Karim Abselam Mohamed: "Van en contra mía por mi tendencia islamista"

Niega sentirse identificado con cualquiera de los apodos que se le han atribuido hasta el momento y alude al desconocimiento para comprender su origen. Las iniciales de Karim Abselam Mohamed figuran en las páginas del sumario de la ‘Operación Duna’ contra el terrorismo islámico, del que quedó libre bajo fianza, y volvieron a reproducirse tras su detención por su presunta participación en el apedreamiento contra la Guardia Civil del 16 de mayo.

Este musulmán tiene declarada la guerra a las drogas y revela que el consumo de trankimazín está detrás de muchos actos violentos de los jóvenes de la barriada. “Si dices eso, tienes enemigos por todos lados. La única forma de acabar conmigo es ir a Comisaría e inventar cosas contra mí”, asegura.

¿Bajo qué condiciones sale de prisión preventiva?

Hemos desembolsado una fianza de 600 euros. Reconocí haber tirado una piedra y sólo lo dije por mi familia. Para que me dieran la libertad tenía que reconocer eso y lo he hecho. Esto es un chantaje. A todos los dejaron salir menos a mí, que me quedé unos cuantos días en la cárcel. Por mi familia dije que tiré una y el día del juicio ya veremos. Si fuera por mí hubiese ido a la cárcel, porque yo no reconozco eso. Lo he hecho por mi madre, mi mujer y mi niña.

¿Cuál fue el resultado del careo con los guardias civiles que declararon que estaba en el apedreamiento?

Los agentes que entraron en el Príncipe por el coche eran sólo dos guardias civiles en un furgón. Salieron de aquí cuando fueron apedreados por las 50 personas que en principio dijeron que estaban encapuchados. Ahora ya no es así, porque, según ellos, me identifican y yo estaba entre los agresores. Entonces, ¿cómo es posible que aparezca un tercer guardia civil en la careo? Según aseguraron, este efectivo llegó como refuerzo y me vio sólo a mí tirando piedras. Cuando todo el mundo en el barrio sabe que la patrulla dio marcha atrás con los dos guardias y salieron de la zona. Luego vinieron tres o cuatro patrullas, muy nerviosas, y empezaron a disparar bolas a destajo. Alcanzaron a un hombre inválido. Gas y bolas a diestro y siniestro con jóvenes por todas partes que tuvieron que escapar por los callejones. Yo mismo tuve que correr cuando salí de la mezquita y avisar a las mujeres de que volvieran a las casas porque estaban echando gas. Quité dos bidones que estaban en mitad de la carretera que los jóvenes querían utilizar para una barricada. Sólo los devolví a su sitio. A lo mejor me vieron hacer esto y pensaron otra cosa. Tal vez me hubiesen metido de todas formas.

¿Cómo se produce la detención?

Aquello pasó en un fin de semana. Yo el lunes acudí a los juzgados a firmar. Si me reconocieron, ¿por qué no declararon mi busca y captura el mismo día o al día siguiente? Porque yo no me escondo. Pasan dos o tres días. Llevé a mi sobrina al colegio y saltaron por mí. Mintieron porque dijeron que opuse resistencia. Eso es mentira. Es sencillo: en la puerta del colegio hay un policía local, que investiguen y pregunten a los vecinos cómo fue la detención.

¿Dónde está el origen de los apedreamientos?

Ese no es el problema, la delincuencia viene por los drogadictos y quienes venden la droga. ¿Cómo no pueden con ellos? Dicen que los que tiran piedras defienden a los drogadictos. Eso es mentira. Quien quiere la droga aquí en el Príncipe es la propia Policía. Ellos saben de dónde sale, dónde se vende y todo. Alguna vez ha suministrado para que sean confidentes. A la Policía le interesa que haya un Príncipe así con droga, que se venda y los tiene más controlados. No hay trabajo, no hay nada. Solo delincuencia. El número de policías ha aumentado en los últimos diez años. Traen a personas de distintos grupos especializados y crean más puestos de trabajo. Es como un filón.

¿Por qué le implican en el incidente?

