La segunda sesión de las III Jornadas de formación y debate sobre violencia sexual se han retomado este miércoles en Ceuta de la mano de Jorge Coronado y su ponencia sobre ‘violencia sexual en las redes’.
Perito forense experto en ciberseguridad, coautor del primer protocolo institucional en España ante la ciberviolencia en las redes y CEO la empresa QuantiKa14, Coronado se ha encargado de mostrar casos reales de violencia sexual que se dan a través de las redes sociales e internet así como “exponer mi experiencia como perito informático”.
Algunos lo definen como hacker ético, aunque él ha asegurado que lo único que intenta es “ser buena persona”.
Para comenzar su charla sobre el acoso en internet, ha puesto como ejemplo los mensajes privados amenazantes que recibía una mujer después de publicar un tweet con connotaciones políticas. En uno de estos mensajes, le decían que se atreviera a salir a la calle el 24 de abril. Resulta que se trataba de un reto viral que proponía convertir ese día en un día donde las violaciones estuvieran permitidas.
Otro ejemplo presentado fue una mujer que recibió una videollamada y al cogerlo resultó ser un hombre masturbándose. También mostró ante el público las grabaciones íntimas y la posterior difusión sin consentimiento así como el caso de La red de las 18 lobas, “un caso bastante mediático donde políticos y empresarios consumían la prostitución” y “captaban a las víctimas a través de Instagram”.
Todo ello ha hecho que este acoso sexual que se produce en internet se haya convertido en el “nuevo acoso” callejero, como el que podría darse antes, con más frecuencia, en un autobús, insultos por las calles, en una consulta,….
Y es que, por desgracia, a día de hoy, “se utiliza internet para difundir grabaciones de mujeres, difundir el día de la violación o usar Instagram para la captación de menores para la prostitución”, ha señalado Coronado.
Identificar a un agresor por su “huella digital"
Entrando ya en materia, Coronado ha puesto sobre la mesa uno de los casos en los que él ha trabajado a raíz de ser contratado por una víctima. Se trataba de la búsqueda de un violador de niñas que era menor de 30 años, cuerpo atlético y muy activo en redes sociales, “lo que nos permitió abrir líneas de investigación”.
Su modus operandi era usar “diferentes víctimas en diferentes sitios y las captabas a través de Instagram. Buscaba chicas que quisieran hacerse tatuajes y utilizando eso ejecutaba la agresión. Quedaba con ellas para tatuarlas” y ocurría lo que nadie querría que ocurriera, ha contado.
Con todo esta información, lo que hicieron fue ponerle un anzuelo. Un detective, haciéndose pasar por una menor que quiere tatuarse, le manda un enlace y cuando el agresor pincha, consiguen su huella digital.
Según ha explicado Coronado, eso es algo que nos identifica en internet según el uso que le damos y que “nos hace únicos”. Además, “si tenemos esa huella digital, podemos saber si tu móvil está en un sitio concreto”, ha aclarado.
A raíz de esto, el hacker ha detallado cómo crearon una base de datos de cuentas de Instagram hasta dar con víctimas que reconocieran al agresor o tatuadores que pudieran reconocerlo hasta identificarlo y dar con él, aunque finalmente quedó en libertad con fianza a la espera de juicio.
Aplicaciones espías
Otro punto que ha tratado durante su intervención ha sido el las aplicaciones espías que se instalan en los dispositivos de las víctimas para poder acceder a su contenido como ocurrió con el caso “en el que un hacker se dedicó a instalar apps en móviles de famosas para robar sus fotos íntimas”, ha contado.
Estas aplicaciones espías también vienen dadas muchas veces “a través de regalos, como un móvil que viene preconfigurado y ya puede saber su ubicación, registro de llamadas,….” y tener así un control sobre la persona y todo su contenido.
Difusión sin consentimiento
Por otro lado, Jorge Coronado también ha querido dedicar un espacio a las grabaciones y difusión sin consentimiento de videos y imágenes íntimas o de contenido sexual. Para contextualizarlo, ha presentado un caso para el que ha trabajado donde detuvieron a dos jóvenes que grababan a sus amigas con cámaras espías.
Asimismo, ha destacado que en las dos paginas pornos más vistas en España no hay métodos para saber si los vídeos publicados están ahí con consentimiento, que en muchos casos es negativo; así como que en los grupos de WhatsApp donde se comparten vídeos de contenido sexual participan menores.
Esto pone de manifiesto que “la educación en los institutos y las casas no se está haciendo de forma correcta. No se está controlando a los menores en el uso de las tecnologías ni se les están dando valores”
Uno de los últimos puntos tratados por este hacker ha sido el uso de la IA para generar desnudos y la problemática que supone ya que “el 96% de las imágenes son pornográficas y el 99% representa a mujeres”.
Para finalizar, Coronado ha cerrado su charla con el caso de Gisele, preguntando al público si “¿hasta que la víctima no denunció, de verdad nadie miró en ese foro ni se dio cuenta como para denunciar antes?”, concluyendo que “también hay que darle educación a los adultos”.