Lo denunciaba el pasado fin de semana Mohamed Alí y no le faltaba razón. De un tiempo a esta parte hay administraciones que se están dedicando a jugar con los datos. No sé por qué, tampoco con qué fin. Pero sí sé el resultado que esto tiene. No hace falta más que pasearse por redes sociales y leer los comentarios, con o sin perfil falso, para calibrar las consecuencias de determinadas comparecencias públicas y los temores que las acompañan. Está sucediendo con los MENA. A la Ciudad le faltó decir eso de ‘nos invaden’. No lo hizo para seguir siendo políticamente correctos, pero lo deslizó para intentar justificar la devolución de competencias al Estado.
Con intención clara se ocultan épocas peores, con esa misma intención no se nos cuenta la verdad de esta historia porque por mucha devolución de competencias los menores seguirán estando donde están. Es decir, el supuesto beneficio para la ciudadanía no existirá.
Sí que se ha conseguido, en cambio, el miedo extendido de una sociedad porque ahora interesa que sea así. Esto es peligroso, lo es para todos, por eso se debería ser mucho más claro cuando se comparece, se informa y, en definitiva, se juega a manipular una realidad tapando otra.
Hay menores, hay más presión, pero también es cierto que hay un reconocimiento de una falta de competencia real para afrontar una inmigración infantil que nos llega por una frontera convertida en un monstruo imposible de controlar. Ahora y antes. Admitiendo el colador que tenemos admitiremos la realidad actual; comparando cifras, dejaremos de asustar a una ciudadanía; siendo sinceros, podremos saber qué interés real hay detrás de todo esto.
Yo no sé si hay menos o hay más, lo que está claro es que la situación que se produce a diario en el puerto es de vergüenza.
¿Cómo se puede atender legalmente la situación de los menores?, para que no vaguen libremente e incluso poniendo en riesgo su vida.
¿No puede la fiscalía del menor emitir algún tipo de orden en la cual pasen a un centro no abierto?
Ningún interés Carmen, caballas son cómplices en la marroquinizacion de Ceuta, como siempre tiran la piedra y esconden la mano y cuidado con darle la razón a un político marcado