–Los laboratorios lamentan la bajada del precio de los principios activos y la extensión del uso de genéricos, regulado por el Gobierno en los últimos años.
–Las empresas farmacéuticas acuden allí donde hay rentabilidad. Ahora se dedican al negocio de los genéricos, pero hay una guerra de precios insólita.
–Los farmacéuticos tienen firmado con Ingesa un acuerdo por el que han de recomendar al usuario el medicamento más barato, aunque el médico le haya recetado el principio activo, el medicamento con marca comercial, sujeto a una patente y por tanto más caro.
–De entrada, eso está bien. Pero creo que está empezando a haber un abuso en la política del uso de genéricos. Este sistema está empezando a poner en peligro la sostenibilidad de las oficinas de farmacia y de los laboratorios.
–Para reducir el gasto público, el Gobierno impuso primero el recorte a los funcionarios, luego vino la reforma laboral, la reforma del sistema de pensiones y ahora el ahorro farmacéutico.
–La factura farmacéutica está muy controlada por la Administración. Se trata de uno de los sistemas más transparentes. El Gobierno sabe perfectamente cuánto se vende, pues es él quien paga.
–Para seguir con el ahorro de la factura farmacéutica, ¿qué pasó con la iniciativa de la unidosis, la de recetar exclusivamente el número de dosis que necesita el paciente para su curación?
–No era viable. Ceuta fue objeto precisamente de un programa piloto en el ámbito nacional y no sólo no abarataba el sistema sino que lo encarecía.
–Cada vez se compra más medicina por Internet.
–No tiene sentido. Los fármacos son un bien protegido. Deben ser prescritos bajo una dirección profesional. En la Red se venden mucho productos falsificados, los más frecuentes son los que dicen actual con los efectos de la viagra.
–Hábleme de los antibióticos y de las precauciones de su uso.
–El problema viene de la automedicación y del no respeto estricto del periodo de tomas. Un uso incorrecto provoca que una bacteria que antes era eliminada pueda generar resistencia. Y nunca deben tomarse para curar los virus, para una simple gripe.
–Los antiinflamatorios son el grupo más demandado por la población.
–Son medicamentos también con contraindicaciones. Nada grave si se administran siguiendo las instrucciones del profesional.
–¿No cree que se abusa de los antiinflamatorios, de los medicamentos en general?
–Es difícil decirle a alguien que no se tome una pastilla si sabe que le va a hacer sentir mejor. Hay mucho de efecto placebo. Está comprobadísimo que si el paciente cree que toma algo que lo mejorará, sanará de verdad. Es el poder de la mente.
–A menudo se habla de las virtudes del uso de la receta electrónica. ¿Cuándo se implantará en Ceuta?
–Se estudia aplicar uno similar al que existe en Andalucía. Pero ahora mismo existe un escollo económico. No hay dinero para invertir. Sin la crisis, se habría implantado ya.