Aunque el desalojo de los ocupantes del edificio ubicado en Salud tejero número 13 estaba previsto para las 10.00 horas de ayer, finalmente el juzgado informó a las partes de que éste se suspendía, sin señalar una nueva fecha para su ejecución.
No obstante, la defensa de las cinco familias que aún permanecían viviendo en este conjunto de viviendas, ha informado a este medio que los ocupantes han ido abandonando sus viviendas por miedo a las consecuencias y por “no tener problemas con la policía”.
El abogado denuncia la presión que la empresa que interpuso la denuncia de usurpación contra los residentes en la finca, ha ejercido contra estas familias, incidiendo en que tendrían problemas con la autoridad.
Tal es así, que la empresa constructora que compró el inmueble ha aprovechado la marcha de los vecinos para poner un candado en la puerta de la entrada al edificio, impidiendo el acceso al interior de éste y por consiguiente, a sus casas. “Uno de los ocupantes ha intentado entrar y se lo han impedido, echándolo de allí”, narraba el abogado.
La defensa considera que se trata de un procedimiento “ilegal”, ya que aún no se ha procedido a ejecutar el desalojo. Tal y como explica el letrado, una vez que se realice el lanzamiento, es cuando el secretario judicial le hace entrega de la finca a los propietarios, pero no antes de que esto de produzca.
Actualmente la empresa está “evitando” que los ocupantes ingresen en las viviendas, incurriendo en “coacción”, situación que pondrán en conocimiento del juzgado. Asimismo, el recurso interpuesto sigue en marcha.