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El grupo joven de la Cofradía de Caballeros, Damas y Cortes de Infantes de Santa María de África salió ayer por las inmediaciones del templo para realizar las trece estaciones de penitencia que estuvieron presididas por el Cristo del Puente
Pasaban las nueve de la noche cuando el Cristo del Puente hacía su salida del santuario de Santa María de África. Daba comienzo así el piadoso Vía Crucis organizado por el grupo joven de la Cofradía de Caballeros, Damas y Cortes de Infantes de Santa María de África, que contó con una gran participación de los miembros de la Hermandad.
Con la de ayer, ‘los jóvenes’ de la Hermandad salieron por segunda vez a realizar las correspondientes estaciones penitenciales y que, en esta ocasión, se realizó con motivo de los 600 años de la llegada de la imagen de la Virgen de África a la ciudad. Precisamente por ello se designó al Cristo del Puente para que presidiera dicho recorrido, que se realizó por los aledaños del santuario ya que, como expresó la hermandad, “tiene un arraigo y devoción que requiere para hacerlo en nombre de nuestra amantísima patrona y madre”.
El Vía Crucis es una de las prácticas de oración más extendidas en el cristianismo. Refiere las diferentes etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura.
También es conocido como ‘estaciones de la cruz’ y ‘vía dolorosa’ y es un acto de piedad, un camino que se representa con una serie de catorce imágenes de la Pasión, denominadas estaciones. Corresponden a incidentes particulares que, según la tradición cristiana, Jesús sufrió por la salvación de la humanidad y están basados en los textos evangélicos.
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¿Alguien les ha contado a esos menores quiénes trajeron esa imagen de la Virgen a Ceuta? O bajó del barco por su propio pie, saludó a quienes la esperaban, escuchó la Salve, como homenaje, y luego fue llevada en coche a su santuario y le indicaron el lugar en el que se tenia que colocar? ¿Y así hasta el día de hoy?