Las informaciones que tengo, eso sí, debidamente contrastadas, dan algo de luz al puzzle que tenía encima de mi escritorio. Tras el cierre de la frontera, aunque haya a muchos que les duela, existe una entre España y Marruecos, en está linda ciudad autónoma de Ceuta. Esta en el Tarajal. Desde este momento todos pensaron que iba a ser el fin de nuestra pequeña villa. Pero no. Gracias a los emprendedores seguimos viviendo. Nuestra despensa está llena de los buenos manjares de nuestros vecinos. Y sólo hay que darse una vuelta por nuestros mercados y lo veremos llenos de ese rico pescado fresco del Atlántico, que es deseado por muchos de nuestra península ibérica. También vienen las frutas y verduras, aunque un poco encarecidas por los trasbordos que deben de soportar y pagar los debidos impuestos. Pero hemos luchado y ganado otra batalla más. En cuanto al trasiego entre los dos Reinos ya hemos comprobado que ha desaparecido. Llevamos casi un año donde los que tenían el pasaporte verde ya no tienen ningún privilegio para poder llevar a Marruecos las mercancías tan deseadas por sus habitantes. Aquí también hubo picaresca, donde los españoles exhibieron esa doble nacionalidad, esos pasaportes de colores de la esperanza y del rubor. Pero dónde nadie pensaba que se podría hacer nada fue en poder autofinanciar y tener mercancía para la enfermedad de la droga tanto local, como exportar, poco pero con soltura. En principio cayeron desde el cielo, con los drones. Esos que valen un pastizal y que tienen que ser controlados por las autoridades. Pero se pudo colar y traficar con ellos. Luego nos enteramos que otra forma de tener el mercado cubierto era a través del mar, con algunas argucias, como fondeando paquetes, con nadadores propulsados con aletas. Pero lo que nadie podía pensar era que se utilizarán unos propulsores que eran máquinas de submarinismo, que cuestan un perraje.
"Tras el cierre de la frontera, aunque haya a muchos que les duela, existe una entre España y Marruecos, en está linda ciudad autónoma de Ceuta"
Las pruebas están en los reportajes de nuestro diario decano. Pero una de las cosas que tenemos que tener en cuenta que el porcentaje de detenidos con nacionalidad marroquí es altísima. Esto según parece es debido por unos rumores que corren como la espuma en nuestro vecino país, donde dicen que los que detengan se quedarán en España, ya que una de las legalidades garantizan una pensión después de cumplir sus penas en las cárceles españolas que por un lado le aseguran comida por el tiempo que les haya tocado y una vida muy buena, comparada con la que están soportando sus convecinos, en la zona de castillejos, donde ya se han manifestado por qué quieren la apertura de la frontera.
Otro efecto llamada, que no son pocas, para venir a nuestro jardín del Edén que es España.