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Juan José Crespo: "Esta historia nos recuerda que uno puede cambiar el mundo"

El teniente coronel del Ejército Español Juan José Crespo Esbert (Valencia, 1974) vendrá a Ceuta el próximo miércoles 8 de marzo a presentar su libro, El alma del 21. Destinado en en el Cuartel General de la OTAN desde el pasado verano, cuenta con una dilatada trayectoria castrense. Además está casado y tiene tres hijas. ¿Quién es Juanjo Crespo? Háblenos un poco sobre usted Supongo que, como todos, tengo muchas “facetas”. Soy hijo, soy esposo, soy padre, soy hermano, soy amigo...Creo que soy una persona muy afortunada por tener una profesión que también es mi vocación y que me ha hecho conocer personas increíbles y vivir momentos inolvidables. Sin duda, ahora estoy en uno de ellos. ¿Cómo se inició su vinculación con el Ejército? En mi casa nunca había habido militares, pero nuestros padres siempre nos dieron un ejemplo de amor a España y de vocación de servicio; creo que son los mejores mimbres para la milicia. Yo siempre quise ser militar. No recuerdo el día que lo decidí, pero sé que no me equivoqué. Al terminar bachiller (el “COU” que se llamaba en mi época), me preparé las oposiciones para la Academia General Militar, y allí ingresé en septiembre de 1993 con 19 años y sin tener ni idea del Ejército. Han pasado casi 30 años desde aquel día y recuerdo cada minuto perfectamente. Detállenos su trayectoria hasta llegar a teniente coronel Pasé los cinco años de rigor en las academias. Mi primer destino de teniente fue el Regimiento de Transmisiones 21 en Marines (Valencia), y allí permanecí hasta cumplir dos en el empleo de capitán. El primer destino siempre marca; es la primera vez que te enfrentas a la milicia “real” tras dejar la época de la academia. Fueron años estupendos, de camaradería y de sueños cumplidos. Luego pasé destinado al Cuartel General de la OTAN en Bétera (Valencia) de capitán en temas de inteligencia, y de comandante en temas de Información Pública. En esa última etapa siempre intenté poner mi granito de arena para que la sociedad conociera cada vez más y mejor a sus Fuerzas Armadas. No se puede amar lo que no se conoce, por eso creo cuanto más nos conozca la sociedad, más se acercará a nosotros. Nuestra mejor carta de presentación son nuestros valores.

"No se puede amar lo que no se conoce, por eso creo que cuanto más nos conozca la sociedad, más se acercará a nosotros"

