Si es que existen los milagros, uno de ellos ha ocurrido esta madrugada en Ceuta. Un conductor kamikaze ha conseguido colar desde Marruecos, reventando las puertas de la frontera del Tarajal, a 52 personas de origen subsahariano. 34 hombres, 16 mujeres y dos niños. Todos están en buen estado de salud, solo cuatro han tenido que ser trasladados al Hospital Universitario al presentar esguinces, dolores en el cuerpo y, en uno de los casos, una crisis asmática. Parece increíble. Pero estos 52 inmigrantes habían sido introducidos previamente dentro de esta furgoneta con la que, a toda velocidad, se cruzó la frontera del Tarajal. Se hizo de noche, cuando aún no habían dado las tres de la madrugada. En una intensa noche marcada por el frío y la lluvia. Y el conductor aprovechó la ocasión para colar en Ceuta a hombres, mujeres y menores, reventando las puertas del paso fronterizo y consiguiendo llegar hasta la Almadraba.
Allí, con visibles daños en el vehículo, los inmigrantes salieron corriendo y desorientados, encontrando refugio en uno de los techados situados en la playa de la Almadraba, en donde fueron inicialmente atendidos por la Guardia Civil. Una auténtica locura. Están vivos de milagro, porque hoy, en Ceuta, podía haber ocurrido una masacre. Es complicado entender cómo hasta 52 personas fueron cargadas, hacinadas, dentro de este vehículo en el que su conductor no dudó en ningún momento en ponerles en riesgo, por lo que ha sido detenido: es marroquí, nacido en 1981y responde a las iniciales M.R.E.A. Todos están bien. Poco a poco fueron trasladados en vehículos de la Guardia Civil a la frontera del Tarajal, en cuyas dependencias de acceso al COS se montó una especie de hospital de campaña, movilizando a decenas de voluntarios de la Cruz Roja, así como a policías nacionales que sirvieron de apoyo a la Benemérita.
Uno a uno, todos fueron atendidos por el ERIE de la Cruz Roja. Los inmigrantes han manifestado ser de Guinea en su amplia mayoría, salvo un par de casos de Costa de Marfil y del Congo. Los dos niños tienen tan solo 6 años y 5 meses y han venido acompañados de sus madres. Precisamente ellos fueron los primeros trasladados a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, para su filiación rápida y posterior traslado inmediato hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, en donde se irán acogiendo los demás compatriotas.
Increíble. Un auténtica temeridad que cuesta entender y asimilar en una Ceuta que ha sido testigo de múltiples entradas de inmigrantes pero en donde todavía caben sorpresas como estas, sorpresas en donde la lucha por la vida prevalece sobre cualquier otro devenir dramático.
Unas puertas de seguridad en el Tarajal que solo han durado un mes
Imagen cedida por el sindicato policial JUPOL El kamikaze detenido, en su senda alocada, reventó no solo la puerta de la frontera que comunica el paso fronterizo con la rotonda del Tarajal sino también la que hace tan solo un mes se colocó en plena frontera, después de que fuera violentada por otro kamikaze que, cuchillo en mano, entró en Ceuta. La puerta ha quedado destrozada, fue colocada el 17 de octubre y justo un mes después queda inservible. Precisamente su colocación fue difundida por la Delegación del Gobierno como parte del proyecto de frontera inteligente y la empresa Ferrovial se encargó de colocarlas. Eran dos puertas de entrada y salida y han sido descolgadas por el impacto de la furgoneta. Las imágenes de seguridad de la frontera han recogido cómo fue esa entrada: a la carrera cruzó desde Marruecos pasando el primer paso en el que prevalece el control de la Policía Nacional, destrozando esta puerta. Después siguió hasta la Guardia Civil en donde destrozó la otra de las puertas, llegando a la Almadraba en donde fue arrestado. Ahora se tratará de reconstruir toda la relación de hechos ocurrida en plena madrugada.
Los kamikazes no constituyen casos aislados
La entrada de conductores kamikaze no son casos aislados en las fronteras de Ceuta y Melilla. El último caso más reciente vinculado a la inmigración se produjo en mayo, cuando una conductora cruzó la frontera ocultando en su coche patera a varios inmigrantes. La Policía todavía no la ha localizado, pero sí se ha condenado a una menor que la acompañaba. En este caso los Bomberos tuvieron que rescatar a los subsaharianos, que a punto estuvieron de perder la vida. Atrás queda otro episodio de coche kamikaze que consiguió llegar hasta el Príncipe, dejando allí a varios subsaharianos. Y recientemente, en agosto, la Policía pudo detener ya en la carretera nueva al conductor de un coche que, cuchillo en mano, escapaba del control marroquí llegando hasta Ceuta, violentando también todos los controles. Es una realidad que el paso fronterizo no está preparado para episodios de este tipo que dejan en evidencia la seguridad.