El responsable de la sociedad encargada del abastecimiento y saneamiento de la ciudad adelanta las medidas que adoptará en favor de la corresponsabilidad.
–Acemsa, a través de sus servicios técnicos, está en continuo proceso de actualización de su tecnología para que haya un consumo responsable.
Cuando hablo de consumo responsable no solamente hablo de abrir o cerrar el grifo, sino de todo lo que implica un correcto mantenimiento de las instalaciones, la renovación de las mismas.
Estamos hablando también de un consumo eléctrico inferior para el bombeo, para el movimiento de las diferentes masas de agua, etcétera.
Estamos en continua revisión para que Acemsa también sea responsable. Si tenemos una cantidad de agua, vamos a intentar mantenerla de la mejor manera posible haciendo también participe a los abonados.
–Las instalaciones que existen en aquella zona, entre su antigüedad y el crecimiento indiscriminado, provocan una pérdida muy importante tanto en el suministro como a la hora de la evacuación de esas aguas.
Regularizar el saneamiento en cuanto a separar las pluviales de las aguas negras es muy importante porque no colapsaría las redes. Simplemente, al no haber colapso, ya está mejorando la salubridad.
En cuanto a las instalaciones de suministro que están contempladas dentro de este proyecto, lo que hace efectivamente es una ubicación de control del consumo de agua, sectorizar todas las zonas para tener un mayor control en cualquier fuga, avería o fraude que pudiera haber y que, automáticamente repercutirá en unas mejores condiciones de suministro y en una facturación más justa.
En eso es en lo que va a repercutir en la población.
–La prioridad de Acemsa es el consumo responsable del agua y premiarlo, de alguna forma, en la facturación del abonado. Acemsa está estudiando una modificación en el sistema de facturación que no sea por vivienda, sino un sistema en función del número de personas que estén empadronadas en esa vivienda.
Eso en lo referente a los abonados. Con referencia a lo que es en sí las instalaciones, el objetivo principal es la sectorización de sus instalaciones de suministro para controlar, en todo lo posible, las pérdidas que, en 2017, se redujeron casi un 7 por ciento y continuar dentro de la media nacional, que año a año se vayan reduciendo y con esa sectorización hacer un mejor control del fraude.
–Sí, pero hay que mejorarlo. Tenemos un espejo donde mirarnos que son otras ciudades españolas. Acemsa es ejemplo en el tema de los contadores inteligentes, somos ejemplo, somos una de las ciudades donde hay más contadores funcionando de este tipo. Nos parece una facturación más justa del agua.
Va a ser un boom. Es un tema que está en estudio, se están viendo los tramos, también los totalizadores, las placas solares... Yo creo que a finales de abril podríamos tener una propuesta que presentar y, su implantación, ya la decidirán.
Es a lo que hoy en día se tiende. Hay que tener en cuenta cómo va cambiando la sociedad: ver cuando la persona vive sola qué tipo de persona es; las parejas, que son mayores y tienen una pensión... Con lo cual es una forma de ayudar también y los tramos de consumo tienen que ampliarse.
Va a ser muy difícil pensar en todos los casos, pero permitirá que la base de datos de esta empresa esté al día, que no haya facturaciones a personas que ya no viven en ese domicilio.
He aprovechado reuniones que he tenido en Sevilla, he charlado con el gerente de Emasesa -Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Sevilla– y le he planteado que queremos implantarlo.
Nos ha puesto todo su personal administrativo a nuestra disposición para cualquier duda. Málaga también está.
Hay que aprender de las cosas que hacen los demás como también Acemsa es ejemplo con los contadores inteligentes, ya que somos una de las ciudades donde hay más contadores de este tipo funcionando.
–El abonado está tomando conciencia de que el agua hay que pagarla. El 28 de febrero fue el día que menos gente debía dinero a Acemsa. O sea, que la gente entiende su responsabilidad.
La prueba es que en noviembre del año 2016 se sacó una gestión de corte y había 6.000 y pico de abonados que debían agua y, en la última que ha salido ahora, estamos hablando de 3.500, o sea, hemos bajado a la mitad de personas que deben agua a Acemsa en año y medio.
El ejercicio pasado fue histórico porque ha sido en el que Acemsa ha cobrado más, no facturado más. Son tantísimos datos los que evidencia que Acemsa, no por mí, sino por los trabajadores y los abonados, está funcionando bien que es cuando leo o escucho informaciones me da hasta pena por los trabajadores de aquí.
Están haciendo un gran esfuerzo y la gente de la calle también.
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