La sala del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta acogió ayer un juicio en el que figuraba el llamado A.D.P. como acusado de un delito de amenazas. El juicio no acabó en su primera sesión porque la Acusación Particular presentó un documento, en las cuestiones previas, aludiendo a que el denunciante, supuestamente, sufre distintos trastornos desde el día en que ocurrieron los hechos solicitando la testifical de un psicólogo. La prueba fue aceptada por el Ministerio Público ya que lo consideró primordial de cara a una responsabilidad civil que no estaba en su escrito inicial.
La testifical del perito para que se ratifique y así pueda quedar visto para sentencia será el próximo 17 de mayo. Ese día también se conocerán los informes de las distintas partes: Ministerio Fiscal, Acusación Particular y Defensa.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron en agosto del año pasado. Dos meses antes, el acusado encargó unas obras en su domicilio a la víctima.
La relación empezó a torcerse tras unos fallos de fontanería, y el seguro envió al denunciante al domicilio del acusado. Ahí A.D.P, después de arreglar la avería, le sugirió que si le podía hacer obras en el resto de la casa, motivo que aceptó. El acusado explicó que todo se fue enrareciendo cuando las obras se iban prolongando en el tiempo sin que se ofreciera un motivo coherente.
Así se habrían producido las amenazas haciendo uso de un arma con el que supuestamente se amenazó al denunciante. A esa arma se aludió en varias ocasiones. La primera vez cuando el acusado explicó que la víctima sabía perfectamente que él tenía un revólver en casa.
Lo sabía “perfectamente” porque en los primeros días de comenzar las obras, el acusado quiso entrar en su domicilio no pudiendo acceder, motivo que lo alteró porque pensaba que estaban durmiendo dentro de su casa. Llamó corriendo al denunciante y, según contó, le enseñó el arma y por eso le dijo que no podía estar nadie en su casa, ni entrar en esa habitación porque allí la escondía.
El acusado indicó, sin ningún tipo de problemas, que él en muchas ocasiones camina con el arma por la vía pública porque es funcionario del Estado y hay veces que “me siento amenazado y la llevo para poder defenderme”.
En cuanto al día de los hechos, ocurridos el 4 de agosto de 2020, el acusado llamó a la víctima para que acudiera a su domicilio inmediatamente porque las obras no habían quedado como él quería e incluso le estaba “inundando la casa” a su vecina. Explicó que lo llamó a las 10:30 y no apareció hasta las 15:00 horas.
Después de ver lo mal que estaba el trabajo, llamó a su cuñado, “especialista en obras”, para que comprobara el resultado, motivo según indicó le llevó a expulsarlo del domicilio. “Sin ningún tipo de amenaza, ni nada. Le dije que se fuera, llamó a un peón suyo y recogieron todo y se fueron”.
Aquí es donde dista de la versión ofrecida por la víctima. El denunciante explicó en el juicio que mientras estaba en el cuarto de baño agachado para arreglar las tuberías del cuarto de baño, el acusado se acercó por detrás poniéndole el revólver en la nuca y lo amenazó con frases como: “O te vas de mi casa, o te pego dos tiros”, “como te vuelva a ver en mi casa, te vuelo la cabeza”. Algo que desmiente en absoluto el acusado.
En otra cosa que difieren es en las personas que estaban en el hogar en el momento de los supuestos hechos. El acusado explicó que estaban su mujer, sus cuñados y sus dos hijos.
Estas personas testificaron y se mantuvieron en la misma línea dando una versión similar. Por otra parte, el denunciante sugiere que solo se encontraba en el domicilio el acusado, su mujer y sus dos hijos. Y que cuando le puso el revólver en su nunca, fue su mujer la que acudió corriendo diciéndole “así no, estate quieto” y fue cuando se retiró.
Otro de los motivos por los que insistió más Fiscalía fue la de horas que transcurrió desde que supuestamente ocurrió los hechos (15:00 horas) hasta que pone la denuncia en la Policía Nacional (00:50 horas). El denunciante explicó que se fue inmediatamente, pero que “había mucha gente” y tuvo que esperar todas esas horas en los aledaños de la Jefatura.
Un juicio con versiones dispares y que todavía queda la pericial psicológica y los informes para que quede visto para sentencia.
Son gente sin ninguna clase de educacion de donde saco el revolver ????