La vida es un privilegio que nos ha dado Dios. Dependiendo donde caigamos tendremos un destino u otro. El nacer en tierras lejanas a la que nuestros padres son, tiene una ventaja. Conocer mundo y además traer una lengua que nos marcará en el futuro. Este hombre vino de territorio galo allá por los años donde un dictador Franco había fallecido. Tuvo la suerte de aterrizar en Ceuta y además estudiar en uno de los colegios con más renombre en este territorio caballa. El Lope de Vega que está en la Plaza Azcárate. Yo estuve muy cerca de él ya que coincidimos que teníamos la misma edad. O sea que pertenecemos a la quinta del 63. Cuando llegó era la época donde estaba de moda dar un segundo idioma en la educación. En sexto, todos empezamos la ruta del aprendizaje del francés. ¿Qué pasó? Que como venías de Francia tenías ese idioma bien asimilado. Y nuestros profes tenían tan sólo nociones elementales. La respuesta fue que sabías más que estos pobres hombres que tenían la intención de ayudar a que entráramos en la ruta de aprender un idioma nuevo. Esto fue en nuestra etapa de la antigua EGB. Luego seguimos nuestras andadura en el Instituto y de aquí unos se fueron a la mili, otros a trabajar, ya que la intención era nuestra formación para en el futuro optar a alguna oposición.
Entraste como todos nosotros en el Cuerpo de la Guardia Civil y allí estuviste en muchos lugares de nuestra geografía española, además de las misiones donde gracias a tu nivel lingüístico del francés, denominador que te trajo muchos beneficios, pudiste pasear tu cuerpo serrano por el mundo. Recuerdo que ya, estando destinado en Fiscal de Ceuta, tuviste la suerte de ir a Haití donde te sorprendió un gran terremoto. Contabas esta anécdota con gran salero en la Aduana del Tarajal diciendo que creías que estabas muy nervioso y por eso se meneaba tanto el suelo. Momentos de mucha incertidumbre que fue el término de la citada misión. Aquí estuviste en el grupo cuatro con muchos compañeros dispares que te tenían mucho aprecio. Te recordamos por tus episodios de despiste donde siempre se te había olvidado algo en casa. Parecía que querías estar siempre cerca de tu familia.
Tuviste la suerte de tener dos hijas de las cuales estás muy orgulloso. Sufriste mucho con tu divorcio pero la vida continúa y encontraste una nueva pareja. A pesar de todas las recomendaciones volviste a pasar por vicaría y ahora estas esperando un nuevo retoño que cuando hablas de ello se te caen las babas. Y es que a tus 56 años volver a desempolvar las artes de ser padre creo que será una labor muy fuerte, ya no tenemos esa juventud de antaño. Aunque sarna con gusto no pica. Ahora en el pase a la reserva has cogido un nuevo puesto de responsabilidad. Sé que lo harás bien. Pero mi consejo es que no se te olviden más las cosas, cosa que todos teníamos miedo incluso de que no te presentaras en el día de tu comida de despedida y poderte dar este pequeño homenaje con el correspondiente regalo de un reloj para que nos tengas presente siempre a todos los que han sido y serán tus fieles amigos y compañeros, aunque hubieren o hubiese rencillas en el pasado.
Un gran abrazo amigo y compañero.