El primer cambio sustancial en el concepto de lo que debía ser la política, sucedió después de la publicación de El príncipe (1513 De Principatibus). Su lectura nos ofrece una perspectiva original del pensamiento de Nicolás Maquiavelo, político, diplomático, filósofo y escritor florentino, que dejó de definirla desde un prisma religioso y filosófico, pero lo que interesa del pensamiento de este hombre es que le importaba un pimiento el bien común y la organización que pudiera tener el Estado, mientras el
poder se ejerciera convenientemente, convirtiéndolo en el fin que justificaba cualquier medio empleado.
Lejos quedaba la doctrina aristotélica que relacionaba la moral con la política. Para Aristóteles la ética buscaba el bien del individuo, la política el bien de la comunidad. Buscar hoy una definición de lo que para el gobierno de la ciudad es la política, habría que hacerlo lejos de los conceptos aristotélicos. La frase que se me viene a la mente es:
“Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”, atribuida a Groucho Marx.
No existe en este momento un gobierno liberal-comunista en el mundo. Los hay comunistas como Cuba, Corea del Norte y Venezuela. Los hay de centro izquierda como Finlandia, Portugal y Alemania. Los hay de derechas como Italia, Polonia o Hungría y los hay como España, difícil de definir doctrinalmente y el único representado en color rojo en los mapas políticos europeos.
El problema lo tenemos a nivel nacional con el centro derecha, aún no sabemos dónde se encuentra posicionado el Sr. Feijóo, que parece encontrarse realmente feliz tratando de ocupar el espacio de centro izquierda abandonado por el PSOE, dando la impresión de que su objetivo es querer abarcar el espacio existente a ambos lados del centro. Tal vez sea esta la razón por la que no acaba de ser visto como líder del centro derecha y Ayuso sí. Es lo que tiene decir (o no decir) una cosa y hacer la contraria, ignorando que lo que pretende ganar por un lado lo puede perder por el otro.
Si definimos lo que es el humanismo cristiano y de centro reformista del PP y la doctrina comunista, el antagonismo está claro.
Un concepto no puede ser compatible con su antónimo, si eres torpe, no puedes ser listo. Si eres soberbio, no puedes ser humilde y si eres bajito, no puedes ser alto. El liberalismo es el sistema político en el que toda persona puede dedicarse con libertad a cualquier actividad que le interese, o a que elijan el tipo de vida que quieren, el modelo sanitario o el modelo educativo de sus hijos, con igualdad de justicia, educación y libertad. El comunismo, sin embargo, se define como doctrina económica, política y social que defiende una organización social en la que no existe la propiedad privada, ni la diferencia de clases y en la que los medios de producción estarían en manos del Estado, que distribuiría los bienes de manera equitativa según las necesidades.
Volviendo al análisis de nuestra ciudad, en cualquier otro lugar de España, la confección de la lista de gobierno, la definición de la estrategia general del partido y el establecimiento de las líneas maestras de su acción política institucional, recaería en el órgano competente para ello; el Comité Ejecutivo Autonómico, pero aquí todo se hace desde el despacho del ayuntamiento. Hemos visto en un titular “El PP autoriza los contactos con los localistas”, luego, al leer el desarrollo del artículo, comprobamos que se trata del Comité Ejecutivo de Ceuta (Vivas) quien se lo autoriza a sí mismo.
Ya tenemos los resultados municipales-autonómicos y ahora el problema que se presenta es definir la coalición o los apoyos para gobernar la ciudad durante los próximos cuatro años. La decisión ya se hubiese tomado seguramente si no fuese por la proximidad de las elecciones del 23 de julio y por ello, nos centraremos solo en quién tiene la responsabilidad de formar el gobierno de la ciudad como cabeza de lista más votada; don Juan Jesús Vivas Lara.
Su relación personal con el Sr. Gutierrez que ocupa la segunda opción, se encuentra
muy deteriorada. Sobre todo, tras la petición de expulsar de la lista de gobierno a la número tres del partido, doña Kissy Chandiramani hasta el momento de las elecciones consejera de economía, acusada de un delito de falsedad documental, presuntamente por proporcionar información falsa en un caso que investiga la adjudicación de viviendas de protección oficial de forma ilegal.
Su relación con el líder de VOX se encuentra
rota y es difícilmente recuperable. Ambos compiten sin importarles lo que representan y a quienes representan. La opción que parece buscar el Sr. Vivas es la de recurrir a los comunistas, a los que llama hábilmente “localistas”. Opción que siendo totalmente licita le resultará muy difícil de justificar y explicar a sus votantes y militantes, si es que tiene a bien hacerlo, y a quienes debe mostrar ese respeto al que alude solo cuando le interesa.
Sus electores han comprado pescado y él les quiere entregar una berenjena. Lo más seguro es que se la tiren a la cara si sigue insistiendo. Olvida nuestro alcalde presidente que la palabra política etimológicamente viene del griego politikós,; de polités ciudadano y de pólis ciudad, política es aquello que involucra a los ciudadanos en los asuntos públicos. Sin embargo, pretende prescindir de los ciudadanos, sujeto principal de la oración, algo muy del otro extremo del liberalismo que dice representar.
El modo de hacer política del Sr. Vivas y su trayectoria produce desconfianza y nos preguntamos ¿a quién seguirá en su forma de hacerla?, ¿a Aristóteles o a Maquiavelo? Pues seguramente a Groucho Marx cambiando sus principios cuantas veces haga falta. Quién nace lechón muere cochino, dice el dicho popular. Esperemos acontecimientos y recordemos que:
“LA BOLA NO ESTÁ BAJO NINGÚN CUBILETE, PERMANECE ESCONDIDA EN LA MANO”.