El ex defensor del menor de Madrid apunta que un niño no puede quedar desamparado.
El psicólogo y ex Defensor del Menor de Madrid, Javier Urra, aseguró esta semana en declaraciones a El Faro que una administración pública no puede cesar la tutela de un menor porque éste decida marcharse del centro en el que está acogido. En la misma línea que apuntaron desde el Defensor del Menor de Andalucía, Urra explicó que según se establece en la Ley de Protección del Menor, una vez que ese niño está en nuestro país, las instituciones competentes tienen que ofrecérsele unas garantías legales, entre las que está su cuidado.
El psicólogo especialista en menores, que trabaja en Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid como psicólogo forense, señaló que la administración pública que se encarga de la tutela de este menor tiene que hacer todo lo posible para encontrarlo y llevarlo de nuevo al centro del que se ha marchado.
Urra aseguró que así se establece en la legislación vigente y recalcó que este niño es responsabilidad de la administración desde que ésta se hace cargo de su tutela y que en ningún caso el niño puede quedar desamparado. El ex Defensor del Menor precisó, además, que los centros donde viven estos niños no son de internamiento, sino de acogida, por lo que los menores no se escapan, sino que salen libremente del centro y en el caso de que no regresen, es la Ciudad, en el caso de Melilla, la que tiene que encargarse de averiguar qué le ha ocurrido.
La consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, calculó esta semana que actualmente hay viviendo en las calles de nuestra ciudad unos 25 niños. Garbín señaló que la Guardia Civil y la Policía Nacional se encargan de devolver a estos menores al centro de La Purísima cuando detectan que han abandonado las instalaciones, pero afirmó que en muchos casos los menores vuelven a marcharse. “Su objetivo es colarse en uno de los barcos que realiza la travesía con la península, por eso se van de La Purísima”, dijo.