Casi 29.000 puntos de luz alumbran ya la festividad de la Janucá que, como cada año, se ha inaugurado ante la sinagoga, en presencia de las primeras autoridades de la Ciudad y de los miembros de la Comunidad Israelita.
Pasadas las ocho y media de la tarde daba comienzo la inauguración del alumbrado ornamental de esta festividad judía, también conocida como ‘Fiesta de las Luces o Luminarias’, que se celebra durante ocho días y conmemora la recuperación del Templo de Jerusalén y de la independencia judía.
Tras la iluminación en las inmediaciones de la sinagoga, la comitiva se ha trasladado hasta la plaza Nelson Mandela donde se ha procedido al encendido de las ocho velas que simbolizan una festividad que este año se dedica a las personas mayores. “Ellos constituyen los pilares de nuestra sociedad, las bases de nuestras familias y son un claro ejemplo a los que expresarles nuestro amor y gratitud por todo lo que hicieron y hacen por nosotros”, ha señalado el representante de la Comunidad Israelita, Alberto Aflalo. “En la Torá, un judío está obligado a honrar a las personas mayores. Se habla de Kavod, que se refiere al honor y respeto a los ancianos que, con su luz interior, han ayudado a aumentar los valores sociales e ideológicos y han promovido la continuidad de un presente y, sobre todo, un gran futuro”.
El encendido de las velas no fue tarea fácil debido a la aparición de las primeras gotas de lluvia que complicaba la tarea. Por cada luminaria se ha hecho una petición para nuestros mayores: “para que sean como un faro que ilumine con su luz valores de ética, justicia y solidaridad a toda la sociedad”; “por la eliminación de la violencia hacia las personas mayores”; “para que nos ayuden a continuar en nuestra existencia como pueblo” o “para que sigan aportando al desarrollo y por su protección social”.
Las velas han sido encendidas por Blanca Vallejo, Turia Abderraman, María del Pilar Ramesh, Estrella Hachuel, Moisés Wahnon, Jacob Levy, Luis Cebrián y Rafael Bentolila, siendo el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, el encargado de iluminar la novena luz en este acto.
El evento fue amenizado por una danza a cargo de las bailarinas de la academia de Rosa Fonaud y concluyó con una degustación de chocolate caliente y dulces típicos judíos al que fueron invitados todos los asistentes.