“Jared es inocente; ha pasado en la cárcel su cumpleaños por un malentendido”

Habla la familia del gibraltareño en prisión acusado de embestir a la Guardia Civil con su lancha. El padre del llanito internado en Los Rosales asegura que éste tuvo que “darle máquina” a la lancha porque la patrullera del Instituto Armado les perseguía sin motivo y, al detenerse, la embarcación de la Benemérita “les pasó por encima tan cerca” que los tres acusados tienen “suerte de estar vivos”.

Jared Pincho, el gibraltareño en prisión provisional acusado de atentado a la autoridad con instrumento peligroso por embestir con su lancha a una patrullera de la Guardia Civil este martes en la bahía norte, recibió ayer la visita de su padre y hermana en el Centro Penitenciario de Los Rosales. “Jared nunca ha hecho nada ilegal”, defendieron ayer en declaraciones a este periódico, aunque conscientes de que será la Justicia la que lo determinará. “Pasó este jueves su 34 cumpleaños en la cárcel por un malentendido”, lamentaron, una “gran equivocación” que, esperan, “se aclare cuanto antes con las pruebas e imágenes” que han aportado y están recabando para que regrese a casa.
Joseph Pincho y Melanie Harrak encontraron a Jared “desanimado” porque no entiende las razones de su detención y, por su puesto, debido a su ingreso en la cárcel. “Mi hijo salió a pescar y, de repente, verse preso... No se lo cree”, desveló su padre. Sus parientes le definen como una persona “fuerte” que “jamás demostraría lo contrario” para no preocuparles aunque, su progenitor, se emociona al rememorar el vis a vis. Es el sentir de la familia Pincho. Ninguna queja tienen en cuanto al trato que está recibiendo en la prisión, al contrario, no escatiman en agradecimientos porque se marchan más tranquilos, aunque sí solicitaron cierto “cuidado” con el interno puesto que “solo tiene un riñón” ya que el restante se lo donó a su hermana Melanie.
Este interno en Los Rosales, junto a Stefan Saltariche y Dylan Barber, que quedaron el libertad acusados de un delito de resistencia a la autoridad, “estaban el martes terminando la pesca para volverse a casa, incluso quedándose para ayudar a otros que estaban subiendo un pescado”, cuando se percataron de que la embarcación del Instituto Armado se dirigía hacia ellos. Su padre, a partir del testimonio de Jared, reprodujo que la tarde del martes la patrullera llegó “haciendo maniobras y, cuando –los acusados– la vieron detrás, porque es que les pisaba, tuvo que darle máquina como haría cualquiera”. Ante el juez, como ayer publico este periódico, el grupo declaró que su huída estuvo motivada por el “temor” a la Guardia Civil.
“Mi hijo tuvo que hacer zigzag para quitársela de en medio hasta que, en una de las vueltas, paró, levantó las manos y –la patrullera– les pasó por encima. A uno de los chavales le pasó el casco por el pecho, suerte de que están vivos”, reprodujo su padre. “Ellos están en shock”, apuntó su hermana; “no se pueden creer lo que ha pasado; esto es una pesadilla de la que queremos despertar”. La familia entiende que la detención fue fruto de un “malentendido” y muestran vídeos para demostrar que había más tránsito de embarcaciones cuando la lancha de Jared se encontraba estática en el mar.
Si capturaban atún rojo, ¿por qué el can antidroga marcó el barco como si hubiese albergado sustancia estupefaciente? Otra persona, que hubiese salido a faenar con él recientemente, “se habrá fumado algún porro, como tanta gente”, halló como explicación Harrak porque, “de otra cosa, en la vida” habría rastro alguno.
Esta familia gibraltareña se declara “honrada” y describe a Jared como “noble”, “muy buena persona” y “sin problemas con la justicia”. Alguien que se “lleva bien con todo el mundo”, como queda demostrado en el “apoyo que ha recibido su caso en Gibraltar”. Un hombre “muy trabajador” cuya profesión es manager en una compañía del sector metalúrgico y cuenta con la “generosidad” como una de sus virtudes. Aficionado a la pesca y a los deportes de motor, con anterioridad fue soldado y en el 2000 formó parte de la guardia de la reina Isabel II en el Buckingham Palace y en la conocida Torre de Londres, “para nosotros todo un honor”. Su padre es un hombre “respetable” y su madre fue “secretaria de sir Joshua Hassan”, quien fuera ministro principal de la Roca.  

Acciones legales

Aportan pruebas
Los abogados van a recurrir el auto de prisión
Los abogados que representan al patrón de la lancha anunciaron que van a recurrir el auto de prisión –reforma y posteriormente apelación– además de poner a disposición del juzgado las pruebas a la mayor brevedad. El recurso de reforma será solicitando la libertad. Esta codefensa, con varios abogados que se han hecho cargo de la defensa de Jared y los otros dos acusados, trabajarán para “aclarar la situación y el malentendido lo antes posible”.
Fijado el 30 de agosto
Propuesta de fianza para que espere el juicio en casa  
La familia, con representación legal, llegó a ofrecer este viernes a la Fiscalía que dejen a Jared en libertad con obligación de ir todos los días al juzgado. Para ello, depositaría como garantía o afianzamiento incluso una casa familiar en San Roque (Campo de Gibraltar) para demostrar que él no va a evadir la Justicia y se personará en el juicio. Los abogados plantearon la posibilidad de que el gibraltareño abandonase el régimen de prisión comunicada sin fianza a cambio de un depósito y la comparecencia en el juzgado, todos los días es necesario, hasta la celebración del juicio. Todo con el objetivo de que permanezca en prisión el tiempo mínimo posible. El Juzgado de lo Penal 2 lo ha fijado para el 30 de agosto.

La prueba de la dirección por satélite de los barcos
Los abogados ya han solicitado las imágenes del sistema Plot, un GPS en el cual se ven las direcciones de los barcos a través de un satélite, prueba que pondrán a disposición judicial. Un ángulo desde el que podrá comprobarse el rumbo de Jared y la Guardia Civil. En la imagen, el acusado en la Quicksilver.