Nada le hacía pensar que el descanso que decidió tomarse apoyado sobre un árbol de Residencial Galera, en el Sardinero, duraría tan poco. Y es que este buitre leonado (Gyps fulvus) que tan erguido y pizpireto posaba ayer a primera hora de la tarde ante el objetivo de un vecino de la zona no sabía que, ya en aquel momento, las carismáticas pavanas que pueblan cada rincón de nuestra ciudad le estaban preparando una trampa. Poco tardarían las territoriales gaviotas en aliarse para, todas a una, expulsar al extranjero.
Así, en la segunda imagen pueden ver cómo el buitre, aún sobre el árbol, detecta la presencia de una de estas pavanas que, inmediatamente, le hace echas a volar. En las sucesivas instantáneas se ve cómo lo que al principio eran dos aves se convierten en muchas más hasta que el grupo se compone de varias docenas de pavanas que rodean al buitre haciéndole huir.
Una fugaz visita a la que el responasble de Conservación de SEO/Birdlife en Ceuta, José Jiménez, da una posible explicación: “Posiblemente ese ejemplar esté en plena migración, se haya descolocado y al percibir la presencia de una ciudad haya aprovechado para intentar orientarse”. Pero las pavanas, que ahora se encuentra en pleno período de cría no le han dado tregua. Este ejemplar de buitre leonado, según comenta Jiménez, puede alcanzar una envergadura alar de entre 96 y 104 centímetros. “Concretamente este es de color leonado, excepto las plumas del ala y las de la cola, que son pardo muy oscuro, tiene la cabeza y el cuello desnudos con escaso plumón blanco y una goia de plumas en la base del cuello, que son blancas en los adultos y pardas en los jóvenes”, comenta Jiménez, “aparte posee un pico fuerte y, por el contrario, unas patas relativamente débiles”. Un pico que de poco le sirvió ante la determinación de las recelosas pavanas.
Fotos cedidas por: Vicente