Horas para preparar un juicio, intensos contactos para tener todo listo, policías citados, fuerzas de seguridad coordinando controles, funcionarios judiciales con todo preparado y al final, el resultado que nadie quiere: suspendido por fallos técnicos que lastran la operatividad de la Justicia en Ceuta. Así ha terminado la vista judicial señalada este miércoles en el
Juzgado de lo Penal número 1 para esclarecer uno de los cuantiosos tiroteos ocurridos en 2022 cuyo esclarecimiento dio pie a la denominada
Operación Plomo. Los apodados ‘Popis’, ‘Laika’, ‘Castaña’ y ‘Piolín’ -aunque todos han negado que tengan esos alias o que se les conozca de tal forma- comparecían este miércoles para responder de lo que pudo haber sido una auténtica masacre: la ráfaga de disparos en un cafetín
del Príncipe en junio de 2022 que
dejó 4 heridos, entre ellos un familiar directo del asesinado ‘Tayena’ que sufre secuelas físicas graves. Ninguno de los testigos que ha prestado declaración los han reconocido. La clave se centraba por tanto en la figura de un testigo protegido que declaró en sede policial a los pocos días del suceso haber visto a los
4 acusados con armas en sus manos y pasamontañas retirados. Las dificultades técnicas han impedido que esa declaración pudiera escucharse con garantías, es decir tapando su rostro y distorsionando su voz haciéndola a su vez entendible a todos.
La figura del testigo protegido, determinante
El deber judicial de garantizar esa protección ha chocado con esas trabas técnicas lo que ha motivado la suspensión del juicio comunicándose a la Gerencia Territorial de Justicia que aporte los medios necesarios para que pueda retomarse la vista, al tratarse de la única prueba de cargo existente cuya declaración debe ser sometida a los principios de contradicción e inmediación pero con plenas garantías de seguridad.
Tal y como ha señalado la magistrada titular del Juzgado Penal 1, “para una vez que hay un testigo” por hechos ocurridos en el Príncipe se debe hacer todo lo posible “para proteger su anonimato”. El distorsionador que se ha probado no resultaba lo efectivo que debiera. Los intentos de la Defensa para que se decretara la nulidad del testigo protegido no han sido atendidos por su señoría, que ha tenido que advertir que no se trataba de una prueba preconstituida sino de una testifical cuya declaración se valoraría en sentencia. Los cuatro acusados solo han respondido a las declaraciones de sus abogados y lo han hecho para indicar que no estaban ese 26 de junio de 2022 en el cafetín del Príncipe y que por tanto no efectuaron esos disparos.
'Laika': niega que le apoden así y dice que estaba en la Península
El conocido como ‘Laika’ ha negado que le apoden así y que pertenezca a alguna organización. Ha declarado que el día en que se produjeron esos disparos estaba en la Península, huido de la justicia y de la
Policía. En su testifical ha negado los hechos y ha dicho conocer al resto de los acusados únicamente de vista, del barrio. La única condena que ha reconocido tener por un hecho asociado a las armas le consta de cuando tenía 18 años por posesión de una. No obstante figura como acusado en este procedimiento por haber presuntamente participado en este atentado que dejó 4 heridos.
'Popis', en prisión provisional por un crimen, niega los hechos
El conocido como ‘Popis’ también ha negado que se le conozca por ese apodo. Está en prisión provisional por otro episodio violento, en concreto el
asesinato del militar de Regulares, Dris Amar en un garaje del antiguo Poblado Legionario. En respuesta únicamente a su abogado ha dicho que nada tiene que ver con este suceso por el que, al igual que los demás acusados, le piden hasta 15 años de prisión.
'Castaña' niega su participación
El conocido como ‘Castaña’ también ha negado que le llamen por ese nombre o que pertenezca a una organización criminal. Ha asegurado en respuesta a su abogado que nunca le han condenado por emplear armas. De igual manera que ‘Popis’, está en prisión provisional a la espera de juicio por su presunta relación con el militar de Regulares, Dris Amar.