¿Cómo sigue su historia? Tras Bétera, y ya como teniente coronel, volví “al 21”, donde tuve la suerte y el honor de mandar durante tres años uno de sus batallones. Después, y tras un año como Jefe de la Plana Mayor de Mando del Regimiento de Inteligencia, en verano del año pasado fui destinado al Cuartel General de la OTAN en Bruselas. ¿Qué le parece haber salido fuera de España? Siempre había tenido la ilusión de ocupar un puesto internacional, pero por diversos motivos familiares no había podido solicitarlo antes. Para mí es un orgullo, y una responsabilidad, representar humildemente a España y a su Ejército en el Cuartel General de la OTAN aquí Bélgica. Ahora se ha animado con la escritura, ¿de qué habla 'El alma del 21'? Llevaba unos años ya con la idea de escribir un libro, pero no encontraba una historia que me “empujara” a arrancar. Todo cambia en enero del año 2020, cuando acudo a la conmemoración del Combate de Edchera en Almería. Ese día descubro la historia del Cabo 1º Pedro Fernández-Mayoralas Ruiz, un héroe desconocido, y allí mismo decido contar su historia. Pedro solicita ser el radio a vanguardia en aquella columna que se monta el 13 de enero de 1958, sabiendo el riesgo que asumía. Después, durante el combate, decide permanecer junto a su Capitán y los legionarios que están luchando y muriendo en aquella emboscada. Sin ser “legionario”, ese día abraza su Credo, y une para siempre la historia “del 21” y de La Legión. El relato es algo más amplio, ¿no? Mientras escribía esta historia, y teniendo a la vista el 150 aniversario del regimiento que se tendría que celebrar en octubre de 2022, pensé que sería bonito rescatar más vidas ocultas de personas que habían servido en él. Así que el hilo conductor es la participación de Pedro en el Combate de Edchera… pero hay 24 personas reales más que van a sorprender al lector. Hay generales y soldados, hombres y mujeres, militares del siglo XIX, XX y XXI...políticos, reinas, protagonistas de renombre y personajes anónimos… pero cada vida y cada historia nos cuentan algo maravilloso. No hay un patrón o norma por el que elegí a unos u a otros. Todos los personajes están en 'El alma del 21' porque al estudiar su historia, me han “transmitido” algo. Yo solo he hecho de “portavoz”, son ellos los que realmente nos están hablando. Todavía lo hacen. ¿Está contento con el resultado? Contento es poco, estoy feliz por ver los sentimientos que este libro está despertando en la gente. Es una obra que habla al corazón, que nos enseña que la Historia en mayúsculas solo puede ser la suma de las pequeñas historias y que nos recuerda que una vida puede cambiar el mundo, y de hecho lo hace cada día. También tengo un sentimiento profundo de gratitud a tanta gente que ha creído en este proyecto y lo ha apoyado: a la editorial Ygriega, al coronel Lupiani que era el jefe del regimiento cuando se publica la obra, y hoy es justo agradecer también a la Comandancia General de Ceuta que me dé la oportunidad de presentar el libro aquí, en la cuna de La Legión. Y esta felicidad y este agradecimiento crecen cada vez que recibo un correo o carta de alguien que se ha emocionado con el libro. ¿Cuál es su objetivo con el libro? Siempre he tenido cuatro objetivos: enseñar, distraer, ayudar y emocionar. Enseñar cómo somos los militares. Qué hacemos y por qué lo hacemos..., cómo somos en el trabajo, pero también cuando llegamos a casa y nos quitamos el uniforme. Cómo sentimos, cómo nos enamoramos… cómo es, no solo “el militar”, sino “el padre”, “el hijo”, “el hermano”… Distraer, porque un libro solo puede tener éxito si es capaz de enganchar al lector y hacerle pasar un buen rato. Ayudar a la gente que necesita ayuda, y por eso decidí donar los derechos de autor a Cáritas. Y emocionar. Pero no buscando una emoción de lágrima fácil, sino aspirando a que podamos ver en todos estos protagonistas, el sentido trascendente de sus vidas. Decía antes que “cada vida importa”. Y lo creo profundamente, y creo que si este libro está emocionando es porque el lector es capaz de conectar íntimamente con cada personaje, descubrirlo, sentir con él o con ella, entender y escuchar su mensaje vital… ese es el tipo de emoción que he buscado. ¿Valora la sociedad española la labor del ejército? Estoy convencido, y cada día lo estoy más. La sociedad española ha visto y ha notado que las Fuerzas Armadas están ahí y siempre lo vamos a estar. En primer lugar, para cumplir nuestra misión de garantizar la soberanía e independencia de España. Pero después, cada vez que la sociedad necesite algo de nosotros. El ejemplo más visible seguramente fue la lucha -junto a sanitarios, personal de emergencias y otros colectivos- contra aquel maldito virus que nos golpeó en forma de pandemia. Pero ha habido muchas más situaciones en los últimos años en los que el Ejército ha demostrado que querer es poder, que una pala vale lo mismo para retirar la nieve tras el temporal Filomena, como para quitar la ceniza provocada por el volcán de La Palma. ¿Resulta complicado hacer entender su labor cuando no participan en conflictos armados muy mediatizados? Los españoles sienten, cada día, a sus Fuerzas Armadas trabajar por la paz y la seguridad. Ven a los buques rescatar personas en alta mar, a los aviones proteger los cielos de nuestros aliados, a nuestros soldados desplegados en el este de la Alianza defendiendo nuestros valores y nuestra manera de entender la sociedad…E insisto; si llega el momento de coger una pala, da igual si es para quitar nieve o ceniza… la cogeremos igual. Yo creo que la sociedad entiende y valora nuestro papel. ¿Cómo valora la situación actual de las fuerzas armadas? Tenemos unos Ejércitos y una Armada profesionales, con prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras y con una voluntad de servicio a nuestros ciudadanos que hacen que seamos una institución querida y respetada. Pero no podemos caer en la auto complacencia y debemos aspirar cada día a hacer más y mejor. Siempre hay margen para la mejora.

"El conflicto en Ucrania nos ha recordado que la inversión en defensa es fundamental"

¿Y qué le parece la situación en Ucrania? Es terrible ver esas imágenes que ya creíamos desterradas, al menos en Europa. Nos han hecho ver que no podemos dar por sentadas cosas tan importantes como la paz y la seguridad en nuestro entorno… y también nos has recordado que la inversión en defensa es fundamental. La paz hay que lucharla cada día. Con instrucción, con material, con recursos… y con la mejor arma que tenemos: nuestros valores

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