos ocurridos en la madrugada del 17 de mayo de 2009 fue completamente distinta. Tanto Caridad Casadevante como Soraya Pouso solicitaron la libre absolución de sus patrocinados. En el caso de la defensa de Mohamed Laarbi, Casadevante cuestionó la coherencia de los testigos que comparecieron en Sala para señalar a su cliente. Asimismo apuntó a la falta de vainas y balas en el escenario del crimen (no fueron encontradas todas y algunas aparecieron a posteriori de la inspección ocular policial), considerando que podía haberse manipulado el lugar de los hechos para ajustar el tiroteo a las acusaciones que se iban a producir, es decir, que pudo hacerse desaparecer algunas balas y colocar otras. En defensa del sobrino del ‘Vasco’, señaló las contradicciones que, a su juicio, habían caracterizado las testificales de los principales testigos, mentando las incongruencias a la hora de concretar, por ejemplo, el callejón por el que supuestamente escaparon los dos procesados o la forma en que se produjo el tiroteo. “Las declaraciones no se sostienen”, sostuvo, “no son testimonios inmaculados”, insistió, refiriéndose expresamente a la declaración de Isma M.M. La letrada acusó a la otra parte de coger los trozos de las declaraciones que les parecían más fiables para sostener, así, la acusación contra su cliente.
En su informe se detuvo en el móvil del atentado, insistiendo en que se estaba haciendo ver que Mohamed Laarbi habría actuado de esta forma por un “móvil pasional” para evitar, así, hacer mención a otros asuntos como los que salpican a la figura de ‘Tafa Sodia’. Insistió en que no existen pruebas que relacionan a su patrocinado con los disparos que recibió la víctima y sostuvo que, de existir una sentencia condenatoria, la misma debería ser por un delito de lesiones y no una tentativa de homicidio, al considerar que no hubo ánimo de matar porque de haber existido no hubiera disparado a las piernas.
Por su parte la abogada Soraya Pouso solicitó la absolución para su patrocinado, Esteban V., poniendo de manifiesto la inexistencia de prueba de cargo alguna contra él. Sólo un testigo, ‘el churrero’, le relaciona con los hechos; testifical que para esta defensa no tiene base alguna al haber quedado demostrado, tras una testifical de un jefe de la UDYCO, que es una persona afín al entorno de ‘Tafa Sodia’ y después de que el citado hubiera prestado declaración a los dos años de ocurrir el tiroteo.
Pouso habló de una clara estrategia para implicar a Esteban V. en esta historia, lamentando que se pretendiera buscar una condena para su cliente basada en “dimes y diretes”. Pidió su absolución y se negó incluso a que pudiera ser condenado por un delito de encubrimiento puesto que “no puede encubrir quien nada sabe”, sentenció.

El arma usada para disparar al ‘Vasco’ fue distinta a la que hirió a Abdelkader

Antes de la lectura de los informes de las partes tuvo lugar, a través de videoconferencia, las declaraciones de varios agentes de la Policía Nacional, que fueron los que se dedicaron a analizar las balas halladas así como a llevar a cabo los exámenes e informes periciales sobre la escena del crimen. Respecto al informe pericial sobre las balas, los agentes concluyeron que el arma usada para disparar al ‘Vasco’ poco antes de que dispararan al hermano de ‘Tafa Sodia’ era distinta; es decir, no hay conexión posible entre ambos tiroteos. Las balas de la pistola con la que se disparó a Abdelkader A.A. correspondían al 9 milímetros parabellum, mientras que la encontrada en el atentado contra el ‘Vasco’ era del 9 corto. Las armas nunca se hallaron.