Un total de 24 jóvenes de diez países europeos se han reunido esta semana en la ciudad autónoma de Ceuta para participar en el proyecto ‘Bridges, not walls’, organizado por Consejería de Educación, Cultura y Juventud, a través de la Casa de la Juventud, en colaboración con la asociación K’mon.
Traducido al español, su significo sería ‘puentes, no muros’ y versa sobre “inmigración a través del teatro y la poesía”, manifiesta Karol Benítez, que forma parte de la organización de la asociación K’Mon.
Así, a lo largo de la semana están llevando a cabo actividades en diferentes lugares de la ciudad, como uno que realizaron en la playa donde tenían que identificar sonidos con los ojos cerrados o talleres con los jóvenes de la asociación Elín y Metamorfosis.
De este modo, el objetivo es que los jóvenes “aprendan a implementar estas actividades sobre inmigración en sus propias organizaciones”.
Todos los participantes son jóvenes trabajadores que forman parte de diversas asociaciones u oenegés de países como Estonia, Rumanía, Irlanda, Portugal, Hungría y Polonia, y algunos de Ceuta, y se están llevando una impresión muy favorable de la ciudad. Tanto que piensan que “es genial, la gente es muy simpática, muy amigable y están muy contentos”, asegura Benítez.
Uno de ellos es Miguel Lopes, llegado desde Portugal. Nunca había estado en la ciudad “y cuando vi un programa en Ceuta me ha despertado mucho interés como había sido una ciudad portuguesa y tenia ganas de venir aquí a ver cómo era. La ciudad es muy organizada, tiene mucha vida y estoy muy sorprendido”.
Respecto al proyecto en el que está participando, ha contado que “hemos ido a conocer la realidad y hemos visto a los migrantes intentando pasar la frontera”. “Ha sido un choque para nosotros, que venimos de lugares donde no hay fronteras, solo en los mapas: aquí hemos visto otra realidad”, ha destacado.
Su experiencia está siendo muy gratificante y asegura que volverá a la ciudad para seguir conociendo más, sobre todo lo que esconde.
Esta es la primera vez que realizan un proyecto sobre inmigración y Karol Benítez asegura que “este es un enclave perfecto para ver cómo diferentes culturas también pueden convivir”.
A los jovenes europeos habria que explicarles la función de las fronteras. Para que están. Para que sirven y, sobre todo, como se usan. Los asaltos no tienen justificación ni hay que permitirlos. El cuento lacrimogeno...