Por los chivatos. Yo tengo en el Príncipe un conflicto. Tengo una tendencia islamista, distinta a la de otras personas de la barriada. Pero aquí hay muchas sectas que están en un conflicto. Se sabe que he tenido varios roces con estas sectas y me odian a mí. Van contra mí. Para no tenerme en el barrio, para no verme van a hacer cualquier cosa y van a decir de mí lo que sea: que soy un terrorista, que quieron explotar no sé qué cosa. ¿Dónde está todo eso? A una persona se le acusa rápido con una película. Dos años me han quitado de vida por la Operación Duna. En el Príncipe hay muchos sufíes y yo soy sunní. Me declaro como tal y me expreso públicamente en contra de las cosas que hacen y en las que yo estoy en contra. Por eso me tienen tanto odio y de ahí esta persecución. Todo viene por mi ideología, la Policía lo sabe muy bien. Tuve un conflicto en una mezquita por este motivo y luego dijeron que yo entré llamando a la yihad en el interior. Si yo veo una cosa que no es de acuerdo con el islam, lo hablo.

¿Qué diferencia existe entre sufíes y sunníes?

Al preguntarles, todos dirán que son sunitas pero al practicar, en la forma de orar, no es la práctica como la trajo Muhammad, el Profeta.

¿Cuál es el motivo de las tensiones entre las sectas de las que habla?

Por intereses económicos. Por ejemplo, que 10 ó 15 personas reciten el Corán en voz alta en una boda o un bautizo y se aprovechen de eso. Eso en el islam no tiene cabida. El Corán no está para recitarlo y cobrar dinero por ello. Es el libro sagrado de los musulmanes, se hace por la voluntad de dios. También por intereses políticos. En las mezquitas ceutíes existen dos ramas: aquellos a favor de Marruecos y quienes están del lado de España. ¿Qué significa? Que hay personas que quieren controlar las mezquitas. Esto es España, ¿no? Pues Marruecos está controlando mezquitas aquí. ¿Cómo puede ser eso? Si tú dices esto en público ya no puedes salir a Marruecos. Yo no he hecho nada. Libertad de expresión, vivo en un país libre. Pero parece que no es así, porque te pueden llevar a la cárcel, algo que ya han hecho conmigo. Cualquier político que gestione mezquitas está equivocado. Es un sitio religioso, no tiene que haber política. Por ejemplo, la musal-la para la Pascua del Cordero. ¿Eso qué es? Eso es falso, para que los musulmanes se separen y nos tengan controlados. ¿Por qué dicen que todo el mundo está de acuerdo con eso? Es política.

¿Esa misma tendencia religiosa fue la que llevó a que le detuvieran en el marco de la Operación Duna

Sí. Dicen que aquí existe libertad ideológica pero la verdad es que no existen libertades.

¿Cómo pasó esos dos años y medio en prisión?

Ese sufrimiento ya está hecho. No hay marcha atrás. Fue duro para todos, pero con la ayuda de dios se puede aguantar todo.

¿Se considera radical?

A lo mejor me consideran ellos pero yo no. Habló con todo el mundo, me siento con quien sea, todavía fumo… Yo mismo soy aún pecador. Sobre el islam pienso como religión. Creo en el Corán y la sunna como base del islam. Ya está, no creo en otras cosas.

Las autoridades les acusaron de proselitismo y de que podrían haber cometido acciones terroristas en el futuro.

Todo es mentira e inventado. Buscan crear alarma social para que la gente no acoja el islam sino que lo rechace. Atemorizar al personal para que no recen en las mezquitas, tener vigilancia en los templos para que los fieles teman y no acudan. Están en contra del islam. Todo aquel que lleve color de islam no les gusta. Ahora es el velo pero mañana será otra cosa.

¿Cómo definiría su corriente?

Es una tendencia religiosa contraria a la de la mayoría. Soy sunní de la Escuela Imam Ahmad Ben Hanbal, la cual se sigue en el Golfo Pérsico. Entre las cuatro escuelas no hay muchas diferencias, sólo en la forma de orar. La forma de vestir es la propia del musulmán, como la tienen los budistas, judíos o cristianos. Yo también me visto de chándal.