'Piolín': "No soy el cabecilla de ninguna banda"
Por último ha prestado declaración el que hasta hace unos días fue el fugitivo más buscado, el conocido como ‘Piolín’ aunque él ha negado que se le llame con este apodo. En su declaración ha declarado no saber nada de estos hechos ni haber estado ahí esa tarde para, escopeta en mano, empezar a disparar. De igual forma ha indicado que “no soy el cabecilla de ninguna banda”.
Las versiones de los heridos: nadie reconoce a los acusados
Los 4 heridos que fueron alcanzados por disparos en el cafetín no han podido identificar a los autores de esos tiros, es más, tampoco han reclamado por las secuelas que pudieran tener. Han ofrecido testificales enfrentadas entre sí. Por ejemplo un joven ha indicado que no vio a los acusados, que notó una quemadura en la pierna comprobando que era una herida por disparo y huyó hacia una tienda. Otro herido ha dicho que pudo ver a uno de los que disparaban pero iba con pasamontañas y sudadera negra. Ni reclama por las heridas sufridas ni recuerda cuántos disparos hubo. Además, al igual que el primero, nada sabía de enfrentamientos de bandas ni de que los acusados pudieran formar parte de las mismas. El menor que resultó herido tampoco vio quién le disparó, solo de repente vio sangre en una de sus piernas, comprobando que una bala le había alcanzado de rebote como a los otros tres declarantes.
El herido más grave, tío de 'Tayena': "Iban a por mí, me hubiera podido matar"
El herido más grave fue un tío del apodado ‘Tayena’. Ahora está en prisión por su presunta relación con otros disparos ocurrido hace unos meses que dejaron a un menor herido. Él ha protagonizado sin duda la testifical más directa aunque sin evidencias incriminatorias contra los 4 acusados. Ha dicho que acudió al cafetín como lleva haciéndolo toda su vida sin haber tenido nunca problemas con nadie. Escuchó detonaciones y los primeros disparos provocaron su caída. Ya en el suelo quisieron rematarle disparándole en el pie. Esa persona, el que le disparó, iba con gorro y mascarilla quirúrgica por lo que es incapaz de saber quién era o si alguno de los 4 acusados fue ese autor. Aquel día se hicieron hasta 14 disparos, dato que se derivó del informe de Policía Científica. “Mi vida no volverá a ser igual”, ha dicho. Desde entonces usa muletas para desplazarse porque le causaron daños en las extremidades. “Me hubiera podido matar”, ha dicho de quien le disparó cargando una pistola negra. “Claramente iban a por mí”, ha insistido, recordando que no solo recibió impactos en las piernas sino también en el estómago. ¿Por qué querían hacerle daño? Piensa que por ser el tío del asesinado ‘Tayena’, del que ha recordado que tenía problemas con ‘Piolín’ y ‘Laika’. Él no estaba en la banda de su sobrino pero al ser familiar iban a por él. “No me dispararon, a mí me masacraron”, ha indicado. En su declaración ha dicho que no podría identificar a ninguno de los 4 acusados, pero que por rumores del entorno le indicaron que habría sido la banda del ‘Piolín’. No obstante nunca pudo declarar ese extremo al no haberlos visto. Los daños físicos se suman a los psicológicos: “Cuando me voy a dormir escucho tiros reales”.
Los autores de los disparos usaban varias armas y walkies para comunicarse.
Las investigaciones de la UDYCO y la ley del silencio en el Príncipe
La declaración de integrantes de la UDYCO, que han coordinado la Operación Plomo de la que se han derivado más de 80 detenciones, ha sido clave para situar lo ocurrido en un momento delicado en el barrio del Príncipe, atrapado por la denominada ley del silencio. El instructor de las diligencias ha indicado que les llegó información de que un testigo protegido podría aportar datos de los autores de estos disparos, después de que in situ, en la barriada, a pesar de que muchos vieron todos callaron. Lo narrado fue considerado coherente a criterio policial porque cuadraba con las investigaciones que tenían en curso y con lo que llegaba a la Jefatura aunque nunca en forma de declaración oficial. Esta figura de testigo protegido puso en conocimiento de la UDYCO los apodos de los 4 hoy acusados, a los que vio cada uno con un arma y sin pasamontañas que tapara sus rostros.