La IX Marcha por la Dignidad recuperará este sábado su formato presencial para recorrer toda Ceuta desde el Campus Universitario hasta la playa del Tarajal para exigir “justicia” por las al menos 14 víctimas mortales de la tragedia acontecida el 6 de febrero de 2014 junto al espigón marítimo anexo, así como un “giro radical” de las políticas europeas que permita ofrecer “vías legales y seguras” para ejercer la migración como un derecho humano universal.
El equipo organizador de la movilización, que este año se celebrará bajo el lema 'Tarajal No Olvidamos', ha presentado este martes en rueda de prensa el programa de actividades organizado, que como antesala de la marcha vespertina incluye una mesa redonda moderada por la abogada Patuca Fernández que a partir de las 11.00 horas reunirá en el Campus a Sarah Babiker, Soda Naisse, Ramsés Azumik y Moha Gerehou.
La convocatoria, respaldada por más de 200 colectivos nacionales e internacionales, prevé contar la asistencia de al menos 150 personas procedentes de la península.
Paula Domingo, de la Asociación Elín, ha lamentado que 8 años después de la tragedia sigue abierta la causa judicial abierta contra los guardias civiles que hicieron uso de material antidisturbios para contener y repeler en el agua a unos 300 migrantes subsaharianos. “En este momento el Supremo debe pronunciarse sobre el recurso presentado contra el sobreseimiento libre del caso dictado en julio de 2020 por la Audiencia Provincial de Cádiz para anularlo o respaldarlo, en cuyo caso acudiríamos a los tribunales europeos”, ha adelantado.
“Han sido ocho años de impunidad pidiendo justicia y exigiendo responsabilidades y reparación, haciendo memoria y solicitando vías seguras para migrar”, ha recordado Domingo, que ha cifrado en 4.404 los decesos conocidos solo durante el año pasado de personas que intentaba atravesar el Atlántico o el Mediterráneo en dirección a Europa.
“Hay muchos que no conocemos, seguramente muchísimos más, y tenemos la responsabilidad de luchar para que esto no siga sucediendo: son muertes evitables si se reconociese el derecho a la libre circulación de personas”, han alegado los comparecientes, que han abogado por “que se respete la dignidad de todos los migrantes o refugiados, que cesen las devoluciones y las deportaciones y se invierta en acoger y regularizar en lugar de en controlar, detener y expulsar”.
Para el activista Ramsés Azumik, su ambición no pasa por “eliminar fronteras”, sino por cambiar las políticas occidentales, algo “mucho más profundo”. “Las primeras son parte del problema, pero no la esencia, porque un mundo en el que se garantice la libertad de circulación pasa por redefinir las segundas desde el corazón para dejar de dificultar un migrar seguro desde los países de origen: se trata de poder pasar sin tener que arriesgar la vida en un desierto, el mar o una valla”, ha argumentado.
Es mejor distribuir la riqueza a nivel mundial y que cada uno viva bien en su casa que propiciar una inmigración forzosa y dramática.
Eso de la multiculturalidad, no cuela, y si se produce que sea de manera voluntaria y libre , y no de manera masiva y por fuerza, causando también daño al que acoge.
Señores de las ONGs váyanse a trabajar ya de una vez y dejen de vivir del cuento.
Estos son la ruina de cualquier pais y encima no producen nada solo son sanguijuelas que chupan dinero
Esta gente lo que busca es hacer algo de ruido para justificar las subvenciones que reciben esas agrupaciones y onegés que han salido como setas al olor del dinero de la subvención fácil.
Las vías legales para venir a trabajar a España como migrante existen. Las embajadas y los consulados españoles son las encargadas de tramitar las solicitudes. Están reguladas por la Ley de Extranjería, aprobada por el Parlamento Español.
Ahora bien, lo que pretenden estas asociaciones es que todo el que quiera venir a España, pueda hacerlo porque aquí hay más ayudas sociales, pero eso no es inmigración regulada ni legal.
Si tan a favor están de la inmigración no controlada que los acojan en sus casas. Pero claro, es mas fácil ser solidario con el dinero de los demás.