El
acuarelista ceutí Juan Orozco Valverde, licenciado en Bellas Artes por la
Universidad de Granada, está nervioso pero al mismo tiempo motivado, pues este viernes inaugura su primera exposición individual en el
Museo de Ceuta ubicado en el Paseo del Revellín.
‘Media vida entre Acuarelas’ es una muestra de 48 piezas de este joven que ha logrado acumular numerosos premios de pintura al aire libre y para quien “la acuarela está viva”. Describe su exposición como una retrospectiva con cuadros seleccionados desde dos o tres años antes de empezar sus estudios en Granada hasta el último, hace unos dos años.
–Háblenos un poco sobre lo que veremos hoy en la exposición que presenta. -Yo voy a presentar una serie de cuadros que he pintado a lo largo de los años, desde poco antes de empezar mis estudios en Bellas Artes. Llevo unido a la acuarela desde hace media vida, incluso más de media vida, por mi padre y porque hemos viajado mucho, hemos estado en muchos simposios, en muchas exposiciones.
Han sido muchos viajes de acuarelas y, en parte, eso me fue guiando un poco hacia Bellas Artes y para ser lo que soy hoy en día.
–¿Recuerda cómo fue su primer encuentro con la pintura? -A mí me ha gustado la pintura desde siempre. Nosotros ya desde muy pequeños, a los hermanos en sí nos daban un lápiz o un bolígrafo cuando estábamos en un bar o algo, y ya en el mantel nos poníamos a dibujar y me encantaba, nunca lo dejé, siempre seguí en el colegio dibujando y cuando llegué al bachillerato tuve un profesor de dibujo que me motivó bastante a seguir en el estudio profesional de las artes, en este caso en Bellas Artes en Granada, porque él también lo había hecho.
Además, yo tengo familia de artistas, mi tío era catedrático de Bellas Artes y todo eso me llevó un poquillo a ese camino.
–¿Qué significa para usted la frase ‘Media vida entre acuarelas’? –La acuarela apareció más o menos, de manera más seria en el año 2000 o 2001, cuando empezamos a ir a simposios con mi padre, Pedro Orozco, que es pintor de acuarelas de hace muchos años. Y yo he estado unido a ese mundo de aquí de España, más tarde de Marruecos, después viajé a Francia, a Portugal sobre todo. Siempre he estado en este mundo, nunca me he salido, he estado aprendiendo de los acuarelistas de las asociaciones españolas en acuarela en principio y, después, nutriéndome de la acuarela de artistas de todo el mundo. He estado en ese mundo sumergido en mi arte.
"No te olvidas de tus cuadros, les coges cariño y te vas enamorando de tu técnica”
–¿Qué es lo que más disfruta de la pintura? –Pues que entras en un mundo de visión totalmente distinto al que normalmente tienes; cuando vas a pintar acuarela, antes ya estás con la cabeza pensando en los cuadros, vas viendo esos paisajes, esas imágenes en la calle y ya estás sumergido. El involucrarte en eso y ajustarlo a tu visión y después luchar contra el cuadro, intentando domar la acuarela porque nunca llega a representar exactamente lo que tú quieres, tú puedes afinar lo máximo posible con el pincel, pero el agua está hecha vida y te tienes que enfrentar a muchos factores. Todo eso engloba un mundillo en el que se disfruta muchísimo y pasas un rato que al final recordarás siempre. No te olvidas de tus cuadros, les coges cariño y te vas enamorando de tu técnica mientras vas buscando tu forma de ver las cosas.
"Todo eso engloba un mundillo en el que se disfruta muchísimo y pasas un rato que al final recordarás”
–¿Solamente se dedica a la acuarela? –Yo he pintado de todo, teniendo en cuenta que en una carrera de Bellas Artes se estudian los cuatro cursos de pintura y cada curso tiene varias técnicas, entonces he pintado encáustica, al temple, en óleo, con pasteles, acrílico, con muchísimas técnicas, lo que pasa es que es cierto que yo siempre he vuelto a la acuarela porque llevo toda la vida metido en este mundillo, desde pequeño he estado con acuarelas y es normal que me guste mucho, es normal teniendo el padre que tengo, habiendo estado en tantos encuentros, conociendo a tantos y tantos pintores de acuarela. Al final es muy bonito, hay una hermandad en el mundo de la acuarela.
–¿Qué es lo que le inspira a la hora de pintar? -Quizás buscar ya con la mirada ese cuadro, uno va buscándolo en el paisaje. Yo pinto mucho al aire libre y entonces uno antes de pintar pasa todo el día pensando y esa búsqueda termina porque encuentras el sitio, ves el cuadro, la imagen, y aunque quizás no es exactamente la que va a quedar en el cuadro, muchas veces te sorprende para mejor o para peor, porque la acuarela está vida.
–¿Qué es lo que le gusta expresar con su trabajo? ¿Qué es eso que quiere que la gente perciba al ver sus cuadros? –Un poco que la gente entre en ese mundo, en el mundo de una visión sintética del paisaje, porque a mí ese simplificar lo que tenemos delante en pocos trazos y que se diga algo con la luz, que se diga algo con el ritmo del dibujo, y que se diga algo con la expresividad es lo que me motiva en la parte de que el público vea los cuadros.
De acuerdo con el servicio de Museos, dependiente de la Consejería de Educación y Cultura, ‘Media vida entre Acuarelas’ podrá visitarse durante un mes, de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas de martes a sábado y de 11.00 a 14.00 horas los domingos y festivos.