Jutma, patrimonio cultural de Ceuta

El Centro Cultural Al Idrissi visibilizó ayer esta tradición de reconocimiento al esfuerzo del alumnado, por tercer curso consecutivo, con un pasacalles por la barriada San José-Hadú. Las actuaciones de música sacra terminaron con una felicitación por la llegada del Ramadán.

La comunidad educativa del Centro Cultural Al Idrissi celebró ayer la ‘Jutma’, una festividad de reconocimiento al trabajo realizado por los alumnos a lo largo del curso escolar, que sacó ayer a la calle para compartirla con los ceutíes y visibilizar esta tradición por tercer año.
El inicio de la actividad consistió en un pasacalles que partió de su sede, en calle Romero de Córdoba, y pasó por Mohamed Ahmed Abderrahman, Bermudo Soriano y a continuación recorrió calle Lisboa en dirección a Teniente Coronel Gautier, Santos Vilela hasta llegar al CEIP ‘Santiago Ramón y Cajal’.
La comitiva, entre familiares, organizadores de Al Idrissi y vecinos de San José-Hadú, arroparon a los alumnos que sostenían las tablas para el estudio del texto sagrado de los musulmanes y entonaron cánticos con alabanzas y buenos deseos que recitaron en el recorrido.
En la cabecera del grupo estuvieron algunos profesores, imames y otros mayores vinculados al Centro Cultural, seguidos de los estudiantes. Mariam Mohamed, coordinadora de actividades culturales de esta entidad, puntualizó que no hay distinciones entre niños y niñas porque pueden organizarse de forma mixta aunque, por la forma de relacionarse, suelen agruparse por género.     
En el colegio ‘Ramón y Cajal’ hubo una presentación inicial, precedida por la lectura de un versículo del Corán que recitó una alumna del centro y una presentadora se encargó de introducir el motivo de los actos. Los asistentes, que se contaban por centenares, disfrutaron de la actuación del grupo infantil de música sacra anachid. Tras la actuación de los pequeños de la casa, el coro juvenil deleitó al público con sus voces.
El recital sirvió de prólogo para la entrega de diplomas a los matriculados que lograron los mejores resultados durante el periodo escolar 2014-2015. Como colofón a una tarde de convivencia, Azzohor demostró por qué es el grupo más consolidado de la escena anachid en la ciudad.
Sin embargo, el Centro Cultural reservó una sorpresa final: conmemoró la llegada del mes de ayuno, que la Umma –comunidad islámica mundial– prepara con alegría, interpretando el anachid que versan en su totalidad sobre el Ramadán.   
Al Idrissi pretende pretende “poner en valor y compartir tradiciones” de este colectivo religioso, entre ella la Jutma. Esta costumbre, recuperada en 2012 por esta asociación cultural, “hacía 30 años que no se celebraba en la ciudad, de ahí su importancia para la comunidad y el patrimonio cultural inmaterial de Ceuta”, señaló Mohamed.
La Jutma es una actividad que busca ensalzar el rendimiento escolar del alumnado, visibilizar y reconocer el trabajo y la constancia de aquellos discentes que muestran mayor interés y obtienen mejores resultados académicos. Este planteamiento contribuye a potenciar su motivación así como la del resto del alumnado, quienes, al ser conscientes de la recompensa final, apuesta por incrementar su constancia y rendimiento escolar, argumentaron en la presentación del ‘Ramón y Cajal’.
La actividad desarrollada ayer es una adaptación de la Jutma, coincidieron Abdelkader Chaib, presidente de Al Idrissi; Laarbi Alí, vicepresidente; y Halil Mohamed, su secretario, ya que se celebraba en la mezquita hace 30 años cuando el alumnado terminaba un número de versículos del Corán. El estudiante con mejor rendimiento montaba en burro e iba en pasacalles hasta la casa de la familia y allí era donde lo festejaban. El resto de la madrassa le seguía en comitiva como ocurrió ayer.
Al Idrissi quiso recuperar esta costumbre en 2012 y fue adaptada al funcionamiento del propio centro. Ahora se premia no solo a aquel estudiante que consigue mejores resultados en materia religiosa, sino también en teatro, música, comportamiento y lengua árabe.
La organización de este acontecimiento agradeció la colaboración de la Consejería de Educación, Cultura y Mujer; la Fundación Pluralismo y Convivencia; el CEIP ‘Santiago Ramón y Cajal’; la Policía Local y todos aquellos que hacen posible que esta tradición se consolide año tras año.

Convivencia para combatir la confrontación

En la introducción a las actuaciones, Al Idrissi recordó que en Ceuta convergen cuatro religiones en una “convivencia pacífica y marcada por el respeto”, lo cual convierte a la ciudad en un espacio “plural y un ejemplo a seguir”. Sin embargo, al mismo tiempo, prosiguieron, “puede dar cabida a espacios de posible confrontación y conflictos que, mal gestionados, podrían provocar situaciones que quebranten la armonía y la convivencia, seña de identidad de Ceuta”. La entidad invitó a asumir la “diversidad cultural y religiosa respetando los derechos de la ciudadanía” así como la actividad de las confesiones desde la “normalidad”, lo cual permite el establecimiento de “mecanismos y criterios conocidos por todas las partes implicadas, lo cual facilita la gestión de las necesidades y permite evitar conflictos o favorecer una resolución positiva de los mismos”. Para Al Idrissi, “el reconocimiento de la identidad y la interculturalidad requiere de un diálogo con buena intención, que hay que impulsarlo con lo mejor que tienen las comunidad e individuos favoreciendo la eliminación de prejuicios y resistencia mutuas (...) va más allá de la coexistencia, debe ser una relación sostenida”.